Microteatro para el reto del Acervo de Letras
Se abre el telón
El escenario aparece oscuro, al subir el telón solo un foco ilumina la parte central del mismo. Un personaje aparece tumbado en ese lugar, a su lado una moto en el suelo con diversos destrozos, poco a poco comienza a despertar y según se incorpora, una luz va iluminando el fondo del escenario con esta imagen.
Daniel.- (Al despertar, se palpa brazos y piernas comprobando su estado, después se da cuenta de la imagen del fondo y se asusta). ¿Quién eres? ¿Qué es eso?
(Un graznido con una racha de viento se oye en todo el recinto).
Daniel.- (Asustado). ¿Qué ocurre? ¿Dónde estoy? Esta es la carretera por la que iba circulando. No recuerdo cómo me caí, pero era de día…
(Se levanta poco a poco, le cuesta andar, está conmocionado, intenta levantar la moto pero no puede. Otro graznido recorre el lugar).
Daniel.- ¡Vale! ¡Si es una broma, no tiene gracia!
(El viento recorre el lugar, llega hasta el público. El hombre se arrodilla, se lleva las manos a la cabeza).
Daniel.- ¿Qué ha pasado? No recuerdo cómo me caí… ¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí?
(Una voz en off, tétrica, con eco, aparece de repente).
Voz en off.- Rompiste las reglas y, ahora, lo tienes que pagar.
Daniel.- ¿Las reglas? ¿Qué reglas?
Voz en off.- Cuando el cuervo levante el vuelo, tu tiempo habrá acabado.
Daniel.- ¿Estoy muerto? ¿Voy a morir? ¿Qué quieres de mí? ¿Quién eres?
Voz en off.- Rompiste las reglas.
Daniel.- ¿Qué reglas? ¡Yo no he roto nada!
(Se pone en pie de nuevo, con desesperación intenta mover la moto, esta parece anclada al suelo. Asustado decide irse de allí, le da igual la moto. Al avanzar, comprueba que no puede ir hacia ningún lado, no puede salir del círculo que marca la luz que lo ilumina).
Daniel.- ¡Déjame marchar! ¡Yo no he roto ninguna regla!
Voz en off.- Rompiste las reglas.
Daniel.- ¡No! ¡Me caí, yo no tuve la culpa, no he atropellado a nadie!
Voz en off.- Rompiste las reglas.
Daniel.- ¡Vale! Quizá iba un poco más rápido de lo permitido, ¡pero no había nadie! ¡La carretera estaba desierta!
(Un graznido recorre el lugar, acompañado de un sonido de aleteo de pájaros).
Daniel.- ¡No! ¡No te muevas! ¡No te vayas! ¡No quiero morir!
Voz en off.- Tu tiempo se ha acabado.
Daniel.- (Llevándose las manos a la cabeza, cae de rodillas ante la imagen). ¡De acuerdo! ¡Lo siento! ¡Seas quién seas, perdóname! ¡No lo volveré a hacer! ¡Por favor, por favor! ¡Soy muy joven para morir!
(Vuelve a oírse el aleteo de los pájaros. El hombre llora desconsoladamente con la cara pegada al suelo. De repente, todo se queda negro, ninguna luz ilumina el escenario y la imagen del fondo se difumina poco a poco. Un viento frío recorre el lugar. Comienzan a oírse diferentes ruidos, risas estridentes, gritos, graznidos, una moto en una carretera, los sonidos van de menos a más y cuando el lugar retumba, de golpe, se apaga todo. Varias luces aparecen, enfocan el escenario y una imagen. Amanece).
Daniel.- (Levantándose asustado). ¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado? ¿Y el cuervo? ¿Y los ojos?
(Va hacia la moto y consigue levantarla, la examina. De repente suena el móvil, lo coge asustado).
Daniel.- Raúl, tío, no sabes lo que me ha pasado… Pero dime, ¿me oyes? ¿Estoy vivo? (Escucha). No me vaciles, tío, de verdad, no sé cómo me caí, la moto está destrozada, creo que no arranca, tienes que venir a por mí. (Escucha). ¡Yo qué sé, tío, no sé dónde estoy! Espera, te mando la localización por wasap. (Escucha). ¿Qué dices, tío? ¡No me vaciles, joder, que no estoy de humor! Cómo que no tienes wasap, pero si me estás llamando desde tu móvil, tío… (Escucha, asustado, se agacha, se apoya en la moto). ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡Tú no venías conmigo en la moto! ¡No, tío, iba yo solo! ¡No! ¡No!
(Una voz en off aparece en el escenario, es Raúl).
