¡Entre mitos se escribe el micro!

 

     ¡Hola!

     Conocí hace unos días otro blog con nuevos retos y a él que me lancé, su temática es la mitología y la extensión: no más de 250 palabras. Aquí dejo las fotos y el enlace del mismo.

      No estoy segura si entendí bien la propuesta del reto, así que he escrito dos micros por si acaso. Ambos están basados en el mito de Orfeo y Eurídice, el primero sería como una recreación del mito mostrando lo que ambos sintieron después del suceso ocurrido y la muerte posterior de Orfeo; y el segundo habla del error que cometió Orfeo al mirar atrás y la importancia de mantenerse fuerte. 

Orfeo y Eurídice

Adiós, mi amado Orfeo, adiós, ya la muerte asoma de nuevo para llevarme definitivamente a su lado... ¿Por qué tuviste que mirar atrás? ¿Por qué no esperaste? ¿Por qué, Orfeo, por qué tuviste que mirar? ¿Por qué? Adiós, Orfeo, adiós...

¡Oh, Eurídice! ¡Oh, mi amada Eurídice! Recorrí el infierno para buscarte, te encontré, ya casi te tenía conmigo y lo que conseguí fue el infierno mismo, el infierno en que se ha convertido mi vida desde que no te tengo. ¡Oh, Eurídice, mi bella y amada Eurídice! ¿Por qué tuve que mirar atrás? Tan ansioso estaba por verte de nuevo, por tenerte entre mis brazos que no hice caso y, ¡oh, incauto!, desobedecí la única regla que me impusieron. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

―Gentil, Orfeo, tu música me embriaga, tu lira me embelesa, toca para mí todo lo que quieras y yo seré tu ninfa a la que ames tanto o más como a tu fallecida esposa Eurídice.

―¡No tocaré para ti ni para el mismísimo dios Baco, mi música solo es para Eurídice, solo para ella toco y solo a ella dedicaré mis notas!

―¡Desagradecido! ¡Ingrato! ¿Cómo osas molestarme, a mí, el dios Baco? ¡Acaso te crees mejor que nadie! ¡Muere! ¡Muere!

 

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El pasado me revolotea el presente como un fiel presagio de lo que será el futuro… Debo permanecer fuerte y no mirar atrás para olvidar los malos momentos del pasado y enfrentarme a mi futuro con valentía, fuerza y determinación.

―María, tengo que contarte una cosa, ¡es urgente!

―Dime, dime, qué prisas mujer, ni un ‘hola’ siquiera, raro que me hayas llamado por teléfono y no hayas venido, con las prisas que tienes… Bueno, venga, cuéntame...

―Ayer conocí a un chico impresionante, guapo, amigable, simpático, cariñoso, le sobran adjetivos buenos, pero, siempre hay un pero: ¿y si?

―¿Y si qué? No puedes siempre estar pensando en lo que te pasó con aquel impresentable, no todos son iguales, además, lo acabas de conocer, no te vas a casar con él todavía, pues conócelo y a ver qué pasa…

―Ya… Si eso hice también entonces, pero luego…, me salió rana…

―Es que ese tío no era trigo limpio, Susana, era un…, bueno, no quiero malgastar mis palabras con él, bastante fue ya…

―Tengo miedo…

―No lo tengas, solo actúa con precaución y el tiempo te dirá lo que tienes que hacer. Sobre todo, no mires atrás…, ¿qué es eso que siempre te repites que no me acuerdo?

―Debo permanecer fuerte y no mirar atrás para olvidar los malos momentos del pasado y enfrentarme a mi futuro con valentía, fuerza y determinación.

          ―Pues eso, aplícate el cuento y hacia delante, siempre hacia delante… 

Mercedes Soriano Trapero

Para el reto del tintero de oro