21 marzo 2023

Poesía.

 



Permíteme que te hable de ella

o que te escriba de ella,

en este modesto lugar

situado en mi corazón o

igual en mi

alma.


Permíteme que te diga

lo que ella me hace sentir.

Permíteme que la ensalce

hoy en su día.


Permíteme que te cuente

que es única,

que de sentimientos

llena mi vida,

que me emociono

con solo verla

y que por ella

se desviven mis ojos.


Permíteme que te advierta

que no te dejará indiferente,

que tu piel erizará

y que tu alma temblará

con solo leerla.


Permíteme que te comente

que pocos adeptos tiene,

pero que muchos la nombran;

que se pasea por la literatura

como aquella difícil

que a no todos gusta,

pero, sin embargo, a todos impresiona

aunque no lo admiten.


Permíteme que te diga,

que te hable, que te cuente,

que te advierta o que te comente

que solo ella es ella,

que no puedo vivir sin ella

y que sin ella muero

si con ella no vivo.



Mercedes Soriano Trapero
Para el día de la poesía 21/03/2023


20 marzo 2023

Las estaciones.

 




Invierno: hala, Primi, te toca, airea tus flores, tus vientos, tus lluvias y templa las temperaturas del planeta, que yo me retiro a descansar…

Primavera: (bostezando y estirándose). ¡Ayyyyy! ¡Qué pereza! No me apetece nada aparecer… Verano u Otoño, ¿os apetece salir antes?

Otoño: (extrañado) ¿y esta qué dice? ¿Se ha vuelto loca? Se me han caído las hojas con solo oírte, Primi, anda, deja de decir tonterías que ya se te ha alterado la sangre…

Verano: (saltando) ¡yo salgo! ¡Yo salgo! Pues menudas ganas tengo de que llegue ya mi tiempo, ¡qué ganas de calorcito, días largos, y de sacar a pasear a mi veranito lindo! Venga, quita Primi, que salgo…

Invierno: ¡quieto ahí parado! A ver si he estado hasta casi el último día dando caña con el frío y vas a llegar tú y vas a subir las temperaturas casi veinte grados… Pues menudo tobogán térmico entonces, como dicen nuestros amigos los meteorólogos, les va a dar un infarto como lo vieran. Tú ahí quieto, Verano, calienta a Otoño, anda, que a este paso se va a quedar sin hojas… Y tú, Primavera, deja de hacerte la remolona, si lo estás deseando, si llevas una semana bailando y colocándote flores por todos lados… ¡Presumida!

Otoño: (a Verano, sin que lo oigan los demás). Ni caso, este tan frío y calculador como siempre. Anda y que se vaya a dormir ya, que es hora. Y tú ni te acerques, Verano, que si no se me caen las hojas de las tonterías de Primavera, se me van a caer de tus calores. ¡Y deja ya de saltar! ¡Me agobias!

Primavera: está bien, saldré, ¡qué pesados! Si es que salgo para nada, me pongo ahí todo ilusionada con mis flores, mis pétalos, mi polen, mis insectos, mi verdecito por todos lados y como este Verano es hiperactivo llega antes y me achicharra a todo el personal, las flores muertas, el verde se vuelve marrón, todo seco… Como me descuide, estoy un mes ahí fuera nada más…

Otoño: no te quejes, Primi, anda, que soy yo luego el que lo tengo que echar y no se va ni a tiros, con deciros que ya me han bautizado con un nuevo nombre: veroño.

Invierno: jajajajajaja.

Primavera: jajajajajaja.

Verano: es que sois unos sosos, donde esté un buen verano que se quite todo lo demás…

Otoño: ¡cállate, anda! ¡Y deja ya de saltar! ¡A mí no me hace gracia, no sé de qué os reís!

Primavera: jajajajaja. En fin, me voy, que ya veo a los alérgicos cogiendo las mascarillas y todavía no he sacado ni la mitad de las flores. Invierno, cuida a Otoño, que del estrés y la nostalgia se va a quedar sin hojas totalmente y a ver si puedes calmar un poco a Verano que deje de saltar y no salga luego tan pronto. ¡Adiós! ¡Hasta junio!


Microteatro
Mercedes Soriano Trapero
Foto: pixabay




Las cuatro estaciones de Vivaldi


Nota aclaratoria: los nombres de las estaciones del año se escriben con minúscula, pero aquí están representando un papel y se usan como nombre propio, por eso la mayúscula. 



18 marzo 2023

El reto del microteatro.

 



    ¡Hola!
   
     Los inicios del reto del microteatro dieron sus frutos, poquitos pero relevantes y, sobre todo, ingeniosos, he disfrutado mucho leyéndolos y creo que también disfrutaron escribiéndolos. Como alguien me comentó, estos retos sirven para salir de la zona de confort de escritura, nos acomodamos en los géneros que nos gustan y no salimos de ahí y es bueno practicar y escribir de todo, ¿por qué no? Al fin y al cabo, no deja de ser un diálogo extraído de un relato más largo o de una novela. Una experiencia más en la que te animo a participar.

        Características del reto:

👉 Escribir un texto, preferiblemente corto, que sea un diálogo entre dos o más personas, con las características del teatro y no de una narración. También podría ser un monólogo o soliloquio. 

👉 Lo escribes en tu blog y me dejas un comentario en esta entrada con el enlace, actualizaré esta publicación con las aportaciones de todos aquellos que se hayan inspirado. Si no tienes blog y quieres participar, déjame tu propuesta en los mismos comentarios. 

