Historia para el VadeReto de abril del blog Acervo de Letras
Estaba aburrida, muy aburrida, demasiado aburrida para mi propio estado de ánimo, que divagaba entre el cansancio, el sueño, el abatimiento, la tristeza y la saudade… Un buen libro me sacaría de ese estado catastrofista en el que estaba cayendo. De entre mis ejemplares, un librito de poesía asomó su lomo, su minúsculo lomo, por entre los grandes clásicos de la literatura; provocador, sin duda, me dejé cautivar por él, era un libro de poesía, lo mejor para mi ánimo: corto, atractivo, sugerente…, cada poema sería la salvación de mi alma y de aquellos minutos que se estaban dilatando sin saber por qué.
Me senté en mi sillón favorito y comencé a disfrutar de aquel sabroso manjar. En un principio, pasaba las páginas sin detenerme en las palabras, sin darme cuenta de lo que estaba leyendo, como un observador de las estrellas en una noche de verano que mira aunque no sabe lo que ve; pero, de pronto, tropecé con un cuarteto que, embriagador, me quebró el alma, los tercetos que le siguieron, sin embargo, soldaron mi espíritu y me introdujeron en las palabras, en las páginas, en el libro.
Saltando sinalefas y cabalgando en los encabalgamientos, me vi envuelta en un mar de sabores que la sinestesia continúa de esa poesía me provocaban. Los cinco sentidos yacían tamborileando al corazón y al alma que, de la mano, me recorrían azuzando al intelecto y divagando por el universo. ¡Oh, qué alegoría maravillosa aquella que mis ojos deletreaban! ¡Qué placer más puro el que mi piel sentía! Sílaba tras sílaba, más me enajenaba y más me perdía.
No es hipérbole si quiera esto que describo, pues entre metáforas y oxímoron mi cuerpo se derretía. ¿Cómo puede una palabra, una frase, tal vez una estrofa, hacerte emocionar tanto? ¿Cómo puede una composición, una égloga, una oda, tal vez un soneto, soliviantar al alma? Una lágrima recorre mi mejilla, mientras la boca sonríe en un ritmo frenético de versos, figuras y caricias… Bendito poema y bendito poeta que con su lirismo el alma sueña, mientras la mente olvida.
Un sonido agudo, chirriante, atronador, me devolvió al mundo, a la realidad de mi casa. Llamaban a la puerta y, conforme avanzaba por el pasillo, iba soltando hipérbaton, paralelismos y epítetos que se habían adherido a mi piel, salvándome del aburrimiento. El libro, el pequeño provocador, reposaba en mi mesita a la espera de que mis sentidos continuaran perdiéndose con él. ¡Ansiada pérdida a la que ansiaba volver!
Merche, cumpliste a la perfección con lo que este reto pide, haciéndolo además agradable en su lectura pero, eso sí, me has mandado a consultar el diccionario, obviamente no las recuerdo todas.
ResponderEliminarMuchas felicidades y un abrazo grande 🌹
Hola Maty, graciasssss. Tu comentario me recuerda que debía haberlo indicado, cada palabra tiene el enlace para el diccionario, pero no lo he recordado al final, ahora lo pongo. Muchas gracias. Un abrazo. :)
EliminarMuy bonito Merche, felicidades. Eso sí, has superado con creces la premisa de José Antonio de utilizar, al menos, tres palabras "raras". Pero todas muy bien utilizadas y colocadas. Magnífico relato. Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias Antonio. Un abrazo. :)
EliminarUn collar de terminos para componer una historia y hasta consigues embellecerlos porque algunos son realmente feos, según pienso yo.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias. Un abrazo. :)
EliminarHola, Merche.
ResponderEliminarCon tus palabras, con tu sensibilidad, con tu arte, has sabido llevarnos al mismo mundo fantástico y poético que disfruta la protagonista de tu relato.
Las palabras "raras" son maravillosos complementos de esa preciosa poesía que nos regalas. Felicidades. Un bello regalo para el VadeReto.
A propósito, esa abrupta salida de la ensoñación lectora me ha recordado las que me suelen ocurrir a mí también. Yo, en cambio, no voy a abrir soltando hipérbatons, paralelismos o epítetos; Más bien, hipérboles, metáforas y pleonasmos. XD
Muchas gracias por tu participación.
