Microrrelato para el reto juevero propuesto por Molí en su blog.
Decidimos pasar el puente en casa, queríamos descansar por los viajes que habíamos tenido los días anteriores. Levantarse tarde, leer tranquilamente, ver alguna serie, sin prisas, sin agobios de mirar el reloj. Relajación, en una palabra. Sin embargo, los planes cambiaron cuando notamos, en mitad de la tarde, que las luces de la calle se habían apagado y, después, poco a poco, en nuestra casa ocurrió algo parecido, primero una habitación, luego los electrodomésticos de la cocina, la calefacción y, por último, la televisión que era lo que estábamos viendo. Recurrimos a las linternas de los móviles hasta que estos, también y por sorpresa, dejaron de funcionar, no estaban enchufados a la luz.
El pulso se aceleró y la cabeza con él, imaginándose mil y una situaciones que podían ocurrir.
Prendimos un encendedor y, de repente, a través de la ventana, un destello verde cruzó la calle. Nos miramos, queríamos salir a comprobar qué era eso, pero no nos atrevimos.
Y no recordamos nada más, a la mañana siguiente nos despertamos en la cama, sin saber en qué momento decidimos acostarnos. La luz en la casa estaba restablecida, los ruidos en la calle indicaban que el mundo seguía su curso; sin embargo, nosotros sabíamos que algo había pasado. Miramos la televisión, los móviles, nadie decía nada, ni siquiera del destello verde. Nosotros tampoco quisimos mencionarlo, quizá fue un sueño, un sueño mutuo o producto de nuestra imaginación. No lo sé. La inquietud se adueñó de nosotros.
Horas después salimos a dar un paseo y al mirar al cielo, una enorme nave reposaba por encima de nuestras cabezas. Asustados, comenzamos a preguntar a la gente, nadie la veía, solo nosotros. Nos miraban como si estuviéramos locos o como si les estuviéramos gastando una broma; nada más lejos de la realidad, la nave estaba ahí y nosotros la veíamos.
De pronto, una voz surgió en nuestra cabeza.
―Regresad a la nave, vuestra misión en la tierra ha terminado, volvemos a nuestro planeta.
El mundo se volvió verde y...
La vida terrícola se terminó para ellos. Un sueño o realidad. Nunca se sabrá. Un relato de ficcion o quizás no... Un besote.
ResponderEliminarPues eso, nunca lo sabremos. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
Jajjaa. vaya puente!! Tantos años de puente que ya ni te acordabas.
ResponderEliminarBuen viaje! precaución en el atasco
abrazooo
Gracias por pasarte, Gabi.
EliminarUn abrazo. :)
Siempre he pensado que si los marcianos dan con nuestro planeta y observan lo que hacemos con él y lo que hacemos entre nosotros, ni se acercarían. Los marcianos de tu relato son unos auténticos valientes.
ResponderEliminarHan estado aquí como infiltrados y tan mal les ha ido que el resto de marcianos vuelve a por ellos y ni piensan en conquistar el planeta, saben que contra ellos no somos peligrosos, lo somos contra nosotros mismos.
EliminarGracias por pasarte.
Un abrazo. :)
Muy bueno, ese puente que se entabla, causa risa ese final imprevisto, gracias Merche abrazo
ResponderEliminarGracias por pasarte y comentar.
EliminarUn abrazo. :)
Un relato que empieza con la cotidianeidad de la vida y que acaba en pura ficción ¿O no? Muy bueno, besos.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Molí y por tu convocatoria.
EliminarUn abrazo. :)
Como decía Fabio Zerpa, "hay marcianos entre la gente". pero estoy se habían olvidado hasta que tuvieron que regresar.
ResponderEliminarMuy bueno!!
Un abrazo,
Sí, los hay...
EliminarGracias por pasarte.
Un abrazo. :)
¡Qué interesante y que sorpresivo final ¡eran extraterrestres!
ResponderEliminarme ha gustado mucho.
