28 junio 2025

Anoche soñé contigo.

 

Relato que ha participado en el 47 concurso del blog El Tintero de Oro

Gala de premios

Gracias a todos los que han votado por este relato, 

al resto de ganadores, a todos los participantes

y a todo el Tintero de Oro.







Anoche soñé contigo, nos besábamos con pasión en aquella cabaña destartalada. Tus manos recorrían mi cuerpo y tu lengua las acompañaba, haciendo que mi piel se erizara, calentándome todos mis sentidos. Mi sexo palpitaba, quería de ti, quería que me penetraras y llegaras hasta mi alma, solo así podría calmar la terrible sed de ti…

Tu rosa roja


Ese primer texto, que apareció en el periódico en el especial de abril, fue el detonante de lo que ocurrió a continuación. El mencionado diario se llenó de quejas y, al mismo tiempo, de alabanzas: “¿cómo se les ocurría publicar aquella aberración?”, clamaban unos; “¡sí, libertad sexual!”, opinaban otros. La persona que se escondía tras aquel sugerente seudónimo, mujer con total seguridad, era desconocida para todos, hasta para los empleados del periódico. Solo el director del mismo conocía su nombre y bajo su propia responsabilidad había decidido publicarlo, con la intención de remover conciencias, como él mismo declaraba en el editorial días después, contestando e intentando apaciguar las voces en su contra que se habían levantado.


Te deseo, como nunca he deseado a nadie. Deseo tu cuerpo, tu piel pegada a la mía en un abrazo eterno… Tus besos, ¡oh, tus besos! ¡Qué bien besas! Mis labios se amoldan a los tuyos y tu lengua recorre la mía en un susurro eterno. Me encanta sentirla dentro de mí y entonces, solo entonces, es cuando bajo mi mano y toco tu miembro erecto, ¡qué placer sin igual! Dos enamorados volcados al gozo, a la felicidad mutua, no hay más, no necesito más, no quiero más.

Tu rosa roja


Las ventas se duplicaron. Los diferentes medios de comunicación se hicieron eco de la noticia. El debate social estaba en boca de todos:

Una mujer no debería escribir eso. Es una descarada.

¿Por qué no? Las mujeres también tienen derecho a sentir placer.

Seguro que es un hombre, un escritor bohemio, un viejo verde. No tiene por qué ser mujer.

Un periódico de ese prestigio no debería publicar esos textos.

Es literatura, ¿por qué no debería hacerlo?

¡Es una vergüenza!

La vergüenza es que se tenga que ocultar, por ser mujer o por lo que sea. Tendría que haber más libertad.


No te vayas, por favor, no me dejes. Déjame amarte un minuto más, un segundo más. Deja que mi lengua te recorra entero, para que tu sabor permanezca en mí hasta que la muerte me lleve con ella. ¡Ven, mi amor! ¡Ven! Acaríciame como solo tú sabes hacerlo, como solo tú me tocas. Llévame al éxtasis con tus movimientos, con tu lengua, con tu mano y dejemos que el mundo se olvide de nosotros por un momento; y dejemos que nosotros nos olvidemos del mundo por un momento.

Tu rosa roja


Detrás de aquel primer especial de literatura, llegaron otros, a petición popular; y aunque el periódico había perdido antiguos suscriptores, nobles de la más pura aristocracia de la época, había ganado otros y, sobre todo, había despertado a las masas. Grupos de jóvenes, en su mayoría mujeres, comenzaron a manifestarse pidiendo más libertad, reclamando justicia para su persona. Sus reivindicaciones llegaron, incluso, al gobierno, formado, en su mayoría, por hombres y, para sorpresa de todos, fueron escuchadas, solamente escuchadas.

Al periódico llegaban todos los días miles de cartas para “tu rosa roja”. Querían hablar con esa persona, conocerla, e, incluso, publicar sus escritos o, en el lado contrario, ajusticiarla por su falta de vergüenza.

Hasta que la bomba cayó por su propio peso.


Hace días que no te veo, trabajo me dices. Todas las noches te recuerdo, aunque no quiera, mis sueños húmedos me despiertan. Las contracciones de mi sexo pidiéndote a gritos y la oleada de calor que experimento, me recuerdan los buenos momentos que hemos pasado. No sé si volveremos a vernos, me temo lo peor, pero te aseguro que no habrá nadie como tú. Yo solo quiero pasármelo bien y tú también, pero supongo que la sociedad no lo ve así, no hacemos daño a nadie, tanto tú como yo somos libres, ¿por qué ese rencor? La vida ya es demasiado dura para, encima, vivir reprimidos. Seguirás mío en el recuerdo y quizá, ¡quién sabe!, algún día vuelva a tenerte entre mis brazos.

