Hoy es mi cumpleaños,
el primer cumpleaños sin ti
y solo pienso que tú no estás,
y me faltará tu felicitación
y tu tirón de orejas
y tus besos
y tú...
Y nos iremos a comer
y tú no estarás.
Y me faltarás tú.
Y estaremos todos
y tú no.
Tú no.
Y trataré de ser feliz
de alegrarme por vivir uno más,
de agradecer el resto de felicitaciones,
pero es inevitable tener este hueco:
esa sensación de querer que fuerais eternos...
De saber que la vida sigue,
creces,
empiezan a faltar personas
y solo los recuerdos quedan.
Y nos dicen que recordarlos es bueno.
Hoy no...
Hoy no quiero recuerdos,
no quiero recordar otros cumpleaños,
no quiero...
Quiero oír tu voz felicitándome...
Quiero escucharte...
Quiero celebrarlo contigo...
Quiero soplar las velas
y continuar deseando salud
para las personas que quiero,
incluido tú, por supuesto.
(Como en tu último cumpleaños,
eso deseé y diez días después...).
Y tú que me lees,
no me digas que desde el cielo me felicitará,
ni que es bonito recordarlo,
ni que la vida sigue,
ya lo sé.
Hoy no necesito tus palabras,
solo necesito
acomodar esos recuerdos
escribirlo, como lo estoy haciendo,
y, sobre todo,
que me leas sin juzgarme,
sin compadecerme,
sin consolarme,
sin intentar animarme...
Cuando me veas
seguiré teniendo
una sonrisa en mi cara
y esto solo será
ese pedazo de mi corazón
que herido está
y así seguirá
porque él no está.
La vida sigue, sí,
y yo con la vida.
Pero hay cosas
que ya no volverán.
Solo queda escribirlo,
sentirlo
y el recuerdo,
malditos y bellos recuerdos
que nos acompañan
para evitar recordar
para evitar la tristeza
para evitar la realidad...
¡Felicidades!
Gracias, papá,
un beso al cielo.
Mercedes Soriano Trapero
2-3-2025
Foto: pixabay
Para ti, papá
Merche, tu poema es un nudo en la garganta, una caricia hecha de palabras que abrazan la ausencia y la llenan de amor. En cada verso se siente el eco de su voz, de su presencia, de todo lo que sigue vivo en ti. No hay consuelo posible para ciertas ausencias, solo la certeza de que lo que fue real nunca se desvanece del todo. No hay palabras que puedan aliviar, pero sí una lectura en silencio, un respeto profundo por lo que sientes y un reconocimiento a la belleza con la que has convertido el dolor en poesía. Un abrazo enorme. 💙
ResponderEliminar"La belleza con la que has convertido el dolor en poesía", jo, Miguel, sin palabras me ha dejado tu comentario. Muchas gracias. Creo que, a mí me pasa mucho, ni yo misma soy consciente cuando escribo de lo que luego transmito después, por eso se agradecen tanto los comentarios, para ver el impacto de las palabras en el lector. De verdad, mil gracias.
EliminarUn abrazo. :)
Felicidades, Merche.
ResponderEliminarUn beso, ellos siempre están a nuestro lado, solo hay que sentirlos.
Muchas gracias, Campi. El tuyo también es pronto, ¿verdad?
EliminarUn abrazo. :)
Precioso y emotivo, un abrazo!
ResponderEliminarGracias, Dakota.
EliminarUn abrazo. :)
Felicidades amiga Merche, no entiendo mucho de poesía, ahora bien, se nota que eres grande, y siempre lo he sabido reconocer, espero pases un genial día, ¡un saludo compañera!
ResponderEliminarGracias, Ric.
EliminarUn abrazo. :)
Hola Merche, ¡¡¡¡¡ FELICIDADES !!!!!, bello poema donde plasmas esta nueva circunstancia que la vida te trae, para que la vivas, para que sigas creando con un nuevo sentir y lo plasmes y nutras muchas almas. Abrazoooooteeeeeeeeeeeee Themis
ResponderEliminarMuchas gracias, Themis.
EliminarUn abrazo. :)
Me has emocionado, Merche. Se me ha puesto un nudo en la garganta conforme te iba leyendo... siempre estarán con nosotros.
ResponderEliminarPrecioso y emotivo poema.
¡Un abrazo gigante!
Y se me olvidaba decirte ¡Felicidades!
ResponderEliminarMuchas gracias, Yolanda.
EliminarUn abrazo. :)
A veces solo basta con escribirlo y ya está. Felicidades.:)
ResponderEliminarSí, es cierto.
EliminarGracias, Cabrónidas.
Un abrazo. :)