¿Me espían?

 

Este escrito es real, no es producto de mi imaginación ni forma parte de ningún relato o similar.

Todo empezó el día siete de mayo, cuando publiqué en el blog un relato titulado Los vloguers destinado al concurso propuesto por Miguel en su blog. Y al día siguiente, ocho de mayo, publiqué, casualmente, una poesía (o ensayo de poema) titulado ¿me creerías? De repente, las visitas al blog comenzaron a subir, a subir, a subir y el ocho de mayo el blog tuvo 1652 visitas. (Normalmente supera las cien escasamente). Bueno, no le di importancia, sabemos que los bots, a veces, hacen de las suyas. Pero mi sorpresa ha sido hoy cuando he investigado más a fondo y he visto que cierto país oriental superó las mil visitas, con toda seguridad ese día. Evidencias en las fotos.

Ni tengo parientes por aquellas lejanas tierras, ni amigos, ni conozco a nadie susceptible de visitar mi blog y mucho menos me creo que les hayan interesado mis libros o mis letras. Lo cual me lleva a pensar que tanto hablar de conspiración, troyanos, resistencia, vencer, mensajes encriptados en poesías, etc., todo eso en el relato de Los vloguers; y después, vuelvo a decir, de manera casual, aparezca en el blog una poesía cuyo título sea ¿me creerías?, y mis compis de bloguers respondan a esa pregunta retórica que sí, que me creen, pueda haber llevado a pensar que, verdaderamente, en mi blog se está produciendo una conspiración o revolución a nivel mundial como poco. Porque, para los que no hayan leído el relato, en Los vloguers se hablaba de luchar contra los troyanos gracias a las poesías, en las cuales se enviarían mensajes encriptados que harían cortocircuitar a los troyanos y, por tanto, vencer. Y, mira por donde, publico, sin ningún tipo de intención, una poesía al día siguiente de ese relato con mucho mensaje encriptado, con una doble lectura entre versos y con el título, totalmente ambiguo, de ¿me creerías? Encaja, ¿o no?

Y, ahora, vosotros estáis pensando: esta chica se imagina cosas raras… ¿Seguro? Yo me remito a las pruebas presentadas, a que después de ese día y de analizar mi blog detenidamente por los servicios de espionaje o bots de aquel país y ver que soy una simple ciudadana que lo único que pretendo en escribir y nada más, que no hago daño ni a una mosca y que tengo menos peligro que un osito de peluche, abandonaron su espionaje, mi blog volvió a sus números normales y ya… Pero, quizá, sin pretenderlo, ciertas palabras (Miguel y Luis dirán que es el SEO), han hecho cuestionarse lo mismo a un comité de expertos en ciberseguridad.

¿Qué opináis? O si alguien sabe la respuesta a todas esas visitas de un lugar tan alejado por favor que me lo aclare. (Por cierto, en Rusia tampoco conozco a nadie y hay 28 visitas). Y si nadie sabe nada, por favor, los habitantes de dichos países que han visto el blog, por lo menos decir hola, el Google Translate va muy bien para traducir... ¡Ah! Y no, de momento no entra en mis planes traducir los libros a ningún idioma y, lo siento, no hago envíos tan lejos.