Relato para el blog del Tintero de Oro.
Se quitó la chaqueta del esmoquin y la arrojó, con violencia, sobre la silla. Estaba cabreado, muy cabreado, había perdido la partida de póker en la que había apostado una gran cantidad de dinero y, para colmo, el agente de la KGT al que perseguía le había dado esquinazo justo después de que, casualmente, una ficha se le cayera al suelo, ¿traición? Podría ser, en ese puto casino estaban todos compinchados y él debería haberse dado cuenta, estaba perdiendo facultades.
—Un whisky, doble —pidió, sin contemplaciones, al camarero.
—Ahora mismo, señor.
Cuando el barman llegaba con la bebida y se disponía a darle el primer sorbo, una sensual voz de mujer a su espalda le impidió hacerlo.
—Yo que tú no lo probaría.
—¿Por qué? —Preguntó él sin volverse.
—Parece mentira que el gran Jam-Bon, afamado espía de la MGI, no se haya dado cuenta todavía de que está rodeado de la KGT y pretenden matarlo, aunque eso sí, como parece ser tan estúpido, se están riendo en sus narices y, como un vulgar hámster en su jaula, lo están viendo dar vueltas…
—Entonces, ¿a quién tengo el honor de darle las gracias por haberme salvado la vida?
En ese momento, el afamado espía, Bon, Jam-Bon, se volvió, encontrándose de frente con una mujer exuberante enfundada en un vestido rosa que resaltaba sus atributos femeninos y que, a la altura de la cintura, lo apuntaba con una Garbi disimulada en un bolso de mano rosa.
—¡Vaya! Pues parece que tengo un enemigo más en este lugar, por lo que se ve… —Exclamó con una media sonrisa, mientras se aflojaba la pajarita—. ¿O también pertenece usted a ese juego de hámster y KGT del que me hablaba hace un segundo? Por cierto, déjeme decirle que eso no le pega nada en el bolso, afea su indumentaria, —añadió con sarcasmo al mismo tiempo que señalaba el bolso de mano rosa.
—Me sorprende Bon, la MGI ahora le paga clases de moda, ¡qué completa formación! —Indicó con una sonrisa burlona en sus rojos labios—. No, yo no pertenezco a la KGT, en realidad vengo a rescatarlo, ya que prefiero matarlo yo, antes que ellos.
—Me sorprende, igualmente, hoy, ambos, no salimos de sorpresas…, ¿y a qué se debe el honor?
—Busco vendetta… Usted dejó tirada a mi hermana, en Rusia, ¿se acuerda?
—¿Vendetta? Por favor, eso ya no se lleva… ¿Y de su hermana? Pues no la recuerdo bien, la verdad, quizá fue el frío.
La señorita del vestido rosa se enfadó con el comentario de Bon e hizo amago de disparar, en ese momento, Jam le tiró el whisky a la cara, le quitó la pistola y la empujó contra uno de los matones del local que no dejaba de observarlo desde una mesa anexa. Con la pajarita en una mano y la pistola en la otra corrió hacia la mesa de póker en la que se encontraba antes y apuntando al crupier en los riñones salió de la sala de juego, amenazando con la muerte de aquel infeliz a cualquiera que se interpusiera. Conforme avanzaba, le registró los bolsillos y descubrió la baraja de cartas que estaba trucada con la que lo habían estafado, lo cual hizo cabrearlo más.
—¡¿Dónde está tu jefe?! ¡Habla o te mato ahora mismo!
—No… me… mate… En la planta... de arriba, señor..., yo no quería…
Un empujón y un tiro en el pie, no apuntó bien con la Garbi, le impidió seguir hablando. Jam corría escaleras arriba, sin soltar la pistola y la pajarita, se sorprendió de no encontrar a nadie en el camino y al llegar, comprobó cauteloso todas las estancias hasta que de una de ellas oyó unas voces. Enseguida reconoció al agente, Boris Quiticoz, experto en coces, una poderosa arma extranjera, que había intentando matar a la reina de Castilla, Isabel II, y al que había mandado apresar su organización, la MGI, pero cuya misión no iba a cumplir, no aquel día en el que tan cabreado se encontraba, quería su muerte, pues eso merecía aquel imbécil con nombre de presentador.
