Las estaciones 2.

 

Continuación de este microteatro:

https://literatureandfantasy.blogspot.com/2023/03/las-estaciones.html

Otoño: pero Primi, hermosa, ¿qué estás haciendo? Te pareces a mí y te van a cambiar el nombre, ya verás, te van a llamar Primavoño y luego te cantarán... Primavoño, Primavoño, nos tienes hasta el...

Primavera: ¡cállate!

Otoño: iba a decir hasta el moño, Primi, hija, estás tan susceptible como yo... Anda, deja de llorar ya... Cuéntame, ¿qué ha ocurrido?

Primavera: (llorando) pues que Verano no me ha dejado disfrutar de mi estación, ha estado ahí todo el rato, cuando me descuidaba, subía las temperaturas, ¡me ha marchitado las flores antes de tiempo! 

Otoño: perdona, Primi, es que se nos escapó. Invierno estaba dormido y yo, pues, es que no lo aguanto... Perdónanos...

Primavera: solo teníais que hacer eso: retenerlo... Y nada, ayuda poco...

Otoño: bueno, para ya de llover que a este paso nos vamos a inundar hasta nosotros.

Primavera: es que me ha enfadado tanto Verano, que yo quería en abril regar mis florecillas un poquito con mi regadera y como él no me ha dejado, he dicho, pues hala, ahora regaré con un cubo...

Otoño: y vaya que con un cubo, el más grande que tenías, ¿no? Bueeeeno, como hace falta el agua, sigue si quieres, pero recuerda que quedan quince días para que entre Verano y debes dejarle el tiempo poco a poco.

Invierno: (apareciendo en escena) nada, que dice que no quiere explicarse, que está enfadado con Primavera y no quiere verla.

Primavera: pues me parece bien. (Se marcha enfadada).

Invierno: madre mía, cuánto trabajito me dais, estáis siempre a la gresca... Y luego los humanos se quejan...

Otoño: ¡anda! Habló el "cálido", que cuando le da por ser frío, échate a temblar.

Invierno: hay que compensar vuestros tiempos...

Otoño: sí, claro... (Se calla cuando ve aparecer a Verano tímidamente).

Verano: ¿se marcha ya esa? ¿Puedo salir yo o qué?

Otoño: me voy, no soporto a este calienta...

Invierno: ¡Otoño!

Otoño: iba a decir tierra, calienta tierras... ¡Qué barbaridad! ¡Cuánta susceptibilidad hay hoy por aquí! ¡Y luego soy yo el inestable! (Se marcha relatando).

Invierno: (enfadado) ¡estoy cansado, quiero dormir y no me dejáis entre unos y otros!

Verano: oye Verno, oye, a mí no me des la brasa que yo bastante tengo con la loca esa.

Invierno: ¡te lo he dicho mil veces, In-vier-no, me llamo Invierno, no me toques más el clima! ¡Y ahora siéntate aquí y quietecito, hasta que Primavera no termine, ni aparezcas!

Verano: pero, pero...

Invierno: (interrumpiendo a Verano). ¡Ya! No se hable más, y como me entere de que molestas a Primavera, entro en tu tiempo y te monto un huracán, ¡¿está claro?! Pues hala, ya lo sabes, estás advertido... Me voy a dormir.

Verano: ¡bah! Están todos locos y luego soy yo el incomprendido, cuando todos me adoran y no pueden vivir sin mí. Je, je, tranquilos humanos que ya mismo me cuelo entre las nubes sin que estos se den cuenta... Ya veréis ya... Je, je...

Mercedes Soriano Trapero

Foto: pixabay