Tu rosa roja


Seis meses después de que apareciera el primer texto en el periódico, este fue censurado y cerraba sus puertas, dejando a muchos trabajadores en la calle y a un director huido del país por las represalias que pudiera tener. La sociedad aclamó esa decisión y los pocos que los defendieron fueron, de forma paulatina, callando sus bocas, por miedo; al igual que los grupos de mujeres que se habían manifestado. Había quedado claro que el mundo no estaba preparado para ninguna “rosa roja”.

Nadie intentó averiguar la identidad de aquella desconocida y pronto todos se olvidaron de ella. Aunque sus textos fueron recortados y guardados en los cajones de las mesitas de noche de muchos hombres y muchas mujeres, los primeros para soñar despiertos y las segundas para soñar dormidas.



Mercedes Soriano Trapero
Para el blog El Tintero de Oro


34 comentarios:

  1. Merche, muchísimas felicidades por ese tercer puesto y por ese tintero de bronce más que merecido. Te has marcado un relato valiente, provocador y muy bien hilado, que no solo reivindica el deseo, sino también el derecho a contarlo.

    Me ha gustado muchísimo cómo entrelazas las cartas íntimas con la reacción social que generan: ese contraste entre lo privado y lo público, entre el placer personal y la censura colectiva, está muy bien manejado. La historia crece a partir del deseo, pero lo que realmente arde no es el sexo, sino el miedo de una sociedad que no está preparada para una mujer que habla sin tapujos.

    Y lo llevas todo con una naturalidad que desarma. No hay poses, no hay efectismo: solo una voz que se defiende a través del placer, del amor libre, del recuerdo que persiste incluso cuando el mundo elige mirar hacia otro lado.

    El cierre es tan certero como melancólico. Esa Rosa Roja que desaparece en silencio, pero permanece escondida en los cajones, en las mesillas de noche, es un símbolo brutal: porque las voces silenciadas no mueren, solo esperan.

    Una historia con alma, piel y conciencia ¡Enhorabuena!

    ¡Un fuerte abrazo!

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    1. Muchas gracias, Miguel, quise reivindicar muchas cosas con este relato y el anonimato me sirvió para eso, para dejarme llevar. Luego, después de mandárselo a Bruno, pensé en decirle que lo quitara, jajajaja. Y es que la sociedad, uufff, puede ser muy cruel.
      Enhorabuena también a ti por tu mención.
      Un abrazo. :)

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  2. Wow Merche, me encantó cuando lo leí, nunca hubiera imaginado que lo habías escrito tú porque me parece que no te había leído algo de este tipo. Me gusta cómo pones de manifiesto la censura que aparece a veces ante las cosas que disgustan a los que quieren dirigir nuestras vidas, los dueños de los medios de comunicación con su falsa moral y doble discurso. Muy merecido el Tintero de Oro compañera, aprovecho para felicitarte de nuevo.

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    1. Hola, Ana, muchas gracias, sí, salí de mi zona de confort con este relato. No quería que se me conociese y, a la vez, quería reivindicar muchas cosas con él. El reto del anonimato me sirvió para lanzarme. Después casi le digo a Bruno que lo quite, jajajaja.
      Sí he escrito varias cosas así, de este estilo, pero no he publicado mucho. Temor a la censura, supongo, a la sociedad que a veces es muy cruel y que a me tachen de cosas que no son, solo es un relato. Me gusta escribir de todo.
      Ni por asomo me esperaba ese resultado, para nada. De hecho entré a publicitar la gala por las redes sociales y después de publicitarla entré a leerla, jajajaja, no esperaba estar ni entre los diez primeros, fíjate, y tan convencida estaba que ni me preocupé en leerla hasta después... Madre mía, menuda sorpresa me llevé.
      Un abrazo. :)

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    2. Te lo mereces y son de las sorpresas gratas ¿no? Pues ahora, a seguir explorando esa faceta... jejeje.