Tiró de una de las esquinas de su pajarita, con fuerza, y dando una patada a la puerta, la arrojó a su interior. Con destreza, se dirigió al final del pasillo y se precipitó por la ventana que estaba abierta, casualmente; mientras saltaba accionó la hebilla de su cinturón transformando sus pantalones en un paracaídas improvisado. A su espalda, una gran explosión reventaba al agente de la KGT y la primera planta del edificio, de nada le sirvieron sus coces. Jam-Bon, dejándose mecer por la brisa, volaba alrededor del casino hasta caer cerca de su coche, un cuatro caballos último modelo de color gris metalizado que lo esperaba en la calle de al lado, ya con el motor en marcha, el cual había accionado presionando su reloj desde el aire.
—¡Mierda! Me dejé la chaqueta del esmoquin, bueno el alquiler creo que fueron 10 €, la MGI no se anda con exquisiteces. Que se lo cobren de mi próxima nómina…
Y derrapando, abandonó el lugar mientras a lo lejos una sirena de bomberos con melodía similar a la de esa película famosa, 007, se aproximaba, rauda y veloz, al lugar de los hechos.
Muy buen relato. Lo he visualizado como una de las secuencias de presentación, seguidas por los títulos, con una canción memorable muy pop, y las siluetas femeninas.
ResponderEliminarEs muy del comportamiento de James Bond o de otro de los 00, su atracción y rivalidad con una mujer enemiga. Ella tuvo la suerte de no ser usada como escudo, como en alguna película de Sean Conery.
Muy buen aporte. Un abrazo.
Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo. :)
EliminarSuper relato, otro género y los dominas todos, Merche. Original el final, y durante la trama me parecía escuchar música de acción.
ResponderEliminarFelicidades de nuevo Merche 😊
Hola Maty, no, no lo domino, ni mucho menos, pero mi marido es fanático de este tipo de películas y, por suerte o por desgracia, alguna me he tenido que tragar. El texto está escrito además con un toque irónico, quitando seriedad al asunto, para darle algo de humor. Quizá predomina la chulería de este tipo de personajes también. Gracias por tus palabras. Un abrazo. :)
EliminarMe ha encantado, Merche.
ResponderEliminarUn relato con un buen sentido del humor y lleno de ironía que se disfruta.
Un abrazo.
Muchas gracias Carmen. Un abrazo. :)
EliminarJajaja...muy bueno, Merche. Lo que más me ha divertido ha sido el estupendo "cochazo" que manejaba, lo del "dos caballos" ha sido genial. Estupendo relato que nos permite recordar las fantásticas películas de nuestro admirado 007. Has sabido recrear magníficamente, en tan poco espacio, las características propias de esos relatos o películas...el ambiente del juego y las copas, la mala explosiva, la huida del agente utilizando sus "gadgets". En definitiva, un gran relato. Felicidades!
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola Antonio, jajaja, no sé por qué no dices que es un cochazo, si le he añadido dos caballos más, para darle más potencia y que esté a la altura de Bon, jajajajaja. Me alegra que te haya divertido. Un abrazo. :)
EliminarHola Merche, creo que te ha quedado super bien, un relato con mucha acción y al más puro estilo de "James Bond" incluídos los artilugios, los autos, la chica y los malos. Lo disfruté. Saludos.
ResponderEliminarHola Ana, me alegra que te gustase, gracias por tus palabras. Un abrazo. :)
EliminarMuchas gracias por participar, Merche!!
ResponderEliminarGracias a ti por proponerlo y el trabajo de ahora recopilar todos y demás. Un abrazo. :)
EliminarUn relato magnifico, con un detalle, no sabia que era una "pajarita" y comence a imaginarme otra cosa, asi que tuve que buscarlo en google, y que yo lo llamaba "corbatin", aun asi es un relato cargado con un humor de principio a fin. Pueda ser que el papel principal de Jam-Bon haya sido interpretado o bien por Roger Moore o bien por el buen Woody Allen... Sorprendente tu imaginacion y cada apunte en especial el del tal Boris.... hiciste una pieza magistral. Buena suerte en el tintero.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, Jose. Un abrazo. :)
EliminarPues te ha quedado un relato de lo más divertido, con una buena dosis de humor irónico, que parece no tomarse en serio ese estatus Bond, sin la "D", para restarle seriedad al asunto. También las siglas tergiversadas de las agencias involucradas parecen cobrar otro sentido, en una trama en la que los enemigos desean eliminar al afamado agente secreto, pero por causas diferentes.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte.
