Se bajó de su flamante utilitario de dos ruedas, enarbolando su bastón y con un cheque en el bolso, a buen recaudo; entró, con paso firme, en el banco y después en el despacho del director. Sin mediar palabra, extendió la mano con su cheque y dijo:
—¿Qué se supone que debo hacer con esto?
—Señora, esto es un cheque en blanco, puede poner la cantidad que quiera.
Sorprendida, la mujer se sentó y tras reflexionar un rato rellenó el cheque de la siguiente manera:
—Páguese al portador la cantidad de salud, amor y felicidad que desee.
Mercedes Soriano Trapero
Para el reto "Escribir Jugando"
Ay, esas cosas no tienen precio.
ResponderEliminarMuy original y tierno, casi inocente, pero sabio.
Un beso.
Gracias Qamar, creo que me has definido, escribo como soy, es inevitable, aunque no soy sabia, más quisiera. Un abrazo 😘
EliminarUn cheque al portador. Estupendo micro Merche. Abrazos
ResponderEliminarGracias Nuria. Abrazos 😘
EliminarHas resuelto con soltura el reto de Lidia. Un microrrelato que guarda una valiosa reflexión sobre lo que verdaderamente importa. Me encantó, saludos.
ResponderEliminarJustamente Ana, eso es lo que importa, el dinero no vale nada si no tienes eso. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo 😘😘
EliminarAy, Merche! Qué bonito. Lo más importante de la vida y no hay dinero que pueda conseguirlo. Ese cheque es una maravillosa fantasía. Muchas gracias por tu aporte al desafío de este mes. Un abrazo grande 💜
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, ojalá pudiéramos tener muchos cheques de esos para regalar a todo el que lo precise. Un abrazo :) :*
EliminarTe felicito por tu blog... es muy inspirador ver tanto potencial para la fantasía y la creatividad
ResponderEliminarMuchas gracias Rafael, te agradezco enormemente el comentario. Pásate por aquí cuando quieras, estás en tu casa. Un saludo :)
EliminarBuenas cosas para un cheque en blanco. Y un deseo muy tierno. Precioso en esta época.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias y mil gracias también por pasarte por aquí. Un abrazo 😘
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