Mi nombre no es relevante,
tampoco mi apellido;
ni soy pariente de Cervantes,
ni de Lope de Vega,
ni siquiera de Sancho;
no he ganado el Nobel
(¡ya quisiera yo!),
tampoco el Planeta
(¡ni por asomo!),
ni tengo una letra
en la Real Academia
(¡qué honor sería!);
mis letras son MST,
unas entre un montón;
y escribo...,
como otro montón.
No me conoces,
te lo aseguro,
ni has oído hablar de mí;
puedes también pasar de mí
y hasta no seguir leyendo,
te lo permito,
pero, espera,
¿y si me lees?
Quizá hasta te sorprendas
para bien
o para mal,
sé que a todos no gustaré.
Elige uno de mis libros
tengo de casi todo:
fantasía para volar,
creatividad para motivar,
cuentos para soñar,
poesía para disfrutar
y teatro para reír.
Puedes saber algo de mí
en mi blog,
y en mi web
de todo lo anterior te mostraré,
más alguna cosita más
que la creatividad ha dictado.
Y nada más que añadir,
solo que a mis letras
des una oportunidad
y si lo crees oportuno
a otro u otra
me recomiendes
para ver si,
de hoy para mañana,
mis libros se colocan
en la lista de los cien mejor valorados,
aunque sea en el vagón de cola.
Es tarea difícil, solitaria,
pero mantengo la esperanza
de que algún día
TÚ me des una oportunidad.
No hace falta ser un nobel, para llegar a la gente, que es lo más importante.
ResponderEliminarUn beso, Merche.
Merche, este poema tiene algo que engancha desde el primer verso. Esa anáfora inicial ("Mi nombre no es relevante") marca el ritmo de una forma casi hipnótica, llevándonos por una reivindicación que juega entre la ironía y la realidad de quienes escribimos. Me ha gustado cómo equilibras la cercanía con la reflexión, sin caer en lo solemne ni en lo pretencioso, sino con un tono directo y con un punto de picardía.
ResponderEliminarAdemás, usas los referentes literarios con inteligencia: no para compararte con ellos, sino para reforzar la idea de que la escritura no necesita apellidos ilustres, premios ni membresías en academias para ser valiosa. Y ese final con el "TÚ" en mayúsculas es una declaración de intenciones en toda regla. Cierra el poema con fuerza y nos deja claro que escribir es un acto solitario, sí, pero también una invitación a ser leído.
Lo mejor de todo es que el poema no se queda solo en la forma: el mensaje es poderoso, directo, y tiene ese punto de complicidad con el lector que hace que no pase de largo. En definitiva, un poema que se lee con gusto y que deja eco, como me gustan a mí las cosas, con mensaje, sí señor. ¡Un abrazo, compañera! 😊
Qué decirte Merche de tu poema, de ese dulce delirio que nace en versos armoniosos y que como tintineos me fueron abriendo para ponerme en consonacia con eso que ibas sintiendo y trasmitiendo en esa invitación, sencilla y simple para conocerte. Muy requete bueno, abrazo tan grande como son los sueños
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