Besos
Así es, Tracy. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
Gracias Merche por tu relato!!! Yo, espero, que mi puente sea más tranquilito. A ver si me animo yo también a escribir un relato tan bueno como el tuyo. Besos
ResponderEliminarMuchas gracias, Santiago.
EliminarUn abrazo. :)
¡Madre mía! Merche jajajaja
ResponderEliminarEstos extraterrestres se integraron tan bien entre nosotros que olvidaron lo que eran.
A veces creo ver alguno, no creas.
Un abrazo y buen fin de semana :-)
Si nos fijamos bien, hay muchos, Ardilla, están entre nosotros...
EliminarGracias por pasarte.
Un abrazo. :)
El tuyo es un puente hacia otro mundo y no a ese de la oscuridad que nos espera al final, por lo que me alegro mucho que termine así tu historia. Toda una sorpresa ese final. Muy bueno, Merche. Siempre sorprendes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Marcos.
EliminarUn abrazo. :)
Hola Merche, me quedo con esta frase tan bonita.
ResponderEliminar«El pulso se aceleró y la cabeza con él, imaginándose mil y una situaciones que podían ocurrir».
Aunque no me extrañaría que los extraterrestres al ver este mundo salieran por patas...🤦 Un abrazo
Ya te digo. Gracias por pasarte, Nuria.
EliminarUn abrazo. :)
¡Pero qué bueno ese giro final! Esto ha sido como en la película "Los otros". El final te hace esbozar una sonrisa y de ahí, una carcajada. Parece ser que los extraterrestres también tienen lagunas en la cabeza. Se han integrado tan bien que se han olvidado de su condición. Me imagino la cara de sorpresa cuando les dicen: ¡A casa!
ResponderEliminarUn beso enorme, Meche, y felicidades por este texto.
Salieron huyendo, no se plantearon ni conquistar el planeta, ya ves, para lo que hay...
EliminarGracias Qamar.
Un abrazo. :)
Vaya sorpresivo final!
ResponderEliminarEsos pobres extraterrestres padecían amnesia.
Me he gustado mucho, Merche.
Un abrazo.
Muchas gracias, Carmen.
EliminarUn abrazo. :)
Fantástico relato, Merche.
EliminarMe ha encantado. Muy bien trazada la trama. Da que pensar.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias, Estrella.
EliminarUn abrazo. :)
marcianos y yo con estos pelos !, bueno has roto los esquemas para sacarnos una sonrisa final Un abrazo
ResponderEliminarjajajajaj
EliminarUn abrazo, gracias por pasarte. :)
Y... ¡Nos dejas con las ganas, Merche!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. OVNIS, alienígenas... Espero leer la continuación en otro relato juevero ;)
Un besazo
Creo que la continuación está implícita: los marcianos han visto que les da igual este planeta porque entre nosotros mismos nos vamos y lo vamos a aniquilar.
EliminarGracias por pasarte.
Un abrazo, Dafne. :)
Un puente hacia otros mundos, hacia el espacio, me gustó mucho tu historia y como se fue desarrollando, y... ahora quiero saber como continúa, espero que en otra historia la puedas continuar.
ResponderEliminarUn abrazo Merche.
PATRICIA F.
Gracias por pasarte, Patricia.
EliminarUn abrazo. :)
A veces uno siente que la realidad es ficción, guionada en nuestra contra para ponernos a prueba o para que alguien juegue con nosotros. Me quedo pensando en tu historia. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por pasarte, Mónica.
EliminarUn abrazo. :)
Eran extraterrestres en misión, que habían olvidado que lo eran.
ResponderEliminarY nos dejaste con la intriga. Un abrazo.
Gracias por pasarte. Un abrazo. :)
EliminarQue me está encantando la ficción, sí, y cada vez más. Algo tenemos que hacer para huir de tanto desenfreno que va llevándose todo al traste.
ResponderEliminarAbrazos Merche!
Gracias por pasarte, Maty.
EliminarUn abrazo. :)
Muy buena la sorpresa del final. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Federico.
EliminarUn abrazo. :)