Raúl.- Te rogué que fueras más despacio, tú te reías, me decías que no había nadie, que había que probar lo que tu moto era capaz de hacer. Resbalamos, salí volando, mi cuerpo rodó por la montaña y me abrí la cabeza con las rocas, posiblemente no encuentren mi cuerpo. Tú parece que tuviste más suerte, la muerte te ha dado una segunda oportunidad porque estás viendo amanecer.
(En el escenario solo se oye el llanto desconsolado de Daniel).
Se baja el telón
Una escena de pánico y angustia, no saber que te pasa, donde estas , remordimientos. Has logrado transmitir. Un besote, buenos días.
ResponderEliminarHasta a mí me asustó cuando lo leí después de escribirlo... Gracias Campi.
EliminarUn abrazo. :)
¡¡¡Guuuuaaaauuuu!!!
ResponderEliminarMenos mal que lo leí de día y hambriento (porque así mi estómago distrae mis pensamientos). Qué buen partido le has sacado a la foto, Merche.
Llevas la intriga hasta el final y nos mandas una muy buena reflexión sobre esos estúpidos retos innecesarios. La verdad es que yo no soy muy motos, las tres veces que me he montado, siempre de paquete, express con sobrepeso, he estado a punto de caerme; prefiero las cuatro ruedas.
Una obra que tiene una magnífica puesta en escena. Felicidades, maestra. Aplauso merecido.
Muchas gracias por el regalo para el VadeReto.
Abrazo grande.
P.D. Lo de la música de fondo es un puntazo, la he tenido que apagar a media lectura. XD
Hola José Antonio, no suelo escribir nada de miedo, terror y demás, pero... a veces sale, será la primavera que todo lo altera, hasta la escritura, jeje. La imagen que pusiste me inspiró eso, así que ella tiene la culpa... Muchas gracias por el reto.
EliminarUn abrazo. :)
Un final inesperado y triste. La sorpresa que se lleva Daniel. Muy buena escena Merche. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Nuria.
EliminarUn abrazo. :)
Hay mitos que afirman que los cuervos son amigos de la muerte porque estaban presentes en las luchas y guerras. Supongo que tú historia está inspirada en ellos. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Federico. El cuervo se asocia a la muerte, sí, por ahí "iban los tiros".
EliminarUn abrazo. :)
Un escena extraña, cuanto menos inquietante
ResponderEliminarBien narrado. Un abrazo
Muchas gracias, Albada.
EliminarUn abrazo. :)
¡Eriza la piel! Estupendo, calidad Merche. Abrazo grande!
ResponderEliminarMuchas gracias, Maty. No me gusta escribir cosas de miedo, pero...
EliminarUn abrazo. :)
Una escena muy bien lograda el terror, el desconocimiento se va apoderando y ese final inesperado, muy bueno, abrazo Themis
ResponderEliminarGracias, Themis.
EliminarAbrazo. :)
Un trabajo que pone muy en alto el Vadereto de este mes. Un microteatro que nos pone los pelos de punta y nos inquieta pero también nos hace reflexionar. Genial Merche. Me encantó. Saludos.
ResponderEliminarMil gracias, Ana, hice el VadeReto dentro de mi zona de confort del género, no del tema...
EliminarUn abrazo. :)
Una escena inquietante y angustiosa, pero bien llevada y con un final que hace pensar. Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
Gracias por pasarte, Lady.
EliminarUn abrazo. :)
Tremeda la escena que nos presentas, tanto por el accidente como por la aparición del amigo difunto! Yo si que lo estoy leyendo de noche y espero que no me sugestione y se cuelen los personajes en mis sueños! Je, je! Un abrazote Merche!
ResponderEliminarHola Marifelita, espero que hayas dormido bien, jeje. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
Qué trágico... Pero parece ser que es lo que se merece por no moderar su velocidad.
ResponderEliminarCreo que es de lo mejor que he leído tuyo.
Un abrazo.
Muchas gracias, Mercedes. Fíjate y a mí no me terminó de convencer, normalmente lo que menos me gusta a mí, es lo que más gusta a los demás y viceversa... Curioso.
EliminarUn abrazo. :)
¡Aplausos! :) Desde mi butaca me levanto... y aplaudo. Todavía oigo al cuervo y el llanto del muchacho... Muy buena historia, una tragedia, con todos los efectos de luces y sonidos de una obra teatral. Me ha encantado lo bien que has llevado el suspense a raíz de la imagen de los ojos en el aire.
ResponderEliminar¡Felicidades!
Un abrazo :)
Hola Maite, muchas gracias, no es mi tema favorito: el miedo, pero la foto me inspiraba eso, así que decidí unirlo a uno de mis géneros de zona de confort y salió así.
EliminarUn abrazo. :)
Qué bien has transmitido esos remordimientos y como se comienzan a revisionar los momentos y efectos del accidente. Para toda la vida.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)
Gracias, Miguel.
EliminarUn abrazo. :)