"Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú.
Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú.
Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú". -
Gabriela Mistral
Regresaba a casa cuando vi unos jóvenes que maltrataban a un árbol,me acerqué para recriminarles su actitud y acabé amenazado por los mismos palos que antes atacaban al árbol. Por suerte, uno de ellos tuvo un ápice de sentido común y alentó a los demás a salir huyendo. El árbol se encontraba muy deteriorado: las ramas caídas, su corteza dañada... Intenté arreglarlo como pude y quitarle lo que no estaba bien para que no dañara a nadie. No sabía si se recuperaría.
Cuando me marché, me volví un momento para asegurarme de que esos jóvenes no regresaban y me encontré una escena que me devolvió la esperanza en la humanidad: un niño regaba el árbol con una botella que llevaba en su bicicleta.
Hoy ese árbol y ese niño han crecido, el primero sirve de cobijo a los pájaros y a los ancianos que paseamos por el lugar y el segundo ayuda a todo lo que se le pide y, sobre todo, sirve de ejemplo para construir un mundo mejor.
Mercedes Soriano Trapero
Foto: pixabay
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Los jóvenes dando rienda suelta a su naturaleza, como buenos humanos. Quién sabe si como ejemplo de conducta tienen a algún despreciable youtuber, tiktoker o influencer, o como se llamen...
ResponderEliminarNo me extrañaría nada...
EliminarGracias, Cabrónidas.
Un abrazo. :)
Precioso y emotivo Merche. Me gusta ese niño y el agua que pone en el maltratado árbol como símbolo de esperanza. Abrazo fuerte.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana. Hay que mantener la esperanza...
EliminarUn abrazo. :)
La esperanza es lo último que se pierde y la has representado muy bien en ese niño que riega al árbol.
ResponderEliminarBonito relato, Merche.
Besitos.
Muchas gracias, Carmen. No se debe perder la esperanza, aunque cueste. Un abrazo. 🤗
EliminarQué relato tan bonito, Merche. Ese momento del niño regando el árbol con su botella me ha parecido precioso. Un gesto sencillo, pero lleno de significado. A veces, lo más pequeño habla más claro que mil palabras, y dice mucho de la persona que lo hace.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Sí, un pequeño gesto y un gran paso para la esperanza, jeje, parafraseando a los astronautas cuando pisaron la luna.
EliminarMuchas gracias, Beatriz.
Un abrazo. :)
Super bonito Merche. Ya te lo dije pero en otra de las redes, no recuerdo cuál. Es precioso, evocador, mucho amor por la naturaleza y un jalón de orejas para esos, jóvenes o no, que no tengan conciencia de lo que es la VIDA. Un abrazo grande. Te estoy imitando, copiaré el comentario. ¿Sí? Lo sabía, gracias! Muchos abrazos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Maty. Qué pena me dan algunos jóvenes, de verdad, pero bueno, así es la vida supongo.
EliminarUn abrazo. :)
Dicen mucho todas estas palabras que volcaste en este relato, unos maltratan y otros cuidan con lo poco que tienen, parte de la vida, sus extremos y al mismo tiempo. Muy bello, dulce y esperanzador, abrazo grande Themis
ResponderEliminarMuchas gracias, Themis.
EliminarUn abrazo. 🤗
Todavía nos queda esperanza, Merche. Frente a unos mamelucos, otros nobles. Pasos hacia atrás y adelante, como la propia vida y la sociedad. Bonito y positivo mensaje el del relato y buen homenaje a Gabriela Mistral.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)
Muchas gracias, Miguel.
EliminarAsí es, como la vida, tal cual.
Un abrazo. 🤗
P. D. Me recuerda lo que ocurrió con aquel comentario en tu blog, Merche. Pero somos muchos más los que regamos el árbol de tu blog que aquel desalmado mameluco. Yo de ti volvería abrir los comentarios automáticos; si hace falta borras y punto.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)
Ya, es muy pesado estar autorizando, pero de momento lo dejaré así. Los spam cesaron cuando habilité la autorización...
EliminarOtro abrazo. 🤗
Espero que haya más niños como ese que conviertan este mundo en algo mejor. Un abrazo.
ResponderEliminarYo también lo espero, Federico.
EliminarGracias.
Un abrazo. :)