Sí, así es, las siglas tienen también su toque de humor e ironía. Gracias por tus palabras, Francisco. Un abrazo. :)
EliminarExelente 👏👏👏👏👏 ví la sátira en tu relato Yapo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Un abrazo. :)
EliminarHola Merche. Un relato trepidante, con el que me has tomado de la mano y me has metido en la acción, escuchando la música de fondo y disfrutando de cada detalle de Jam-Bon (Mmmm!). Me imaginé un arma en la pajarita, pero pantalones paracaídas ¡me encantó! Y ese precioso coche al que le han crecido los números.
ResponderEliminar¡¡Genial!! Un abrazo de Marlen.
Hola Marlen, jajajaja, sí, disfruté mucho escribiéndolo. Gracias por tu comentario. Un abrazo. :)
EliminarHola, Merche, qué gran relato. Has encuadrado muy bien al personaje con todo lujo de detalles: elegancia en el vestir, whisky y mujeres, sin perder detalle de su astucia y trucos como detective. Y lo que más me ha gustado esos guiños tan divertidos que caracterizan a todo el relato: Ese Boris, experto en coces, con nombre de un presentador, la reina Isabel || de Castilla… Un placer leerte.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola María Pilar, estaba irónica ese día sí y el relato la rebosa, gracias por tu comentario. Un abrazo. :)
EliminarTan trepidante acción es casi de película! Me gusta la ironía digna de una mujer que tiene que "tragarse de vez en cuando" algunas películas del estilo. Muy bueno. Un abrazo
ResponderEliminarJajaja, bueno, todo sea por la convivencia conyugal. Gracias por tu comentario. Un abrazo. 😊
EliminarMuy peliculero , en la línea de Bond . Cargado de ironía y de artilugios y con un final digno de cualquier película de la saga. Un abrazo y mucha suerte en el concurso, Merche.
ResponderEliminarMuchas gracias Pedro. Un abrazo. :)
EliminarVaya con Jam-bon! No tiene nada que envidiarle al famosísimo James Bond! El personaje de ""Boris Quiticoz" me ha encantado! Ja, ja! Un abrazote y suerte en el concurso!
ResponderEliminarjejeje Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo. :)
EliminarHola Merche. Un típico relato de espías con los elementos clásicos del género, desde las agencias de espionaje, el casino (que no podía faltar), la rubia femme fatal y los gadgets típicos de nuestro 007. Le has dado un toque muy personal llevándolo al terreno del humor, con giros simpáticos y divertidos que relajan el tono de un típico relato de espías. A destacar también los diálogos, ingeniosos y bien construidos. El final épico, con Jam Bon derrapando con su cuatro caballos y la sintonía de 007 sonando en la sirena de los bomberos. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Jorge, muchas gracias por tus palabras. Un abrazo. :)
EliminarHola, Merche. Una escena de película. Has jugado muy bien con la ironía y todos los elementos propios del género de espías. Un relato muy divertido, lleno de guiños al personaje original. Estupendo.
ResponderEliminarHola Marta, muchas gracias por tus palabras. Un abrazo. :)
EliminarHola Merche, un relato que sin duda no le falta nada del genero y que hace que mantengamos la sonrisa en todo el. Enhorabuena y mucha suerte. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Ainhoa, muchas gracias por tu comentario. Un abrazo. 😊
EliminarDivertidísimo. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias Guille. Un abrazo. 😊
EliminarHola Merche, muy buen relato, disfruté mucho de leerlo, mientras las imágenes se iban secuenciando en mi mente.
ResponderEliminarTiene todo lo necesario para una secuencia de James Bond, felicitaciones,
Un abrazo.
PATRICIA F.
Muchas gracias Patricia. Un abrazo. :)
EliminarHola, Merche, un relato al muy estilo James Bond, sí señor, el tío lo tenía todo dominado de cabeza a rabo, si se puede decir ese vocablo en presencia de tal jaco, jajaj. Me gustó el giro que le diste,.el toque de acción y cómo se desenvuelve. He leído en comentarios que no es tu estilo, pero no se te da mal, al contrario, se te ve suelta.
