Las faltas de ortografía: un problema en aumento
No se lleva escribir bien, no está de moda y las redes sociales y, sobre todo, ciertas aplicaciones como Whatsapp facilitan que se cometan errores ortográficos y es que: escribir sin faltas de ortografía no es lo correcto hoy en día, se prefiere cometer errores, incluso, algunos, se enorgullecen de eso.
Dichos errores pueden ser de tres tipos: por desconocimiento de la norma, por descuido sin intención y por dejadez.
Hablemos de ellos detenidamente. Se pueden cometer errores si no tenemos conocimientos básicos de ortografía, si no se ha estudiado o si no se ha adquirido cierta cultura del lenguaje y se puede dar el caso de que no se haya podido estudiar por miles de razones, pero si, por ejemplo, se quiere conseguir un trabajo o se escribe cualquier tipo de texto para un jefe, superior, etc., debe escribirse bien, porque, de lo contrario, estamos dando una mala imagen de nosotros mismos, y la excusa de “es que no tengo estudios” no sirve, porque hay miles de recursos en Internet, gratuitos, o libros en las bibliotecas, si no se dispone de Internet, para poder superar ese problema. Además de que nunca es tarde para estudiar. ¿Cómo pensamos conseguir o ascender en un trabajo si ni siquiera ponemos nuestro nombre bien?
Pasemos al segundo caso: por descuido sin intención. Somos humanos y no somos perfectos y aunque tenemos una variedad de aplicaciones e instrumentos, sobre todo con las nuevas tecnologías, para no cometer faltas de ortografía, a veces, estas se cometen sin darnos cuenta, es una “errata”, una equivocación que no se ha querido cometer y que ha sido un fallo sin intención. Un descuido lo tiene cualquiera.
Y en cuanto al último tipo, por dejadez, es una barbaridad que se cometa una falta de ortografía por este motivo, es decir, sé cómo se escribe, pero lo pongo mal porque voy con prisas, porque se van a reír de mí si escribo bien o porque no me apetece. Sería, por ejemplo, el caso de escribir la conjunción ‘que’ con ‘k’, y un largo etcétera de errores como este, promovidos, como decía más arriba, por aplicaciones de mensajería y demás.
Esto con respecto a las faltas de ortografía; otra manera de escribir bien es usar correctamente los signos de puntuación, redactar bien y utilizar todos los recursos que nuestra lengua dispone. Dichos aspectos, quizá, son más difíciles, porque, efectivamente, necesitas destrezas que no todo el mundo tiene y que se adquieren con mucho hábito lector y de estudio. Este tipo de faltas no hacen “tanto daño a la vista”, pero las otras, por desgracia, son un asesinato de la palabra escrita y de la lengua. Aunque, no es lo mismo escribir:
—Pásame la sal gorda.
Que escribir:
—Pásame la sal, gorda.
Un signo de puntuación mal puesto puede derivar en un enfrentamiento, como en el ejemplo que he puesto, por tanto es preciso usarlos convenientemente.
Este artículo ha venido a cuento precisamente por la expresión “daño a la vista”: acabo de ver en una red social una publicación de una persona que se hacía llamar escritora que, además, publicitaba su libro con una imagen que contenía tres faltas, dos de ellas de acentuación y una de confusión de ‘b/v’. (Que nadie de mis amigos/as se dé por aludido/a, he visto su publicación en un grupo). Por curiosidad, he entrado en su perfil y he visto, sorprendiéndome por momentos, que todas sus publicaciones, publicidad de sus libros —no sé cuántos tenía publicados—, presentaban faltas de ortografía, de todo tipo… No pongo en tela de juicio que sea buena o mala escritora por tener faltas de ortografía, con frases, además, extraídas de sus libros, sino esta pregunta: ¿qué imagen puede dar esta circunstancia? Lo peor de todo no es que se lance al mundo de escribir sin saber ortografía, que si no ha estudiado pues se puede, entre comillas, “disculpar”, —ya he comentado que es algo que se puede estudiar—, sino el hecho de que sea leída de esta manera, de que sus libros sean ejemplo para muchos otros que asumirán que esos errores están bien puestos o, como he leído en alguna ocasión por la misma red social y en otros casos, increpando al que le corregía la falta y tachándolo de engreído y, hasta, chulo. Un poco de sentido común, un poco de formalidad y seriedad y respetemos el lenguaje. Puedes escribir como quieras, pero respeta tu lengua y a tu lector.