Un Abrazo
Hola, José Antonio: jajajajaja, sí, me leíste el pensamiento y, en un principio, pensé en utilizar algún tipo de hipérbole muy hiperbolizada por haber interrumpido ese placer, pero después decidí no ponerlo pues rompía, como bien has dicho, con la sensibilidad del momento. Pero realmente es así, cuando me interrumpen si estoy leyendo o escribiendo, no suelo ser tan "fina". Tenía que utilizar todas esas palabras "raras" porque siempre que explico las figuras retóricas a mi alumnado, siempre me dicen lo mismo: qué palabras más raras, cualquiera se aprende eso... Entonces tenía que ser el relato así por fuerza, un homenaje a ellos también. Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo. :)
EliminarPues me encanta la idea y también que seas compi de enseñanza. 😍💜
EliminarUn mes de estos te pido consejos para hacer un VadeReto en el que haya que usar esas figuras retóricas. Lo tengo en mente, pero antes me las tendría que aprender (recordar) yo. Lo dejamos en la agenda. Abrazoooo.
Cuando quieras José Antonio, por aquí andamos. Será un auténtico placer. Un abrazo. :)
EliminarHola Merche, un relato muy original, me ha encantado, sobre todo el último párrafo donde la protagonista va "soltando" todo de regreso a la realidad. Es verdad que la literatura, en todos sus géneros, tiene ese potencial de "perdernos" y de abstraernos del mundo. Muy buenas palabras "raras" Merche. Saludos.
ResponderEliminarHola, Ana, sí, la literatura es el arte de las perdidas y los encuentros. Gracias por tu comentario. Un abrazo. :)
EliminarMe sorprendieron mucho esas palabras raras intercaladas que le dan un sentir muy original a la historia que atrapa, gracias Merche, abrazo
ResponderEliminarLa magia de la poesía que también se encuentra en esas rarezas. Gracias por tu comentario. Un abrazo. :)
Eliminar¡Qué hermoso relato, Merche!
ResponderEliminarUn homenaje a la poesía, sentido, disfrutado y muy original.
¡Enhorabuena!
Besos.
Muchas gracias Carmen. Un abrazo. :)
Eliminar¡Ejercicio de gran erudición!
ResponderEliminarGracias, pero, en absoluto, me considero una erudita..., solo profesora a la que su alumnado, cuando explica las figuras retóricas, siempre le dicen que son palabras muy raras, así que el relato tenía que contenerlas... Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo. :)
EliminarBonito relato y reto cumplido, enhorabuena por hacernos pasar agradable rato con tu escritura. Un saludo de ANTIGÜEDADES DEL MUNDO.
ResponderEliminarMuchas gracias. Un abrazo. :)
EliminarQue bueno Merche que el libro te despertara tantas emociones, y es que cuando empezamos a leer nos perdemos en ese maravilloso universo. Me gustó mucho. Muy buena elección de palabras. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Nuria. Un abrazo. :)
EliminarBuen lugar la poesía para poder perderse en ella.
ResponderEliminarDejarse llevar por su rima y/o su cadencia.
Sentirla, mecerla.
😊🌻
Así es. Gracias por tus palabras. Un abrazo. :)
Eliminar¡Vaya reto, Merche!
ResponderEliminarNos has llevado de cabeza a disfrutar de lleno en todo el esplendor del Siglo de Oro con la evocación de todos estos términos.
Un fuerte abrazo :-)
Muchas gracias Miguel. Un abrazo. :)
EliminarHola Merche.
ResponderEliminarMe has hecho recordar mis clases de lengua, que me encantaban. ¡Y eso que ya hace quichicientos años de ello! Creo que no te has dejado ninguna sin nombrar. ¡Muy bien empleadas las "raritas".
Es un placer que nos hayas traído la poesía al Acervo.
Un abrazo.
Hola Trujamán, sí, ha sido una clase de figuras literarias o recursos retóricos, jeje, pero esta vez sin exámenes. Gracias por tu comentario. Un abrazo. :)
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