01 agosto 2023

Fragmento de Naye.

 





        ¡Hola!

       Como estamos en verano, Naye me ha pedido que lo lleve de vacaciones, a la playa, a la montaña, donde sea dice y añade: "con tal de no ver a Nayu, donde sea". No pienso hacerlo, por supuesto, solo me faltaría tener a Naye en mis vacaciones, ni que estuviera loca, posiblemente nos echarían del lugar en el que nos alojáramos, no, ni loca... Tendré que inventarme alguna excusa o irme sin que se entere. 

     Para que se dé una vuelta, mientras, he pensado dejar un fragmento de su libro, de su historia con Hugo. A ver si con esto se airea un poco y se le olvidan las vacaciones.

       ¡Nos leemos!



Fragmento del libro:

¿De verdad eres real? ¿De verdad hay otros iguales a ti en la luna?

El duende lo miró con una mueca en su rostro y, sin decir una palabra, tiró al suelo todos los libros de una de las estanterías provocando un gran estruendo. Como era previsible, el ruido despertó a sus padres y, sin darle tiempo a reaccionar, oyó cómo su madre lo llamaba a través de la puerta.

¿Estás bien Hugo? ¿Qué ha pasado?

Nada, mamá, no te preocupes, dijo, abriendo la puerta. Mira, han sido los libros, no he encendido la luz y en la oscuridad me he desorientado y los he tirado sin querer.

¡Qué susto, hijo! Ten cuidado.

Hugo cerró la puerta y se dispuso a colocar los libros, mientras lo hacía, vio cómo su nuevo amigo salía de detrás de unos adornos.

¡¿Por qué has hecho eso?! Lo increpó enfadado.

Para que vieras que soy real y no un producto de tu imaginación.

¡¿Despertando a mis padres?! ¡Vaya ocurrencia! Sinceramente, no sé para qué has venido, por mí te puedes marchar. No necesito tu ayuda ni la de la luna.

Y por mí, encantado de marcharme, pero mi madre se enfadaría mucho conmigo, no tengo muy buena reputación entre los Lunay.

No me extraña nada.

Es que no me gusta perder el tiempo, con lo bien que se está durmiendo, exclamó con suma resignación.

Hugo no dijo nada, terminó de colocar los libros y se tumbó en la cama, dispuesto a dormir, estuviera allí ese ser o no. Bastante cansado y preocupado estaba ya, como para aguantar las insolencias de un duende maleducado, perezoso y vago.

Pero Naye no lo dejó, ni siquiera intentarlo.

No puedes dormirte, no es hora de dormir, es hora de hablar conmigo.

¡Pues no dices que te gusta dormir! Pues vete a dormir.

Nosotros dormimos cuando el sol está en lo alto del cielo.

¿De día? Bueno, pues yo te dejo dormir ahora… ¡Adiós!

No puedo volver a la luna así, tienes que hablarme.

No me apetece hablar con un duende maleducado, quiero dormir, mañana tengo que madrugar.

Está bien… Pues tiro otra vez los libros.

¡Ni se te ocurra!

Hugo, viendo que las intenciones del duende eran ciertas, se abalanzó contra él, tapándole la boca y encerrándolo en la maleta que todavía no había desocupado del todo. Y volvió a la cama.

Naye no se rindió y cuando percibió que Hugo había vuelto a la cama, comenzó a cantar. Este, desesperado, intentó taparse los oídos con la almohada, pero seguía oyéndolo. No sabía lo que cantaba, ni qué canción era, ni lo que decía la letra, pero su voz era horrorosa, le taladraba la cabeza y le impedía concentrarse en cualquier otra cosa y mucho menos en dormir, “cómo un ser tan diminuto puede emitir esos ruidos tan desagradables”, pensaba, “ya se cansará”. Pero no, el duende no se cansaba y ahí seguía, encerrado en la maleta y produciendo esos ruidos tan estridentes que ni siquiera la maleta amortiguaban, pero que, suponía, solo él podía oír, el duende era listo al fin y al cabo. Tras unos minutos de angustia, no pudo más y exclamó:

¡Tú ganas! ¡Deja ya de cantar! Si te saco de ahí, me prometes no tirar nada y portarte bien.

Si hablas conmigo, sí, te lo prometo.

¡Venga! ¡Vale! Hablaré contigo. Hugo no sabía lo siguiente que se le podía ocurrir, así que tuvo que claudicar.

Cuando abrió la maleta, Naye estaba tumbado sobre la ropa mirándolo con una sonrisa traviesa, a la vez que inocente.

Deberías usar suavizante, la ropa huele fatal y está áspera.

                                                  __________________

Naye, disponible en este enlace o escribiéndome, te daré instrucciones para que se porte bien y no te dé muchos quebraderos de cabeza, él, por su parte, te ayudará a cumplir tus sueños... 



6 comentarios:

  1. Hola Merche, por lo que veo Naye es cosa fina ¿ehhh? Muy divertido, me parece muy adecuado como lectura para niños y adolescentes, lo recomendaré. Saludos.

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    1. Hola Ana, graciassss. Bueno, para niños y adolescentes no es un buen ejemplo, jeje. Es para cualquier edad, la verdad, para animarte a cumplir tus sueños y, quizá, es la edad adulta donde más descuidamos esos sueños. De hecho, los co-protagonistas del libro son todos adultos, alguno incluso sénior...
      Un abrazo. ☺️

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  2. No no, yo quiero llevarlo de vacaciones. Dile que no puedo ir a lugares como él quiere, pero dile que tengo lindos gatitos y perritos. Es que no puedo salir, tengo faringitis, pero sé que no se contagia a los duendes. No es tan travieso, sólo es "chispa". Y yo estoy despierta de noche, a qué hora voy por él?

    Abrazos Merche. Ah, también los gatitos me tiran todo, así que estoy acostumbrada. 😊🌹🥳

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    1. Te lo dejo encantada, Maty, aunque te puedo asegurar que es peor que los gatos y los perros, muchísimo peor...,pero te reirás con él y al final se le coge cariño.
      Cuídate esa garganta y el insomnio, la salud es lo primero, mímate y que te mimen.
      Un fuerte abrazo. ☺️

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  3. Muy divertido personaje, travieso, lindo estar con él, gracias Merche, abrazo

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