ResponderEliminarMe encantó.
Mucha suerte en el concurso y un abrazo!
Hola Pepe, jeje, bueno, escribo de todo, que no sea mi estilo es porque prefiero la fantasía, pero escribo de todo, bien o mal, no lo sé, pero hay que escribir de todo (al igual que leer). Gracias por tus palabras. Un abrazo. :)
Eliminaryo veo un relato mas parodico que ironico, plagado de anacronismos, en que se ve cierta contención al principio, pero luego te desmelenas y cada accion es mas gorda que la anterior. Este es el primero que leo, que para eso has sido la mas rapida. Me da que va a haber mas ironia que relatos serios. ¿le has enseñado el relato a tu marido,el fan? ¿Qué comentó si no es mucho preguntar?
ResponderEliminarAbrazo y suerte en el CONCURSO.
Hola, pues sí, es un poco parodia, porque siempre me río de este tipo de películas, donde todo es tan "previsible". Seguro que los libros son mucho mejores, pero no los he leído, no puedo opinar. En cuanto a mi marido, el fan, pues no lo entendió, luego le expliqué la "parodia" y a él no le hizo gracia, pero yo me lo pasé bomba (y nunca mejor dicho) escribiéndolo. En cuanto a los anacronismos, no los veo mucho, la verdad, si me los aclaras te lo agradecería. No escribo este tipo de relatos para "concursar" sino para aprender y escribir, por eso agradezco la explicación, si es posible.
EliminarGracias por tu comentario. Un abrazo. 😊
Jajaa , me esperabe esa reaccion de tu marido. Anacronissmo lo decia como parte de la parodia: lo de isabel de castilla y lo del coche de cuatro caballos, que al principio lo entendí como eso. un coche de caballos. Luego en los comentario vi que era un citroen trucado (con dos caballos mas)
Eliminarabrazoo
Hola, claaaaro, exactamente no hay anacronismo porque aunque menciono a la reina de Castilla y el coche, es solo eso, el nombre, después todo está basado en esta época, en este siglo. Gracias por tu explicación. Un abrazo. :)
Eliminar¡Hola, Merche! Jam Bon nada menos, y nos trae un mundo del espionaje trucado, divertido, parodiano, entretenido. No sé que destacar de él. Todavía le vengo dando vueltas a sus pantalones paracaídas; y al encuentro ese que tuvo el espía malote (ese Boris de las coces) con la Isabelita II. Nos ofreces un cóctel de humor a lo 007 versado. Cuántos "Santos" nos hemos visto, pordio. Gracias por el buen rato. Un abrazo
ResponderEliminarHola Emerencia, de tanto ver una cosa, como dices, al final acabas parodiándolo casi sin darte cuenta, es inevitable, aunque 007 sea jamón de pata negra como poco. Que, por cierto, nadie lo ha mencionado pero en el nombre de mi protagonista también hay parodia, jambon es jamón en francés. También he jugado con el término en ese aspecto.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo. :)
Woww, de película, lo he visualizado, trepidante. Y con su punto de humor, lo del cuatro caballos, genial. Enhorabuena, Merche!! Un abrazo!
ResponderEliminarHola Lola, muchísimas gracias. Un abrazo. :)
EliminarQue bien describes toda la situación ,no le falta detalle , genial el paracaídas que le salva y la caída en ese modelo de coche tan original.
ResponderEliminarSe visualiza muy bien toda la historia, con sus pinceladas de humor que lo hace agradable de leer.
Te felicito. Suerte en el concurso Merche
Un abrazo
Puri
Hola Puri, muchísimas gracias. Un abrazo. :)
EliminarHola. Divertido relato muy a lo James Bond. Fue como leer la tradicional escena inicial de las películas en la que se muestra a Bond culminando una misión antes de comenzar la principal... de seguro Jam-Bond partió de inmediato desde allí a la oficina principal a recibir su nueva misión y, por supuesto, sus nuevos artilugios... excelente relato. Me he divertido mucho.. ¡Saludos!
ResponderEliminarHola Octavio, muchas gracias por tus palabras. Un abrazo. :)
EliminarBueno pues, este relato se las trae, este Bom le tocará pagar el esmoquin, y recordar que todo tiene un precio. Abrazos y suerte.
