25 julio 2024

La dragona Tusvha, tercera parte.

 




Primera parte: enlace.
Segunda parte: enlace


3

―¿Dónde te crees que vas, dragona? ¡No se puede huir de esta fortaleza! ¡Ni siquiera por el aire, ja, ja, ja, ja!

Tusvha se quedó petrificada, no pensaba que iba a ser fácil, pero tampoco que sería descubierta tan pronto. Ese ser era el que le había llevado la comida y el escudo estaba hechizado, no podía, por tanto, arremeter contra él. Debía pensar algo y rápido.

―Solo quería visitar el lugar, nada más.

La respuesta irónica de Tusvha desorientó al ser oscuro que no supo qué decir. La dragona lo notó y continuó por ese camino para distraerlo.

―Aquella mazmorra es muy pequeña, demasiado, y yo necesito espacio para moverme, de lo contrario mis patas se resentirán y, sobre todo, mis alas y mi sangre saldrá defectuosa y supongo que eso no lo querréis así, ¿verdad?

―No juegues conmigo, dragona, no se me puede engañar fácilmente.

―¿Engañar? Yo no quiero engañar a nadie, estoy diciendo la verdad.

Mientras Tusvha pronunciaba todo ese discurso irónico, en su cabeza buscaba el hechizo para revertir la protección que el escudo llevaba, no encontró exactamente lo que buscaba, pero sí un hechizo para que el escudo se volviera contra su portador.

―Si me vais a tener aquí encerrada, yo necesito comodidades, una celda más grande, almohadones para poder tumbarme cómodamente en el suelo, más cantidad de comida y más variedad, no siempre carne, y bebida, agua del monte Himalaya, que es perfecta para mis escamas… Y, a ver, déjame pensar, necesitaría volar cada cierto tiempo, por mis alas, ya sabes, estoy en época de crecimiento y deben estirarse y alzar el vuelo, es la única manera de que se pongan fuertes.

Tusvha tuvo que hacer un gran esfuerzo para no reírse de sus propias palabras, no obstante, debía concentrarse en el hechizo que iba a lanzar y las fue pronunciando muy despacio, al tiempo que, mentalmente, dirigía su conjuro contra el escudo del ser oscuro.

―¡¿Qué!? ¿Tú eres una dragona o un humano?

El ser oscuro estaba desconcertado, sabía que estaba jugando con él, pero lo estaba dejando sin palabras. Los dragones siempre eran fieros, rudos y no se andaban con discursos, ni palabras, ni peticiones, ni mucho menos; un dragón luchaba, no hablaba. Tusvha era especial, no era un dragón cualquiera.

―Bueno, a ver, tampoco pido mucho, yo quiero colaborar, pero con unas condiciones…

La dragona ya había lanzado su hechizo y solo era cuestión de tiempo que el ser arremetiera contra ella para que el escudo se revolviera contra él.

El ser oscuro no quiso escucharla y, tal como Tusvha había imaginado, se lanzó contra ella. En ese momento, el escudo le impidió avanzar atrapándolo contra las paredes del castillo. Fue tal el golpe que quedó inconsciente. La dragona, sin acercarse a él, rompió su espada con la magia y salió huyendo. Al final de ese pasillo se veía luz y ahí debía estar la salida.

Amplió su campo de visión buscando vida a su alrededor, antes había sido demasiado descuidada en ese aspecto. En apariencia, no había nadie y salió tan veloz como las estrecheces del recinto le permitieron. Al final de ese pasillo había una gran ventana, ahora la veía, desde ahí podría saltar y volar y sería libre. Cuando llegó su ánimo se resquebrajó, no había nada de lo que había imaginado detrás de esa ventana, sino algo que le rompió el corazón y la dejó sin fuerzas.


(Continuará)


Mercedes Soriano Trapero
Foto: pixabay




24 julio 2024

Máscaras sin nombre. Reseña.

 



Ficha bibliográfica

  • Autor: Jose Espí
  • Editorial:   Independently published (4 julio 2021)
  • Idioma: ‎ español
  • Tapa blanda: 281 páginas
  • Género: ciencia ficción
  • Edad recomendada: a partir de 16 años


  •                                                  Sinopsis

      "En un futuro incierto y lejano, la sociedad se halla inducida a una suerte de división de clases donde no todas se perciben entre sí. Cada estrato social vive sometido a unas normas tiránicas de servidumbre ajenos a la auténtica realidad: no hay países, ni regiones, sino una urbe global dividida en distritos unidos unos a otros y construidos alrededor de enormes edificios donde residen los hombres sin rostro, los señores que controlan el mundo. Su poder es tan antiguo y escrupuloso que han transformado el manto social en una pasta uniforme y compacta. Nada escapa a su control.