He puesto ese hecho, aunque podía nombrar bastantes ejemplos más, el día a día está lleno de “asesinos del lenguaje”, totalmente consentidores y orgullosos de esa situación.
¿Qué gano escribiendo bien, sin faltas de ortografía? Una buena imagen y respeto por la lengua, tu lenguaje. Si a tus amigos no les gusta, ya se les pasará, pero por lo menos no tires al barro el lenguaje que usas, sé comprometido contigo y con tu capacidad de hablar y escribir propio del ser humano: el lenguaje.
Échale un vistazo a esta página: https://todosloshechos.es/por-que-es-importante-la-ortografia Un reportaje muy interesante sobre la ortografía.
Con este artículo seré “carne de cañón” para los haters de las redes sociales, los acérrimos defensores de escribir mal y todos esos personajes del mundo de Internet que se dedican a criticar porque sí. Sinceramente, me da igual, seguro que encuentran hasta faltas en el artículo, pero como este artículo no va dedicado a ellos, espero que tú me cuentes qué opinas al respecto. Déjame algún comentario, estaré encantada de leerte.
Mercedes Soriano Trapero
Foto: pixabay
Opino exactamente igual. Escribí algo al respecto en su día en la entrada 150 de mi bitácora. Creo que es algo que ya no vamos a poder evitar. Somos una especie minoritaria a todas luces.
ResponderEliminarTotalmente.
EliminarGracias, Cabrónidas.
Un abrazo. :)
¡Merche, qué razón tienes! Y lo peor no es solo que escribir bien no esté de moda, es que casi parece un acto de rebeldía. Como si cuidar la ortografía fuera de otra época y la dejadez estuviera bien vista. Entre WhatsApp, redes sociales y la prisa por escribir "rápido" sin pensar, la lengua sufre más que en una batalla medieval.
ResponderEliminarPero claro, también es verdad que la educación de antes no es la de ahora, y que cada persona es un mundo. No todo es culpa de la tecnología; influye el ambiente, la familia, los hábitos… En mi caso, cuando preguntaba algo de pequeño (cosa rara en mí), mi padre no decía nada, solo señalaba con el dedo la enciclopedia. Y ahí me tenías, buscando respuestas en lugar de recibirlas masticadas. En casa aprendí que todo se gana, y cuando no había colegio, tocaba recoger aceitunas o ayudar en la tienda de muebles familiar. Con lo poco que ahorraba, me lanzaba a los puestos de libros en la plaza de la Corredera de Arahal y me pasaba horas eligiendo entre Poe, Kafka, Cervantes, Nietzsche, Hesse, Freud… Cuánta maravilla y qué poco presupuesto tenía para llevármelo todo.
Ahora veo a mis sobrinos y a sus amigos y… bueno, si esto sigue así, el futuro promete auténticas atrocidades ortográficas. Porque claro, "si se entiende, da igual cómo se escriba", ¿no? Y lo peor es que estas generaciones llegarán a puestos importantes algún día. Así que no nos queda otra que rezar, prepararnos… y comprar litros de colirio, porque lo que nos va a tocar leer nos va a hacer sangrar los ojos hasta quedarnos secos. Resumiendo, cosa que me cuesta horrores, como ya sabes, y que considero casi una afrenta contra Antonio de Nebrija (si el pobre levantara la cabeza...): estoy total y absolutamente de acuerdo contigo. ¡Un abrazo, compañera!
Me ha parecido curioso eso de que "lo importante es entenderse aunque esté mal escrito" de las nuevas generaciones, porque los que llevamos unas cuantas vueltas al sol, bien nos sentimos arqueólogos descifrando jeroglíficos cuando leemos mensajes llenos de siglas y abreviaturas misteriosas. Antes, que nos preocupábamos por los puntos y las comas, ahora intentamos averiguar si "XD" es una carcajada, un código secreto o el nombre de un nuevo filósofo del tiktok ....Y si antes para leer a Nietzsche tocaba levantar un tomo más pesado que nuestra conciencia un lunes por la mañana, ahora basta con un meme mal puesto y ya tenemos una nueva corriente de pensamiento lista para revolucionar el mundo.
