El molino y el reo.

 

Relato para el reto juevero propuesto por Myriam en su blog De amores y relaciones.

Inteligencia Artificial NightCafeStudio y posterior edición, 
"El viejo Molino" por  Ildefonso Robledo del blog "Portafolio de Fotografías" 
Fotografía propuesta para el reto

Puedes ver más relatos del reto aquí.

El viejo molino se retorcía en el agua, apenas le daba su engranaje para una nueva subida, hacía tanto ruido que era fácil estar a su lado y disimular tus propios ruidos. Eso mismo pensó el reo cuando, huido de la prisión, llegó hasta él. Unas esposas apretaban sus muñecas y con un martillo intentaba quitarlas, un golpe de agua del molino y un golpe de martillo del prisionero, como si fueran parte del mismo equipo, él se animaba con el rudo estrépito del molino y este, con una vida ajena alojado en sus entrañas, mantenía la falsa ilusión de otrora tiempos más esplendorosos.

Una vuelta más del molino, un chapoteo más del agua, un martillazo más, pero las esposas no cedían. El sudor perlaba su frente y el desánimo se prendía en su corazón, si no era capaz de quitarlas, difícil libertad podía tener. De repente, en la lejanía un disparo oyó, lo buscaban, el molino ahora poco ruido hacía y, como por arte de magia, fue poco a poco deteniendo su mecanismo y el silencio, finalmente, se adueñó del lugar. El reo se internó más entre sus entrañas, temblaba de frío y de miedo, cada vez más cerca se oían los disparos, los perros, la ausencia de libertad y el molino no tapaba sus escandalosos y fuertes latidos del corazón. Avanzaba despacio entre las tripas de su engranaje, no veía bien, aunque los ojos mantenía muy abiertos, y, sin darse cuenta, una falsa trampilla pisó, la cual lo llevó hasta las profundidades de la tierra, allí donde otros huesos reposaban, los de aquellos que habían querido abusar de la falsa hospitalidad de esas aspas.

El molino, tras el grito del reo, inició de nuevo la marcha, los perros pasaron de largo y los policías sonrieron cuando vieron al viejo molino ocupado en sus quehaceres, aquellos que tanto tiempo habían estado parados. “¡La búsqueda ha finalizado, volvemos a la prisión, este ya ha sido sentenciado!”, gritó uno de los guardas al resto.

Mercedes Soriano Trapero

Para "el reto juevero"