       Sin embargo, ocurre algo inesperado; la llegada de un Inmune (un tipo de personas que se creía extintas y que viven al margen de la sociedad), un evento que traerá unas consecuencias que harán resquebrajar los cimientos de la sociedad.

     «Máscaras sin nombre» es una compleja novela fantástica que, bajo la apariencia de una historia distópica de ciencia ficción, posee un trasfondo psicológico que hará cuestionar la propia realidad social, y es que, ¿percibimos todos el mundo de igual modo o nos movemos entre distintas realidades?".


                    Opinión 


     ¿Y si el futuro que le espera a la sociedad está lleno de máscaras? ¿Y si hay seres inmortales? ¿Y si somos marionetas en manos de unos pocos que, a su vez, son marionetas de su propio destino? ¿Y si la realidad es muy diferente a como en realidad la estamos percibiendo? ¿Y si...? 

    Todos esos "y sis" y más son los que se te crean en la cabeza conforme avanza la lectura de esta novela y la idea que se te queda nada más terminarla. Te arde la cabeza cuando llegas al final, totalmente, igual que a los propios personajes de la novela.

      Con una estructura en la que en cada capítulo sucede una situación de la historia contada por personajes diferentes que, en un momento de la novela, se mezclan; con un argumento basado en la ciencia ficción (o quizá no); con personajes irreales y reales, basados en la ciencia; con las drogas, el poder y el tiempo como ejes vertebradores de la propia realidad y con una moneda como nexo de unión entre historia y personajes, el autor crea una obra que no te dejará indiferente. 

       No sabemos cómo se va a desarrollar el futuro y, quizá, algunos hechos que aparecen en esta novela son una realidad o, quizá, ya lo estamos viviendo: marionetas en manos de unos pocos que tienen el poder. Juegan con nosotros, nos tienen vigilados y, lo que es peor, te tienen prisionero en tu propia vida con tu tiempo como arma principal. Como veis, hace unas horas que la terminé y aún sigo reflexionando. Imposible permanecer indiferente.

       Es una historia muy bien narrada, con unos personajes que se van construyendo y definiendo a lo largo de la misma. Predomina el diálogo en donde vemos la acción que el autor quiere contar. Los capítulos no están proporcionados, hay algunos más largos que otros, según la trama. Hay muy pocos tecnicismos relacionados con el campo imperante en la novela: la ciencia ficción, el vocabulario se entiende a la perfección.  

       En general, una obra diferente que se va gestando según avanzan los capítulos; una historia que te hace pensar y unos personajes que bien podríamos ser tú o yo. No te dejará indiferente y si te gusta la ciencia ficción es una obra totalmente recomendable.  



 


Si quieres descubrir otros libros y autores, más reseñas en este enlace. 



23 julio 2024

Los Puppys, tercera parte.

 



Primera parte: enlace.
Segunda parte: enlace



3

Otro día os sigo presentando más Puppys, yo también los he ido conociendo poco a poco y no todos tienen, todavía, confianza conmigo. La tribu Puppy es muy amplia y van y vienen por la casa a sus anchas, como si fuera suya. Ya os conté, en el capítulo primero, cómo los conocí, gracias al intrépido Miky. Este se suele meter en problemas siempre, menos mal que yo no soy ningún problema para ellos, al contrario, el problema lo tengo yo con ellos.

Pues bien, hoy he tenido un gran problema con ellos. Jugaban en la cocina Miky, Zuky y Nube, se estaban persiguiendo, después han llegado Less y Pupy para jugar también. Todo iba bien, pero Green no quiere que nadie entre en su cocina y menos para dar carreras por ella. Como no dejaba de gritar, Grumpy, ya sabéis, el malhumorado, estaba viendo la televisión y, cansado de las voces de Green, ha llegado a la cocina y se le ha ocurrido la genial idea de tirar el bote de harina y soplar sobre todos ellos, pensando que así dejarían de correr porque cuánto más se mancharan más difícil sería de quitar y tendrían que pasar, obligatoriamente, por el baño y no les gusta nada bañarse. En cuanto han visto que todo se llenaba de polvo blanco han comenzado a tirarse harina unos a otros, mientras Green se enfadaba más y Grumpy le seguía. Para intentar solucionar el problema, Grumpy ha abierto el grifo del fregadero sin antes asegurar con el tapón el desagüe por si algún Puppy estaba por ahí y, por desgracia, así ha sido: Nube y Pupy iban de la mano por el fregadero para resguardarse de la guerra de harina que Miky, Zuky y Less tenían montada en la encimera. Nube, como es blanquita como la harina, le había dado la mano a Pupy para que no la confundieran con una bola de harina y convertirse, entonces, en arma arrojadiza. Al accionar el agua, han resbalado y Nube y Pupy se han ido por el desagüe. Por suerte han gritado y Less, siempre pendiente de Pupy, los ha oído y han acudido corriendo a mí para poder ayudarlos. Menos mal que han cortado pronto el agua y no habían pasado de las primeras tuberías, he desenroscado las que están debajo del fregadero y ahí los he encontrado, sucísimos. No ha sido necesario llamar a un fontanero, por fortuna, no sé entonces por cuánto me hubiera salido la broma.

