Y una estrella
apareció en el cielo,
a ella la siguieron,
de ella se prendaron,
les guiaría hacia aquel
que era llamado
rey de reyes,
profeta de profetas,
el salvador del mundo,
al que todos amaba
y que pocos conocen.
Le obsequiaron
con lo mucho o poco
que poseían:
oro,
incienso
y mirra.
El Niño, en el portal,
no lo apreciaba;
pero quedó reflejado
y ahora lo sabe.
Siglos después,
la historia los recuerda
y en su homenaje
hacemos lo propio
con nuestros allegados,
sin saber que,
arriba en el cielo,
una estrella nos mira,
nos ilumina
y nos fortalece;
será esa la que,
verdaderamente,
un día
nos guiará,
nos indicará
el camino que,
igual que ellos,
tenemos que seguir.
Y el Niño, en su portal,
nos esperará.
Mercedes Soriano Trapero
Foto: pixabay
Muy bonito Merche, muy adecuado para la fecha. Saludos y espero que los Reyes te hayan dejado muchos regalitos.
ResponderEliminarMuchas gracias Ana. Tus comentarios siempre son un regalo. Un abrazo. :)
EliminarBonito y profundo, tu poema. yo también me pregunto a ceves qué estrella será la que nos toque seguir, y quién nos esperará al final de su estela. Encantada de leerte.
ResponderEliminar¡Feliz año nuevo!
Muchas gracias por tu comentario y tus palabras, estás en tu casa, pásate por aquí siempre que quieras, un verdadero placer contar contigo. ¡Feliz año nuevo! Un abrazo. :)
EliminarMuy bonitas letras/ Me quedo por aquí. Feliz 2023
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y me alegra que quieras quedarte por aquí, estás en tu casa, pásate por aquí cuando quieras. ¡Feliz año! Un abrazo. :)
Eliminar