04 mayo 2023

¿Cómo es Naye?

 

      ¡Hola!

      Hoy os sigo hablando un poquito de Naye.




     ¿Cómo es Naye?

    Naye es un Lunay, una raza de duendes que habita en la luna, se caracterizan por su piel de aspecto similar a la luna, su pelo azulado, al igual que sus ojos, sus orejas puntiagudas y ocho dedos. El sol les perjudica, por lo que duermen de día y por la noche nos visitan, ellos se encargan, mandados por su madre, la luna, de velar por nuestros sueños. Naye tiene alrededor de 150 años y ha trabajado con muchos humanos, la mayoría hombres, porque su madre no quiere mandarlo con humanas, no sé qué trastada habrá hecho para que se lo impidan. Y es que es un diablillo, vanidoso, vacilón, travieso, capaz de hacerte perder la paciencia, sin embargo, al final, acabas riéndote de sus gracias. Como veis en la foto, ese es su gesto característico, acompañado de un chasqueo con la lengua; cuando te guiña el ojo, te hechiza y aunque te haya roto tu objeto preferido, por ejemplo, acabas perdonándolo porque Naye es Naye.

   En la luna, con él, conviven más Lunays, pero Naye no me deja hablarte de ellos porque dice que el protagonista es él y que los demás no tienen por qué aparecer aquí, sobre todo Nayu del que tiene unos celos enormes (que no se entere que te lo he dicho). En el libro los descubrirás. 

    Los Lunay son mágicos, pero no pueden utilizar la magia siempre que quieran, solo cuando estén en peligro o su misión en la tierra lo requiera. También saben muchas cosas de nosotros, pero prefieren que seamos nosotros mismos los que se las contemos. A Naye, en concreto, le gusta escuchar, pero odia hablar de sí mismo y, por desgracia, tiene que hacerlo porque, según él, los humanos siempre le hacemos las mismas preguntas. No comprende que un duende así no se ve todos los días. 

   Cuando tiene una misión, se vuelca en ella y en el humano al que debe ayudar, a veces más que ayudar, hace todo lo contrario, entorpecer y algunos humanos se han enfadado mucho con él, aunque terminan aceptándolo, porque si no lo hacen, se pone a cantar y créeme, que Naye se ponga a cantar es lo peor que te puede pasar.

      -Ya, Merche, no cuentes más, que a este paso no van a leer el libro.

      -Ah, no quieres que siga hablando de ti...

     -De mí sí, mi estupendo cuerpo da para cuatro libros por lo menos, pero no es necesario que lo descubras todo, que a los humanos hay que daros todo hecho.

      -Vale, lo dejo ya, entonces...

      -Eso me gusta, que cumplas mis órdenes, pues hala me voy a dormir. 







5 comentarios:

  1. Merche, te pasas! Ja así decimos aquí cuando sorprendes con algo y me estoy enamorando perdidamente de Naye. Adoro tu creatividad y tu mundo mágico. Me has hecho feliz esta que aquí es mi noche y esperaré a Naye, debo hablarle.
    Muuuuchos abrazos!

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    1. Mil gracias Maty. Naye te roba el corazón, es un trasto, pero es taaaaan mono, jeje (y que no me oiga, que verás lo pesado que se pone). Un fuerte abrazo. :)

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  2. ¡Hola, Merche! Encantado de conocer a tu personaje, además me gusta que tenga límites a su magia, esa es la clave para que las situaciones de la novela sean atrapantes y que las soluciones sean sobre todo humanas, que es la única forma de solucionar algo de verdad. Un abrazo!

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  3. Eso es que lo he sabido hacer bien, jeje. Muchas gracias. Un abrazo. 😊

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