👉 Requisitos internos: basado en un tema de actualidad: la inteligencia artificial (tan de moda últimamente), todas las ventajas e inconvenientes que esta genera, sus avances, polémicas, etc. Pueden aparecer hasta un máximo de quince personajes que pueden ser reales o inventados (por ejemplo robots...). Si se trata el tema de forma humorística e irónica mejor, así pasamos un buen rato leyendo. 

👉 La actividad estará abierta durante el mes de marzo.


        Espero tu propuesta o propuestas, ¡te leo! 

 


PARTICIPACIONES:

💗 Ratoner, del blog Nysmo, microteatro titulado Microteatro artificial:

https://nysmo.wordpress.com/2023/03/08/microteatro-artificial/


💗 Dolores, del blog Do.lobera, microteatro titulado Piloto automático

https://dolobera.com/2023/03/17/piloto-automatico/


 

16 marzo 2023

Ella.

 

Historia para el reto del mes de marzo del blog Escritora sin libro.




Ella


Aquel día me levanté temprano, iba a dedicar el día a mí, me lo merecía, nada de trabajo, ni de familia ni siquiera de ocio camuflado en Internet, de hecho tenía pensado apagar el móvil, así nadie me molestaría. Me apetecía sentarme en un tranquilo parque, alejado, a ser posible, del ruido de la ciudad y leer, si quería, escribir, si quería, o no hacer nada, sola con mis pensamientos. Deseaba, ante todo, estar conmigo misma y darme el cariño que, a veces, la sociedad, la realidad, la vida…, no me daban.

Anduve bastante rato hasta que di con el lugar perfecto, me senté en un banco en un lugar tranquilo y dejé que el viento me mimara, que el susurro de los árboles me embriagara y que mi cuerpo se llenara de paz. Como imaginaba, ni siquiera abrí el libro o el cuaderno, pronto mi mandíbula esbozó una sonrisa y así pasó un tiempo, no tengo constancia de cuanto. De repente, una mujer se sentó a mi lado, no me apetecía dar conversación a nadie y pensé en marcharme, pero no sé por qué esa mujer también me infundía paz, ella tampoco parecía querer hablar, más bien pretendía realizar lo que yo estaba haciendo: llenar mis instintos de paz; y tras un protocolario “buenos días”, abrió su libro y comenzó a leer. Tampoco sé cómo inicié yo la conversación y por qué, si no me apetecía hablar, pensando que sería ella la que empezara la conversación, quizá ese hecho provocó que me interesara por, efectivamente, dialogar.

―¿Está leyendo poesía? Me encanta la poesía, ¿qué libro es?

―No creo que la conozca, de una amiga mía que es escritora novel―. Me indicó acercándome el libro para que viera su portada y, en verdad, no la conocía―. Si le gusta la poesía, lea este poema, sublime―. Añadió, verdaderamente emocionada por el contenido del libro.

―De acuerdo, pero no me llame de usted, por favor.

Ella se rio, nos presentamos y evitamos las formalidades. El poema hablaba del quererse a una misma por encima de todo, precioso, le pedí que me lo dejara para hacerle una foto con el móvil y ella, con una amabilidad extrema, se ofreció a dejarme el libro, ya que solo lo estaba releyendo, por interiorizar algunas de sus composiciones. A partir de entonces, iniciamos una extensa y conmovedora conversación sobre la vida, las relaciones, la literatura. Se nos pasó el tiempo volando. Después, nos dimos los números de teléfono y hasta hoy hemos mantenido una amistad tan bonita y pura que a veces pienso si ese día conseguí reducir mi estrés gracias al paisaje o gracias a ella. Sin duda, gracias a ella y así ha sido todos los días de mi vida desde entonces en el que nos hemos juntado, solamente ella y yo, el parque y, quizá, algún libro.

Después, conocí más datos de su vida, unos quince años mayor que yo, casada, con cuatro hijos, enfermera y amante de la literatura; rebosante de alegría, de paz, de valores positivos, una MUJER con letras mayúsculas, con fuerza, con ganas de comerse el mundo y salvavidas de su entorno y de mí. Nuestra amistad duró mucho tiempo, muchísimo, era, efectivamente, el bastón en el que apoyarme y el agua que sanaba mis heridas, hasta hoy que escribo esto para despedirme de ella en su funeral, al que asistiré mañana y en el que lo leeré, a petición de su familia. Una parte de mí se muere con ella, pero su ejemplo, su vida, sus conversaciones y enseñanzas, se mantendrán muy vivas en mis recuerdos y, sobre todo, en mi corazón. Hoy, el cielo tiene un ángel más, uno muy grande.

Si el mundo tuviera forma de persona, debería ser la tuya.

Si el mundo tuviera alma, debería ser la tuya.

Si el mundo tuviera corazón, debería ser el tuyo.

Si el mundo se pareciese a ti, una mínima parte,

sería muchísimo mejor.

Pero el mundo te ha perdido,

nosotros te hemos perdido

y ya solo nos quedarán los recuerdos.

Como tú dirías: “alégrate porque la conociste,

no porque la perdiste”.

Descanse para siempre la luz de tus ojos

y brille eternamente en nuestros corazones.



Mercedes Soriano Trapero
Para el blog Escritora sin libro