EliminarAhora ando en averiguar si LOL es de verdad una risa o un resumen de la metafísica de Aristóteles
¡Exacto! Antes sudábamos tinta por colocar bien las tildes, ahora sudamos frío tratando de descifrar un mensaje que parece escrito en código binario con emojis. Lo de Nietzsche convertido en meme ya es la guinda del pastel… en este siglo, cualquier idea revolucionaria cabe en un tweet, siempre y cuando no supere los 280 caracteres. Si Nietzsche resucitara y viera su cara en stickers de WhatsApp, creo que él mismo se declararía superado y volvería al más allá por voluntad propia.
EliminarAnda, mira, qué diálogo ha propiciado el artículo, ¡me encanta! Gracias a ambos.
EliminarAhora da igual el lenguaje, solo tienen la prisa por escribir rápido en el wasap, da igual la tilde, la k, lo que sea, con tal de ir rápido. Y ya no digamos, como tú dices, Finil, lo de XD o LOL o cosas de esas, ¿pero qué es eso? ¿Un telegrama? En fin, asesinatos de las palabras, totalmente.
Un abrazo. :)
Si Nietzsche levantara la cabeza y viera su cara convertida en un sticker con un "LOL" encima, seguro que decía "BRB" solo para volver y escribir "Así habló WhatsAppustra".
EliminarEntre siglas, emojis y la K invadiéndolo todo, el pobre se nos va directo a un rage quit filosófico. Pero bueno, al menos aún nos queda la ortografía para los nostálgicos. Xdd!!
jeje...jé
jajajajajaja, totalmente de acuerdo...
Eliminar¡Finil, me has matado con lo de "Así habló WhatsAppustra"! jajaja Creo que Nietzsche no solo haría rage quit, sino que dejaría un estado de WhatsApp diciendo: "El abismo me devolvió la mirada... y usaba emojis."
EliminarEs tal cual lo dices, antes había que cargar tomos de Nietzsche como si estuvieras entrenando para el decatlón, y ahora con un meme mal puesto ya tenemos nuevas "corrientes de pensamiento". Que si "Carpe Diem" en letras fosforescentes, que si una frase motivacional de "Sócrates" que nunca dijo Sócrates... La educación del futuro va a ser una mezcla entre "sabiduría clásica" y carteles de Instagram.
Y Merche, totalmente de acuerdo con lo del ritmo de WhatsApp. Antes, enviar un telegrama significaba elegir bien las palabras porque cada letra costaba, ahora los mensajes de WhatsApp parecen telegramas pero sin filtro: frases cortadas, letras sueltas y una economía del lenguaje que haría llorar a cualquier filólogo. Como sigamos así, en el futuro una declaración de amor será un "tqm" y una disculpa, un emoji con cara de perrito triste. El ocaso del lenguaje nos está devorando, y lo peor es que se está riendo de nosotros con stickers.
En fin, que mientras el mundo sigue su marcha hacia el apocalipsis ortográfico, aquí seguimos los cuatro nostálgicos de turno con un diccionario bajo el brazo y una lágrima en el ojo. Pero bueno, al menos nos queda este refugio para quejarnos con propiedad... y tildes.
Jajajaja.
EliminarEsa educación del futuro que comentas ya ha llegado, Miguel, ahora los adolescentes quieren ser youtubers. Con decir esto sabemos ya que su nivel ortográfico pasa con creces del subsuelo.
Y como filóloga prometo no llorar por la economía del lenguaje, sobre todo si por esta entendemos artículos más cortos (la batalla continúa, jajajaja). Sí, las faltas también nos producen sarpullidos en los ojos...
Os podéis refugiar aquí sin problema, nos sentaremos frente a la enciclopedia, compartiremos el diccionario, rezaremos a la RAE y debatiremos sobre el estado de la cuestión.