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    3. Sí, sí, claro, de las muy gratas, jeje.
      Muchas gracias, Ana.
      Un abrazo. :)

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  3. ¡Enhorabuena por tu bronce, Merche!!
    Qué buen texto; no pude imaginar a su osada autora anónima..., jjaja :). Pero cómo no, si tus textos atizan conciencias y además están los diálogos tan tuyos... ¡si parecen verse en acción!
    Un besazo y muy feliz verano:)

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    1. Hola, Maite, mil gracias. Sí, quise salir de mi zona de confort y a la vez reivindicar muchas cosas. El anonimato me sirvió para eso. Como le digo a Ana, tengo varios relatos escritos así, pero no he publicado mucho al respecto.
      Feliz verano para ti también.
      Un fuerte abrazo. :)

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  4. Hola Merche, no se me hubiera pasado por la cabeza que fuera tuyo. No es tu registro habitual, disimulaste muy bien. Que bonitos mensajes, como no soñar con ellos.
    Un abrazo grande🌹

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    1. Hola, Dakota, sí, quise salir de mi zona de confort y reivindicar muchas cosas, además de que no se me conociese. El anonimato me sirvió para lanzarme. Tengo más relatos escritos así, pero es difícil sacarlos, creo que la sociedad no está preparada para "rosas rojas" y paso de crear polémicas que no van a ningún sitio.
      Muchas gracias.
      Un abrazo. :)

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  5. Enhorabuena Merche, un relato que atrapa de principio a fin. Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Nuria. ¿Qué tal? Espero que vaya todo bien.
      Un abrazo. :)

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  6. Hola Merche, un relato muy bien llevado, que le hace honor a todas esas mujeres que tuvieron que esconderse detrás de nombres masculinos o mantenerse en el anonimato.
    Me gustó mucho por la trama, al usar un medio tan popular como un periódico, para publicar cosas tan atrevidas y arriesgadas, una forma de crear consciencia de nuestro rol social, verbal y humanamente sensorial y sexual.
    Y qué bien esa parte en la que dices "Y para sorpresa de todos, fueron escuchadas, solamente escuchadas", porque todavía seguimos en esa marginación impuesta por la sociedad patriarcal y también autoimpuesta por nosotras misma por la educación recibida y la misma censura social que aún prevalece.

    También yo me salí un poco de mi estilo y resultó un relato algo picante, como si las musas quisieran rebelarse, o reivindicarse, ja, ja.

    Que pases un delicioso verano, un abrazo.

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    1. Hola, Harolina, sí, a veces somos escuchadas, pero solo eso. Todavía queda mucho camino que recorrer, pero, poco a poco.
      Buen verano para ti también.
      Un abrazo. :)

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  7. Buenas Merche!
    Vaya historión! nunca me hubiera imaginado que se te ocurriría escribir algo así. Por qué? ...no se. Todavía me sorprendes jajaja
    En el fondo me hace gracia como un intercambio de cartas o mensajes, puede desencadenar semejante escándalo y poner patas arriba medio país, cosa que por otro lado y a estas alturas no me extrañaría nada que pudiera pasar con la censura q

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    1. Hola, Finil, jajajaja, sí, salí de mi zona de confort, totalmente, aunque algunas cosas así he escrito de vez en cuando, lo que pasa que no lo publico. Me lancé porque en temas sexuales todavía quedan muchos muros que derribar por parte de la mujer. Todavía hasta parece que una mujer escriba o hable en los términos que hay en el relato está mal visto. En fin, quería reivindicar muchas cosas y bueno, salió así... (sigo en el otro, jeje).

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  8. vaya..que cosas.. no me terminado y alguna casualidad ha confluido para que se publique cuando hablaba de censura jajaja. He perdido el hilo y todo, pero vamos, me ha gustado mucho el texto y la reivindicación. Solo nos falta que nos quiten el derecho a pensar.
    Un abrazo, escandalosa!

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    1. sí, hay mucha censura todavía, jajajaja, tú la has experimentado hoy mismo, jajajajaja, será casualidad o será, no sé, los misterios de la red.
      Todavía hay muchos mitos y muchos tabúes, supongo que poco a poco se irá reaccionando.
      Gracias.
      Un abrazo. :)

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  9. Qué bueno Merche, que te lanzaste al agua y que lo dejaste publicado pues es otra fasceta tuya que ahí la llevas, tal vez por momentos censurada por ese miedo a lo que dirá el otro, ese otro que también la trae y que de repente no la acepta pues está teñida de otros componentes que reprueba. Nada mejor que ser uno, en lo que sea, y si así lo siente manifestarse sin pedir que nadie apruebe sino que eso nazca de uno mismo y le importe poco ese "qué dirán". Abrazo bien grande y felicidades por ese lugar ganado Themis

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    1. Muchas gracias, Themis. A mí me gusta escribir de todo, solo eso. Era un texto difícil de publicar, pero, bueno, ha obtenido resultados inesperados...
      Un abrazo. :)

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  10. Hola, Merche. Me ha gustado mucho tu relato. También me ha sorprendido, porque se aleja bastante de lo que sueles escribir, pero precisamente por eso me ha parecido valiente. Es un texto atrevido, claro y honesto, con una crítica muy lúcida al puritanismo y a la hipocresía que seguimos arrastrando como sociedad, especialmente cuando se habla de la sexualidad femenina.

