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A través de la ventana se veía el cielo azul, sin una nube blanca, pero al mirar hacia abajo su semblante cambió. Un patio enorme rodeaba la torre en la que se encontraba, a su vez, grandes corredores con columnas rodeaban el patio. En el centro, un enorme montón de huesos apilados fue lo que le rompió el corazón. Eran huesos de dragón y allí estaban, demostrando lo que el ser oscuro le había dicho, que era imposible huir de ese castillo.
Sus congéneres, antes que ella, habían muerto o los habían asesinado y eso también le dolía. Ahora más que nunca deseaba salir de allí y vengar a todos aquellos cuyos huesos vislumbraba desde la ventana. Con su magia, pudo comprobar que hasta el aire y el cielo alrededor de la fortaleza estaba hechizado, si saltaba acabaría como los que abajo reposaban; si no saltaba, tarde o temprano acabaría como ellos. ¿Qué podía hacer? A su mente llegaron las enseñanzas de sus progenitores.
Derblue llegó exhausta al campo de dragones. Reunió a todos los que pudo encontrar, sobre todo a Rem y expuso lo que había ocurrido. Rem, con su ímpetu característico, quiso salir raudo y veloz a buscar a su hija Tusvha, el resto se lo impidió, en especial Derblue que sabía que no sería fácil dar con ella.
―No sabemos dónde está encerrada, ¿alguno de vosotros ha llegado hasta la fortaleza de los seres oscuros alguna vez? ¿Sabe cómo llegar? ―El resto de dragones negó con la cabeza, Derblue tenía razón.
―Pero no podemos quedarnos aquí, tenemos que buscarla por cualquier rincón del mundo, en algún momento daremos con ella. ―Comentó, preocupado, Rem.
―¿Y quedarte sin fuerzas, sin recursos, sin magia en su búsqueda? Rem, es normal que quieras buscarla ya, pero tenemos que actuar con paciencia. ―Exclamó con calma y cautela Ashma, la reina de los dragones, cargo que ocupaba por ser la más anciana del lugar. ―Sabemos que otros dragones han caído presos de los seres oscuros y no han vuelto, siento decirlo, Rem y Derblue; no obstante, Tusvha es fuerte, la última de la camada y, por tanto, la encargada de buscar un lugar en el que los dragones podamos vivir en paz. Hará todo lo posible por escapar.
―Pero apenas tiene conocimientos, su formación debía durar tres años y solo llevaba uno… Ashma, no podemos quedarnos aquí esperando…
―Lo comprendo, Rem, comprendo tus dudas, pero el primer año de formación de un dragón es clave, yo misma pude comprobar sus dotes al retarme con ella en un duelo dialéctico…
―¿Dialéctico? Con la palabra no se llega a ningún sitio…
―Rem, por favor, deja hablar a Ashma, no te precipites. ―Derblue quería calmar a su pareja, pero era difícil.
―Me ganó, Rem, me ganó… La palabra es más importante que la fuerza, más incluso que la espada, con ella se adquiere el pensamiento y de este depende todo. Tusvha es muy inteligente, más que tú o que su madre, Derblue, y estoy convencida de que, si no puede escapar de allí, sabrá sobrevivir mientras tanto… Podemos seguir este plan si estáis de acuerdo: no sabemos dónde está la fortaleza de los seres oscuros, pero sí sabemos dónde encontrar a alguno de esos seres malignos, pues eso haremos, cogeremos a uno de ellos y le sacaremos toda la información que podamos. Después, según lo que nos diga, procederemos…
―Por mí de acuerdo, ya mismo voy a por…
―Espera, Rem, no te precipites, creo que ni tú ni Derblue sois los más apropiados para ir, estáis demasiado condicionados por el problema. Irá Liuswel, él fue el último que se topó con ellos y sabe dónde encontrarlos.
―Por supuesto, Ashma, partiré ahora mismo. ―Indicó Liuswel con disposición.
Liuswel era un dragón negro, más pequeño y joven que Rem. Este tenía ciertos reparos en su valía, sin embargo, no lo dijo en voz alta, aunque Derblue sí se lo notó. Ashma tenía un papel fundamental dentro de la tribu y se debían acatar sus decisiones. La experiencia que tenía, unida a su longevidad, la hacían ser venerada y respetada por el resto de dragones.
Desearon todo lo mejor a Liuswel en su captura y confiaron en que volviera pronto. El tiempo corría en su contra, pues Tusvha podía estar en serio peligro.
(Continuará)
Es una historia que fascina llena de magia y fantasía. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Nuria.
EliminarUn abrazo. :)
Te va metiendo dentro de ella, se espera la continuación, abrazo,, Themis
ResponderEliminarGracias, Themis.
EliminarAbrazos. :)
Ya no sé ni qué decirte de tus dotes literarias Merche, la cosa es que no me dejas de impresionar. Las diferentes temáticas, la manera de desarrollarlas, la inventiva. Nada, que te dejo un abrazo.
ResponderEliminarTengo muchos pájaros en la cabeza, jeje.
EliminarGracias, Maty.
Un abrazo. 🤗
Espero que consign rescatar a Tus ha. Espero ansioso el siguiente capítulo. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Federico, a ver qué ocurre...
EliminarUn abrazo. :)
Seguro que nos sorprendes en la liberación de Tusvha en próximos capítulos, Merche.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)
Jeje, a ver qué va pasando, Miguel. Gracias por comentar.
EliminarUn abrazo. :)
Ando un poco a destiempo leyendo pero me sigue encantando, salto al siguiente...
ResponderEliminarGracias, Ana.
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