Microrrelato compuesto para el reto juevero propuesto por Qamar en su blog.
Foto: cuadrocomparativo.org |
Año 3125: las comunidades humanoides del planeta habían tomado el control, las guerras asolaban la tierra y solo un objeto tenía la culpa de todo: un dandi, aquello que en el pasado era conocido y bautizado con el don de la caballerosidad, en ese año y los siguientes, su finalidad no era tan delicada como entonces. El dandi poseía el poder del dinero, de los minerales, de las piedras preciosas, de los materiales que componían, en definitiva, el planeta tierra y todos los planetas del universo. Construido por los antepasados para proteger a la tierra de los males de los humanos, ahora tenía la capacidad de resucitar al mundo y cualquiera que lo tuviera entre sus manos, sería rico en todos los sentidos.
El último gobierno había lanzado una adenda, pidiendo, debidamente, que cesaran las contiendas, los hombres estaban demasiado baldados de tanta guerra y la tierra se resentía. Las consecuencias eran fácilmente deducibles.
Y, por si esto fuera poco, la calidad del aire era pésima, el olor a muerte impregnaba el ambiente, la población se recluía en las ciudades, en sus hogares, esperando la generosidad del cese el fuego de los humanoides.
Pero eso no ocurrió, las comunidades del norte se hicieron con el control del dandi, aplastando a las del sur y alardeando de su poder por todo el universo. La paz murió ese año. Después de aquello, nada volvió a ser igual, el mundo vive con miedo por la sinrazón de unos pocos. La pobreza se adueña del sur, mientras el norte destroza las reservas. Los pueblos piden la fragmentación del dandi para que la riqueza sea igualitaria. Los que lo custodian se niegan y por miedo a más guerras y muerte, el mundo se calla.
Sin embargo, poco a poco, una luz de esperanza aparece entre los corazones de aquellos cercanos al dandi, las palabras: concordia, igualdad, reparto…, empiezan a oírse entre los acérrimos del poder y, quizá, los años venideros de este nuevo siglo que comienza podamos hablar de un nuevo mundo, más justo y equitativo.
Muy buen relato Merche,
ResponderEliminarEn muy pocas palabras consigues plasmar toda una historia perfectamente equilibrada. Me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Hola, Antonio: muchas gracias.
EliminarUn abrazo. :)
¡Qué buen relato! Y de un mundo caótico con esos "humanoides" siempre, siempre LA ESPERANZA. ¿Qué seríamos sin ella?
ResponderEliminarAbrazo grande Merche ❤️🌹
Es necesaria, Maty. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
Un guion para una película de ficcion, todo es posible , el camino que lleva la humanidad es factible que pudiera ser asi.
ResponderEliminarUn abrazo.
Totalmente de acuerdo, Campi. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
Un relato inquietante y con toques muy originales a la vez de otros que son parte de la historia del mundo desde que éste existe. Me gustó el tono esperanzador del final. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana.
EliminarUn abrazo. :)
No se aprende y se perdura con las mismas actitudes por más que el tiempo pase, el final permite por lo menos vislumbrar una esperanza, gracias Merche, abrazo
ResponderEliminarGracias a ti. Un abrazo. :)
EliminarEsta estupendo! me llevaste a ese mundo con mucha facilidad, podría rescatar que el que no conoce su historia esta condenado a repetirla, excelente relato! 👌
ResponderEliminarSí, así podría ser, Miguel, así somos los humanos, tropezamos en la misma piedra dos, tres, cuatro..., y las que haga falta, veces. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
Al menos das un rayo de esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Intento ser optimista, nada más, pero..., no sé yo...
EliminarGracias por pasarte, Alfred.
Un abrazo. :)
La esperanza es lo último que se pierde. Un abrazo, Merche
ResponderEliminarAsí es, Federico. Muchas gracias. Un abrazo. :)
EliminarPues ojalá Merche que los años venideros de este nuevo siglo que comienza podamos hablar de un nuevo mundo, más justo.... Porque vaya un futuro más negro que al final hay un rayito de esperanza. Buen relato. Un abrazo
ResponderEliminarHabrá que creer y esperar la esperanza... Gracias Nuria. Un abrazo. :)
EliminarMuy simbólico lo tuyo, Merche. Camuflado en un relato futurista disruptivo, nos dejas un mensaje político actual muy directo. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Mónica, sí, he sido directa, jeje. Un abrazo. :)
EliminarHola, Merche, nos lanzas a un futuro que está por venir y paa el que hay que prepararse. Cuando avanzamos la lectura nos damos cuenta que es la realidad en la que ya estamos inmersos. Me ha gustado mucho ese mensaje de esperanza al final. Um abrazo!