    Gracias por atreverte y por contarlo tan bien. Y enhorabuena por ese tercer premio.

    Un abrazo 🤗

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    1. Hola, Beatriz, sí, alejado de mi zona de confort, pero muy reivindicativo, como dices. Todavía quedan muchos muros que derribar en temas como la sexualidad femenina.
      Gracias a ti por pasar, leerlo y comentar.
      Un abrazo. :)

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  11. Hola Merche. Tu texto es un reflejo de la realidad que siempre ha rodeado a las mujeres hasta hace bien poco. Incluso en la década de los noventa y años más tarde campaba por ahí el rastro de la incomprensión, de desdeñar cualquier pensamiento sobre el hecho de que la mujer pudiera disfrutar de las relaciones sexuales. obligadas, silenciadas... claro, eso no quiere decir que en muchos casos la relación no fuese sana y recíproca, pero hay que reconocer que el hombre y su primitivismo al respecto no solía conceder importancia al hecho de que ellas pudieran disfrutar del sexo, estaba hasta mal visto que lo hicieran porque entonces no era una conducta que siguiera una moral recta. El propio hecho de que ella tomara la iniciativa en un encuentro sexual tampoco estaba bien visto.
    Bueno, no me extiendo más. Este relato es trascendente y sirve de reconocimiento a la mujer y el lastre que ha tenido que soportar siempre por un montón de prejuicios sobre su condición biológica o vete tu a saber qué ideas retrógradas habitan aún en la mente de cada hombre.
    Un abrazo. 😊

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    1. Muchas gracias, Marcos, todavía queda mucha represión y hay mucho silencio al respecto.
      Un abrazo. :)

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  12. Merecidísimo bronce, Merche. Enhorabuena. Una denuncia de hipocresías sociales envuelta en romanticismo y con ese recurso tan literario de las cartas que mantiene muy bien el equilibrio entre el puntito de provocación que tiene la historia y lo elegante de la narración. Un gran relato.

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    1. Muchas gracias, Marta. Intenté escribir algo diferente, el reto lo pedía también, jeje.
      Un abrazo. :)

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  13. Hola Merche. Felicidades por ese Tintero de bronce. No te reconocí en el relato, la verdad es que te has salido de tu estilo, o eso pienso, y esa era la idea de la convocatoria. Una ambientación en épocas pasadas en las que ciertos temas atentaban contra la moralidad imperante, tan enclaustrada por las cuestiones religiosas y lastrada por la hipocresía social. Probablemente hoy en día el mismo texto, desprovisto del amparo de la ficción, resultaría igualmente criticado por quienes escudados en nuevas religiones con otros dioses la calificarían de mujer excesivamente sumisa y dependiente de un hombre o algo por el estilo. Que no nos quiten nunca la libertad de expresarnos sin censuras. Un abrazo.

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    1. Hola, Jorge, muchas gracias. No había pensado en esa interpretación: la de mujer sumisa y dependiente del hombre. Mi reivindicación iba por otro lado: la de la sexualidad de la mujer, pero como dices, cada uno lo interpretará como quiera. Libertad de expresión ante todo.
      Un abrazo. 🤗

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  14. ¡Hola, Merche! Enhorabuena por tu merecido Tintero de Bronce. No reconocí tu estilo (casi el de nadie, a decir verdad), pero tu relato me pareció muy valiente y con un aire diferente a los que solemos escribir los asiduos del Tintero. De ahí que me dejaras con la intriga acerca de su autoría. Es un texto que refleja muy bien esa hipocresía de la sociedad según la cual parece que las mujeres no pueden expresar deseo si no es envuelto en varias capas de romanticismo para que no se escandalicen los de siempre. Te felicito por la forma tan original de abordar el tema, con esas misteriosas cartas que despiertan la intriga en el lector.

    Un abrazo grande y feliz verano.

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    1. Hola, Enrique, muchas gracias. Salí de mi zona de confort y arriesgué con esta reivindicación.
      Un abrazo. 🤗

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  15. Hola, Merche.
    Has logrado una mezcla fascinante entrelazando los textos con la crítica social que ha seguido a la publicación en el periódico y cómo éste ha finalizado.
    Un fuerte abrazo :-)

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  16. Las mujeres también tienen derecho a expresar sus deseos más íntimos. Say

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