Doce gigantes te guardan
que junto a un fiel escudero
de piedra y arena
a tu cerro ensalzan.
Nos sale a recibir Bolero
que, haciendo honor a su nombre,
con los turistas baila
aunque aparezca el molero.
Con chiquitas no se anda Mambrino
ni con yelmos ni con lanzas
pues a continuación nos alcanza
y a él yo me arrimo.
Aunque su atención reclama Sancho
que el tercero se descuelga
convertido en gigante
y quedándose tan ancho.
Y si los visitas, a Mochilas
no la pierdas de vista
que pronto rebasamos el castillo
y al cerro escalas con mochila.
mira abajo, mira arriba,
qué gran vista adivinas
pronto te sentirás más alegre.
Otro vigilante, Cardeño,
aguarda junto al castillo.
¡Qué bonitos son!
Engrandecen, sin contemplaciones, el ceño.
Y qué alegría llegar a Alcancía
pues más de la mitad llevamos ya,
no se te arrugue el coraje
y sigue caminando con alegría.
En el camino ya asoma Chispas,
no sé si será su nombre o lo que veo
pero Consuegra, no hay duda,
tiene mucha chispa.
A recibirnos sale el Caballero del Verde Gabán,
gran honor nos dispensa
y al Quijote nos recuerda,
mas no las toman donde las dan.
Pues en el camino aparece Rucio
que también del famoso libro
su nombre porta,
aunque a color alude el rucio.
El penúltimo se presenta como Espartero,
de general su nombre
y de la vecina provincia,
imponente lugar con nombre certero.
Y llegamos al final con Clavileño
que de mentira no trata
sino de una buena planta
que alumbra nuestro sueño.
Doce gigantes de gran porte
que coronan la ciudad.
Doce gigantes de viento
que te miran al pasar.
Doce gigantes de luz
para a los consaburenses iluminar.
Doce gigantes, doce,
cuyas aspas, a ti, te bendecirán.


Que hermoso poema
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn abrazo. :)
Que bonito! Cuanta sensibilidad.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn abrazo. :)
¡Qué bonito Merche! He estado en tu tierra en 3 ocasiones y no se me ha hecho visitar la zona de los Molinos de Viento. España es uno de mis lugares favoritos para viajar, así que en otro saltito del charco trataré de incluirlos. Leyendo tu poema se me ha antojado mucho más. Pura belleza en tus letras y más ensalzando estos hermosos gigantes con tanta historia. Abrazo fuerte desde México.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana, pues te la recomiendo totalmente. Y si vienes, avísame que te haga de guía, jeje.
EliminarUn abrazo. :)
Enhorabuena, cervantina Merche. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Oh, Blas! No merezco tan grande galardón. Él fue el que llamó gigantes a los molinos en su Quijote, yo solo le sigo el juego. ;-)
EliminarMil gracias.
Un abrazo. :)
Muy bella entrada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, María.
EliminarUn abrazo. :)
Muchas gracias por pasarte por mi web y por dejar tu comentario, lo aprecio de verdad. He leído tu poema Doce gigantes te guardan y me ha encantado, tiene una fuerza simbólica y una musicalidad muy especial. Me ha gustado especialmente cómo construyes una atmósfera casi mítica, con un tono íntimo a la vez.
ResponderEliminarMe pasaré más a menudo por tu blog, seguro. Es un placer descubrir voces que combinan sensibilidad y fantasía de esa forma tan personal.
Un abrazo y seguimos leyéndonos.
Hola, Txus, gracias a ti, igualmente, por pasarte por aquí. Me alegra que te haya gustado el poema. Seguimos en contacto.
EliminarUn abrazo. 🤗
Hola Merche, estupendo poema. Las fotos son de Consuegra, en Toledo, tuve el placer de visitarlo en varias ocasiones, antaño, no sé si seguirá, había un fin de semana en agosto, el del 15 que celebraban las fiestas medievales, todo el pueblo se disfraza con trajes de la Edad Media
ResponderEliminar¡Saludos!
Hola, Ric, gracias. Sí, es Consuegra en Toledo. Esa fiesta que comentas se sigue celebrando, participa casi todo el pueblo y tiene muy buena aceptación entre turistas y demás.
EliminarUn abrazo. :)
Buenas Merche!
ResponderEliminarDoce molinos.. y contemplarlos en vuestro paisaje es pura magia. Parece que el tiempo se detiene o te teletransporte a otros siglos.
Será el alma de Don Quijote que aún cabalga por esos campos o el viento guardando historias en sus aspas. Sea lo que sea, circular por esa carretera manchega sin ni una curva con esos molinos altivos y eternos me enamoró hace tiempo
Un abrazo gigante
Cuánto me alegra oírte decir que te enamoró, eso es buena señal, jeje.
EliminarAdemás, como te he dicho en Facebook, no están tan lejos de la Mancha como parece, jeje.
Muchas gracias.
Un abrazo. :)
¡Vaya con tu vena poética, Merche! Polifacética, siempre. Me has hecho soñar con esa maravilla de lugar porque, segura estoy, Don Quijote cabalga de nuevo y despierta de una siesta con la maravilla de tu canto hecho poesía. Felicidades! Y muchos abrazos 🤗
ResponderEliminar¡Qué bien despertar así de la siesta, Maty! Rodeada de Quijotes y molinos, un literario despertar, no hay duda.
EliminarGracias.
Un abrazo. :)
Hola Merche, esas poesías que lo dicen todo y lo ensalzan y descubren el espíritu detrás de lo que la imagen muestra y el sentimiento al percibirlo. Bello, un gusto leerlo y por unos momentos sentir a esos gigantes de luz con sus aspas bendiciendo. Abrazo grande Themis
ResponderEliminarHola, Themis, muchas gracias.
EliminarUn abrazo. :)
Un gran homenaje a esos molinos, Merche. Me encantan esos nombres tan cervantinos y quijotescos que les han puesto.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)
Muy especiales, Miguel. Te recomiendo verlos en directo, si no lo has hecho ya, impresionan.
EliminarGracias.
Un abrazo. :)
Impresionante! Dan ganas de estar ahí.
ResponderEliminarEs impresionante, te lo recomiendo visitar.
EliminarGracias.
Un abrazo. 🤗