ResponderEliminarHola, María Pilar, habrá que tener esperanza porque otra cosa... Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
Me gustó mucho el final, Merche. ¡Ojalá se cumpla! La esperanza no debe apagarse...
ResponderEliminarUn besazo juevero
Muchas gracias Dafne.
EliminarUn abrazo. :)
Merche, menos mal que tu relato termina con un canto a la esperanza, que como está el mundo es lo que se puede esperar
ResponderEliminarEsperanza difícil Tracy, pero la tendremos, no nos queda otra.
EliminarMuchas gracias.
Un abrazo. :)
Me gusta ese final en el que se aprecia que hay esperanza.
ResponderEliminarUn buen relato, me gustó, Merche.
Un beso.
Muchas gracias, María.
EliminarUn abrazo. :)
Los del sur, siempre los del sur, tu buen relato futurista, lo encuentro tan argento, no se si sería un dandi, pero ... por lo pronto consigna muy bien reselta.
ResponderEliminarUn abrazo,
Ay, Cecy, sí, siempre los del sur, el mundo está muy mal repartido. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
Muy buen relato futurista pero que ya ha empezado a ocurrir.
ResponderEliminarEsperemos que no llegue tanto horror y se empiece ya a reinar la concordia, la igualdad.
Bien por ese final esperanzador.
Besos
Esperemos... Gracias, Carmen.
EliminarUn abrazo. :)
Me gusta que halla esperanzas en el futuro de ese futuro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Habrá que conservarla... Gracias, Demi.
EliminarUn abrazo. :)
¡Hola, Merche! Un relato excelente donde plasmas también la importancia y relevancia de la esperanza, la cual nunca se debe perder por mi dramáticas circunstancias que estemos viviendo o hayamos vivido; a veces es difícil pero hay que luchar para no darnos por vencidos.
ResponderEliminar¡Un abrazo gigante!
Hay que luchar, sí, por la verdad, la justicia y el respeto. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
mil y pico años más y todo va a seguir igual ! creo que haré caso a Yolanda , me haré muchirico y me apuntaré a uno de esos viaje espaciales, aunque...espero que todo cambie y no ahga falta, en ese caso, reparto el dinero y me quedo como estaba Un abrazo
ResponderEliminarIgual o peor, Rodolfo... Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
Me huele a utopia utópica. cuando alguien atesora tanto poder es problemático el uso justo. Ya sabes: el poder corrompe y el poder absoluto...
ResponderEliminarhay que dividirlo urgentemente.
Original y transgresor relato.
abrazoo
Totalmente utópico, Gabi, así es. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
Veo que el año 3125 se parece bastante a estos últimos, nos faltaría un dandi claro...que triste que el paso del tiempo no cambie la condición humana. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarEs verdad, Molí, a veces creo que en el futuro se repetirán las mismas cosas que ahora, involución total. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
Las guerras y el miedo llevan anclados muchos años en la sociedad donde nos ha tocado vivir. El enfrentamiento entre el norte y el sur que tan bien describes en tu relato se puede traducir en el actual conflicto que asola el mundo con focos de muerte permanentes. Cuando crees que ha desaparecido un foco prenden otro. ¿Hasta cuándo?
ResponderEliminarGracias por compartir relatos como este.
Saludos
Eso me pregunto yo, Marcos. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
Desesperanzador pensamiento en un año tan alejado se sigan sucediendo situaciones así
ResponderEliminarUn abrazo
Pues sí, la verdad.
EliminarGracias por pasarte.
Un abrazo. :)
Dicen que en medio del caos se produce un crac con el que viene el equilibrio. Tu relato así lo muestra al pasar de la oscuridad a ese halo de esperanza.
ResponderEliminarMiles de gracias por sumarte a la convocatoria y suerte en la tuya
Un beso enorme 😚
Muchas gracias Qamar, a ver qué sale de la mía.
EliminarUn abrazo. :)
Hola, Merche.
ResponderEliminarComo relato futurista casi distópico con un final esperanzador funciona muy bien. Enhorabuena.
Lo peor es que lo sitúas dentro de once siglos y seguimos exactamente igual. ¿No tenemos remedio?
Un fuerte abrazo :-)
Hola, Miguel. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo. :)