¡Merche, pero qué bien has hilado lo de la economía del lenguaje! 😂 Lo nuestro es como un eterno debate filosófico: tú con la navaja afilada de la concisión y yo construyendo catedrales de palabras jaja
EliminarPero bueno, lo admito, en este apocalipsis ortográfico que nos ha tocado vivir, hasta los textos cortos tienen su trinchera. Lo importante es que al menos aquí seguimos con nuestras armas listas: tildes en alto, diccionario en mano y un pacto tácito de que, aunque el mundo se comunique en siglas y emojis, nosotros seguiremos construyendo frases con fundamento.
Y si el lenguaje sigue encogiéndose, como bien dices, siempre nos quedará este rincón para debatir, refugiarnos y, si hace falta, dejar un testamento lingüístico antes del colapso total. 😏
Hola, Merche. Buena reflexión. Yo estoy de acuerdo contigo, pero con matices. Es verdad que hay gente que escribe muy mal, y muchos universitarios entre ellos. Además, yo he visto más de una vez faltas de ortografía en periódicos "importantes" y eso sí me parece de juzgado de guardia. Pero luego, la manera de escribir un WhatsApp, poner k en lugar de que y similares, yo creo que se hace por rapidez, y quiero pensar que la mayoría de esas personas saben escribir un texto correctamente. Yo, por ejemplo, tengo mucha costumbre de poner los dos signos de admiración juntos por aquí o por WhatsApp, pero no se me ocurre hacerlo cuando escribo un artículo o cualquier escrito más profesional o serio. En fin, espero haberme explicado. Un abrazo 🤗
ResponderEliminarHola, Beatriz, el problema es que detrás de esa k en el wasap, llega ponerlo en un examen. Hablo por experiencia, porque me he encontrado k en los exámenes y "ola" para el saludo y más barbaridades, sobre la h del pretérito perfecto de los verbos va fuera, y eso es por escribir rápido. Sabemos que se escribe así, pero lo suyo es no hacerlo.
EliminarYo preparo la prueba de acceso a la universidad para mayores de 25 años y les pido a mi alumnado que durante el tiempo que dure la preparación se acostumbren a escribir bien en todos los medios, por lo que pudiera pasar luego en el examen (me consta que lo intentan, pero casi ninguno lo logra, escribir bien en wasap me refiero).
Gracias, Beatriz.
Un abrazo. :)
Ciertamente!!
ResponderEliminarLos "asesinos del lenguaje" campan a sus anchas ..y las comas (pobres mártires de la sintaxis) sufren las peores consecuencias, pues como bien dices no es lo mismo una pelota vieja, que una vieja en pelotas...aunque esto algunos lo descubren demasiado tarde...o no..¿?
Entre la dejadez y el corrector automático, el lenguaje agoniza en una batalla sin igual. Quizá deberíamos fundar una sociedad secreta de guardianes ortográficos ..pero sin faltas en el acta porfavó!!
Jajaja, muy bueno este comentario tuyo.
EliminarGracias, Finil.
Un abrazo. :)
Cuánta razón muy bien reunida en este artículo. Me alegro que hayas escrito sobre esto porque a veces yo misma pienso si seré una exagerada.
ResponderEliminarSiempre intento escribir correctamente por Whatsapp y pocas veces recibo respuestas gramaticalmente correctas. Ya sea por dejadez, vagancia o ignorancia. Es una pena que cada vez escribamos menos a manos y todo se haga a través de dispositivos electrónicos que, por una parte nos simplifican la vida pero por otra nos hacen ser más ignorantes.
Muchas gracias por compartir. ¡Un abrazo!
Pues sí, debería revitalizarse la escritura a mano, además que es muy buena para el cerebro.
EliminarGracias, Cristina.
Un abrazo. :)
Hola Merche, me encanta el artículo, y cuánta razón hay en él. Escribir tanto con los móviles y las redes han hecho mucho daño en esto, parece que ya es una moda, incluso se va de guay cuánto más faltas de ortografía se cometen, hay textos que dañan completamente la vista. Parece que para la mayoría escribir bien no está de moda.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Hola, Dakota, sí, demasiado daño y no saldrá bien parada la ortografía en un futuro a consecuencia de esto.
EliminarGracias.
Un abrazo. :)