ResponderEliminarHola Raquel, muchas gracias. Un abrazo. :)
EliminarVata, Merche. Menudo arsenal tiene este espía tuyo. ¡Ni el mismísimo Bond!
ResponderEliminarLos nombres geniales, a la manera de Mortadelo y Filemón, y la acción espectacular. Me he divertido mucho.
Que tengas mucha suerte en el concurso.
Hola Bruno, muchas gracias. Un abrazo. :)
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAsí que Jam Bon, que para un francés suena como jambon, o sea jamón, ja, ja, ja.
ResponderEliminarMuy buena la historia, trepidante como las del auténtico James Bond, con mujer guapa incluida.
Suerte en el concurso, Merche.
Un abrazo.
Hola Josep, muchas gracias. Un abrazo. :)
EliminarHola Merche.
ResponderEliminarEstá muy bien, con guiños de humor y un buen discurso. Suerte!!!
Hola María José, muchas gracias. Un abrazo. :)
EliminarJajajajaja Jam-Bon ahora puede relajarse comiendo jambon. Jamón en francés.
ResponderEliminarRelato muy visual. Suerte!!
Claro, jajaajaj. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo. :)
EliminarHola, Merche. Al leerte he visto un medley (popurri suena demasiado castizo para ir de etiqueta) entre La espía que me amó y Casino Royale muy bien mezclado pero sin agitar. Además, has tenido la precaución de usar nombres en clave, así te evitas de que husmee algún doble cero por tu blog.
ResponderEliminarSaludos y suerte en la misión de la ceremonia. 😎👍
Hola JM, pues sí, seguro que era un medley de esos, jeje, porque de tanto ver estas películas se me han quedado grabadas en la cabeza y como son todas casi iguales, pues fácil que así sea. Gracias por tu comentario. Un abrazo. :)
EliminarHola, Merche. Veo que te has inspirado —y parodiado— completamente el hacer de las pelis de James Bond. El de Ian Fleming me temo que tiene muy poco que ver con ellas. A ti te ha quedado bastante humorístico y con tanta acción como en cualquiera de las entregas cinematográficas. Lo del dos caballos me ha hecho gracia. Precisamente hoy vi uno en la calle estando con mi hija y se quedó flipada. A ver si era algún 00 de incógnito...
ResponderEliminarMuy bueno. Suerte en el concurso.
Un saludo.
Hola MJ, tengo que leer alguna de las novelas porque el reto me ha despertado mucho la curiosidad, así como vuestros comentarios.
EliminarSí, seguro que en el dos caballos iba un agente secreto del MGI, jeje. Gracias por tu comentario. Un abrazo. :)
Hola, Merche! Encantada de leer tu relato. Casi me parecía estar viendo y escuchando esas escenas. Te quedó bárbaro.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Mirna, muchas gracias por tu comentario. Un abrazo. :)
EliminarHola Merche, todo un relato a lo James Boom... Vendetta. Muy buena elección. Me ha gustado mucho. Suerte en el concurso. Un abrazo
ResponderEliminarHola Nuria, muchas gracias. Un abrazo. :)
EliminarEl título ya presagiaba ciertas dosis de humor. Y me parece una gran elección: los lugares comunes dejan de serlo cuando se les añade un poquito de sal y pimienta, pues entonces pasan de ser chinitas en el camino a argumentos de una velada crítica (¿Qué es la sátira, si no crítica?) de este género tan plagado de clichés. El relato tiene ritmo, y tiene intensidad pero, sobre todo, tiene esa pátina de ironía que se agradece, que descoloca, y que traslada todo a otra dimensión.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola Isra, muchas gracias por tus palabras, me han encantado. Si en esta vida tan cruda no nos tomamos las cosas con humor e ironía, ¿qué nos queda? Que viva siempre el humor. Mil gracias. Un abrazo. :)
EliminarHola, Merche!! Tu relato está lleno de tensión y de acción al estilo de James Bond. Era como si estuviese viendo una de sus películas. Fantástico. Suerte en el Tintero y un abrazo!!
ResponderEliminarHola Cristina, gracias por tus palabras. Un abrazo. :)
Eliminar