Se despertó y no vio nada a su alrededor. Todo estaba negro, oscuro, tenebroso. De repente, su vida había desaparecido, su casa, su novia, su perro, su moto… Nada, no había nada, se sentía como si estuviera en un agujero negro, ni siquiera a él mismo se veía. Se pellizcó, gritó, no era un sueño. Su respiración aumentaba por momentos, no sabía qué hacer, no quería moverse de la cama, pensaba que se caería entre las estrellas y flotaría a la deriva en el universo si ponía un pie fuera de la cama, quizá la cama ya estaba flotando como vulgar y corriente basura espacial. Comenzó a sudar, a llorar, y al llevar, desesperado, las manos a sus ojos, entonces, lo recordó, no se había quitado el antifaz con el que dormía.
Mercedes Soriano Trapero
Foto: pixabay
Jajajaja, muy bueno. Nos tienes en vilo hasta el final. ¡Mira que olvidarse el antifaz! "me ha encantado. 👏👏👏👏
ResponderEliminarjajajaja me alegra que te haya gustado y te haya hecho reír. Seguimos en contacto. Gracias por tu comentario :)
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