Relato para el reto "un jueves, un relato" propuesto por Qamar en su blog La Trastienda del Pecado.
Me gustaría quedarme con esta sensación siempre, pero todo tiene un final.
Fuiste despojado de tus ropajes para mi disfrute, me enseñaste lo que es saborear la vida desde el corazón helado de tu cuerpo, no pensaba en otra cosa mientras tú estuviste conmigo, en mí, para mí… Duró tan poco nuestro momento, que todavía hoy te recuerdo, te saboreo…, me dejaste gratas y frescas sensaciones. Deberías haber sido eterno, deberías haber estado siempre aquí y, sobre todo, en esta estación, en la que el estío nos arranca la piel y nos deja sin respiración, pero tú sabes hacerlo, sabes mitigar los efectos de la canícula, del sopor que supone el sol en lo alto del cielo.
¿Volverás? ¿Tendremos otro momento juntos? Sabemos que no deberíamos hacerlo, que estos placeres solo están disponibles para unos pocos agraciados, sin embargo, la carne es débil y tú estás tan bueno.
Cierro los ojos y te imagino de nuevo… ¡Oh, no! Ya terminas, ya te acabas, llegas al final tan rápido como todo empezó, no me da tiempo a saborearte más porque te deshaces entre mis dedos, mi boca te busca, mis labios te envuelven y de un último suspiro te engullo para no volver a existir nunca más.
Habrá otros sí, por supuesto, quizá mejores, también peores, pero como tú ninguno, porque hoy ha sido el momento, hoy ha sido nuestro momento, llegaste cuando más te necesitaba y, ahora, minutos después, desapareces, dejándome satisfecha, fresca y con tu sabor en mis labios. ¡Qué corto es el placer y qué larga la espera!
¿Y sabes lo peor de todo? Que eras el último de la caja que tenía en el congelador y ahora tendré que ir al supermercado a comprar más helados.
Hola Merche,
ResponderEliminar¡Eso si que es comerse un helado con pasión! La verdad es que algunos están deliciosos, la próxima vez que coma uno me acordaré de este estupendo relato, a ver si tengo las mismas sensaciones. Muy original, felicidades.
Un abrazo!
Hola Antonio, es que era el último, entonces..., jajajajaja. Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo. :)
EliminarJajajajajaja cuántos seremos los que pensamos mal... O quizá bien? Muy bueno Merche. 🌹🌹🌹
ResponderEliminarjajajajaja
EliminarEso es que me ha salido bien lo de mantener la intriga hasta el final...
Gracias por tus palabras.
Un abrazo. :)
Apuesto a que era un Frigopie.:)
ResponderEliminarjajajajaajjajajajajajjajaj
EliminarMuy bueno...
Gracias por comentar.
Un abrazo. :)
Jajajajajjajajjaj, gracias por la risa que nació de leerlo esa que hace que el alma quede con una gran sonrisa, abrazo grande, muy bueno
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, Themis.
EliminarUn gran abrazo. :)
Hola Merche, una gran pasión muy bien narrada, muy buena realmente, sobre todo en esos tórridos días de verano.
ResponderEliminarUn abrazo.
PATRICIA F.
Hola Patricia, gracias por pasarte y por tus palabras. Un abrazo. :)
EliminarJaja un homenaje al helado en toda regla, que bien viene en verano. Un saludo, Merche.
ResponderEliminarHola Myriam, gracias por pasarte y por tus palabras. Un abrazo. :)
EliminarY si que se hace desear, pues es tan delicioso, que nunca nos quedamos satisfechas!
ResponderEliminarjajajajaj
Ve por el de nuevo.
Un abrazo,
No lo dudes, jeje. Gracias por pasarte. Un abrazo. :)
EliminarWow... ¡Qué bueno! No conocía el reto de Qamar, se ve interesante y has logrado un relato excelente. Ya hasta se me antojó comprar uno y eso que no soy mucho de dulce. Primero pensé que se trataba de algo mas "sensual" aunque si lo pienso, también hay sensualidad en el comer y tú lo has expresado de maravilla. Me encantó.
ResponderEliminarHola Ana, yo hasta esta semana tampoco conocía el reto de Qamar, le pedí que me lo explicara y al final pues caí en sus redes en un suspiro, jeje. Me alegra que te haya gustado, un helado es de esos dulces que no parecen dulces, pero que te dejan la misma sensación de placer. Gracias por pasarte. Un abrazo. :)
EliminarToda tu pasión para un helado que siempre será único, como son los instantes de una vida. Has sabido darle un toque sensual y atrayente. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarGracias Molí, por pasarte y por tus palabras. Un abrazo. 😊
EliminarJjajja Pues sí que es toda una ultima vez, sobre todo para ese. No sabemos que gusto tenía pero "estaba muy bueno". Bien rematado; era dificil tan apurado al final sin desvelar antes.
ResponderEliminarAbrazooo
Te aseguro que sí, estaba buenísimo, jeje. Muchas gracias por pasarte y por tus palabras. Un abrazo. :)
EliminarHola, Merche.
ResponderEliminarPrimero de todo, darte la bienvenida y espero que te guste la iniciativa para que te sumes en más ocasiones. Como habrás comprobado, somos pocos pero hacemos mucho ruido y estamos encantados de formar parte de esta pequeña gran familia. Tu eres un miembro más desde ya mismo.
Tu relato es buenísimo y encima me has hecho sonreír. Sí, al principio parecía otra cosa, aunque eso del cuerpo helado dejaba ya alguna pista, pero hay que ser muy agudo para darse cuenta y qué triste vida la de un helado en el congelador. Lo has llevado genial, atrapando al lector, al menos a mí. Lo he disfrutado y en esta mañana de un calor que ni los demonios soportan, es una bocanada de aire fresco.
Mil gracias por sumarte a la convocatoria y hacerlo tan bien :-)
Un besazo.
Esta semana lo coordina Moni. Te dejo el enlace a su blog por si deseas participar.
http://neogeminis.blogspot.com/2023/08/convocatoria-juevera-para-la-proxima.html
Hola Qamar, lo primero muchas gracias por la bienvenida y por la invitación para seguir participando, lo intentaré, aunque a partir de septiembre ya la cosa se complica, pero lo intentaré. Pensé totalmente en ti cuando escribí el relato, en el doble juego de las palabras, porque sé que te gusta, sabía que me adelantaba con lo de "corazón helado", pero bueno, quedaba bien y lo dejé. Muchas gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo. :)
no me extraña eches en falta ese aprovisionameineto, con los tiuempos que corren Final inesperado Un abrazo
ResponderEliminarGracias por pasarte, Rodolfo, y por tus palabras. Un abrazo. :)
EliminarGenial y gélido, Merche.
ResponderEliminarNo has dejado que el relato se derrita en nuestras bocas mientras lo leíamos.
Un fuerte abrazo :-)
Y espero que salivando, Miguel, esa era la gracia, jeje. Gracias por pasarte y por tus palabras. Un abrazo. :)
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