No os podéis imaginar cómo estaba la cocina y, como siempre, echándose la culpa unos a otros. Green ha sido el que me ha explicado todo lo ocurrido.

―No les hagas caso, Merche, todos han tenido la culpa, hasta Grumpy, porque yo tenía la situación controlada y no sé por qué ha tenido que venir…

―¿Que tenías la situación controlada, Green? ¡Ja! ¡No te lo crees ni tú! ―Sentenció Grumpy con su seriedad característica―. Si no llego a venir, esto se hubiera transformado en una batalla campal.

―Pero qué dices, Grumpy, si tú has sido el culpable de esa batalla… Si no hubieras abierto la harina no hubiera pasado nada. Nosotros estábamos tan tranquilos jugando al pilla pilla. ―Miky tenía razón.

―Bueno, ahora entre todos me vais a ayudar a limpiar y después todos al baño. ¡Manos a la obra! ―Así di por finalizada la disputa.

Hubo protestas de todo tipo, tanto para limpiar como para bañarse, pero, a regañadientes, se pusieron a limpiar. Luego cogí un barreño pequeño, eché agua calentita y los metí a todos, hasta Grumpy entró al agua; también les puse una pizca de gel de baño y se entretuvieron jugando con las burbujas, por poco los puedo sacar de ahí y eso que no les gusta el agua, pero en cuanto ven algo de juego, no hay quien pueda con ellos.

Me lo pasé muy bien aseándolos y se me pegó la canción que cantaban:


Si a un Puppy quieres tener

con cariño y alegría debes tratar.

Dale azúcar, caramelos y juguetes

y verás qué coloretes.

Del rojo al azul se pondrá el Puppy

o quizá blanco o amarillo, da igual, es un Puppy.

Soy un Puppy, lleno de color

soy un Puppy, lleno de vigor.

Si a un Puppy quieres tener

con cariño y alegría debes tratar.

Dale azúcar, caramelos y juguetes

y verás qué coloretes.


Una anécdota más con los Puppys, espero que no haya más, aunque mucho me temo que, conociéndolos, eso va a ser difícil.

¿Qué futuro me espera con ellos? ¿Cuál será la próxima?


(Continuará)



Mercedes Soriano Trapero
Imágenes tomadas de Instagram
del usuario @colorfullmonster


21 julio 2024

Cuaderno Creativo más lámina a juego. Signos de aire.

 

¡Hola!

       Pues hemos llegado al final de los signos, ya todos tienen su lámina a juego. He tenido las mismas sensaciones que cuando realicé los cuadernos: ganas de terminar, pero a la vez, ganas de que no se acabara... Me gusta hacer estos dibujos, me relajan, me inspiran y me motivan para hacer otras cosas.

     Con los signos anteriores no tuve problema para deducir el color de fondo que quería ponerle: agua, azul; tierra, verde; fuego, rojo; pero, ¿el aire? ¿Qué color tiene el aire? Difícil en este caso, así que me dejé guiar por los colores generales que gustan a estos signos y descartar los colores ya utilizados, por tanto solo me quedaba la gama de los violetas, lilas, azul tirando a lila, algún rosa similar también a violeta, etc. Y aunque el violeta es un color que no me gusta mucho, he de reconocer que el resultado no ha estado mal, llaman la atención sin duda. ¿Qué os parecen? ¿Podríamos decir que el aire tiene el color violeta? En este caso sí.

    Los patrones utilizados en el dibujo son similares al de los signos anteriores, variando algún motivo o algún otro detalle por exigencias del guion, como se suele decir (me falló en el último momento uno de los rotuladores principales). 

         Espero que os gusten y si os apetece, están disponibles en: merchesoriano.es 







18 julio 2024

Y de repente...

 



Y de repente se me ocurrió

coger tus números

juntar mis letras

y unirlos.


Y aquí estamos

sumando días

leyendo la vida

unidos.


Y soñaremos un futuro

lleno de letras con números

de números con letras

unidos.


Y de repente se me ocurrió

que, a veces, la vida puede ser sencilla

y fácil

y tranquila...



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Mercedes Soriano Trapero
Foto: pixabay