Si de mil maneras te llamara,
tú, de mil maneras, te escaparas...
El viento, en susurros, te llama;
los árboles, con su siseo, te claman
y tú, en tu gélida burbuja, los ignoras...
El día te busca;
la noche te implora
y el tiempo, incansable, te desvanece...
Ni siquiera tu sombra te acompaña
porque tú no estás
ni con el viento
ni entre los árboles
ni por el tiempo...
En tu helada burbuja desapareciste
y hoy solo mi alma sola
divaga entre letras amándote
mientras tú, de mil maneras, me ignoras.
Mercedes Soriano Trapero
Foto: pixabay
Gran sensibilidad. Me llama en especial la atención "Ni siquiera tu sombra te acompaña porque tú no estás".
ResponderEliminarMuy lindo Merche, si se quiere quedar en su burbuja pues... ¡Que le vaya bien!
Un abrazo grande 🌹
Hola Maty, me refiero a que está en la burbuja y ahí ni siquiera su sombra le acompaña porque no está, porque es muy frío, etc., es una hipérbole. A veces, efectivamente, me gustaría no ser tan sensible, Maty, porque en este mundo que vivimos lleno de alfileres, a los sensibles nos machacan por todos lados. Gracias por tus palabras. Un fuerte abrazo. :)
EliminarHola, Merche, qué rotunto ese de "mil maneras" tú, de mil maneras, me ignoras. Te llega muy dentro.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola María Pilar, muchas gracias. Un abrazo. :)
Eliminar¡Hola, Merche! Como dice el refrán no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Creo que los jóvenes de hoy lo llaman Ghosting o algo así. Un poema estupendo que muestra todo el sentimiento de quien ama y no solo no es correspondido sino despreciado. Un abrazo!
ResponderEliminarHola David, muchas gracias. Un abrazo. :)
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