Mi participación para el reto del microteatro del mes de octubre.
El escenario simula el cielo, las nubes, solo hay una silla de trono en medio del mismo. Del techo cuelgan estrellas.
Personajes:
Chronos
Zeus
Merche
Tímidamente, Merche aparece por un lateral del escenario. En la silla, dormitando, se encuentra Zeus. Ambos visten túnica blanca. Merche está montada sobre un patinete, en el manillar hay una escoba, es el vehículo que ha usado para subir al cielo: un patinete – escoba.
Merche.- ¿Da usted su permiso?
Zeus.- (Desperezándose). ¿Quién osa molestar a un dios a estas horas de la mañana?
Merche.- (Temerosa). Perdone, su ilustrísima, es que necesito hablar con su padre, Chronos, si pudiera recibirme se lo agradecería, es una cuestión de vida o muerte.
Zeus.- ¿Con mi padre? Pero si ese no es capaz de solucionar ni un solo entuerto, imagínate, no pudo ni conmigo.
Merche.- Ya, ya supongo, pero es el dios del tiempo y creo que solo él puede ayudarme.
Zeus.- A mí no me apetece trabajar, así que ya le digo que venga.
Zeus se marcha y por el lateral por el que se ha marchado aparece Cronos, andando muy despacio y con un reloj de arena en una mano, se sienta en la silla que antes ocupaba su hijo.
Chronos.- (Tosiendo). ¿Quién eres? ¿Qué quieres? Estaba durmiendo…
Merche.- (Acercándose un poco más a él). Lo siento mucho… Solo soy una vulgar mortal que necesita tiempo.
Chronos.- Ya, sí, la historia de siempre, no tienes suficiente con 24 horas al día… ¡Incauta! Si a mí me sobran 23, no puedes desperdiciar el tiempo…
Merche.- No lo desperdicio, señor, al contrario, lo valoro mucho, creo que es muy importante e intento ocuparlo lo mejor posible, siempre que el tiempo atmosférico me lo permite.
Chronos.- (Incorporándose un poco en la silla). ¡Calla! ¡Calla! No menciones al tiempo atmosférico que como se entere mi hijo, pronto nos lanza unos rayos… ¡Calla!
Merche.- Perdone, perdone… Pues, como le iba diciendo, necesito más tiempo, necesito que el día tenga al menos 25 horas o 26 o las que usted estime oportuno.
Chronos.- ¿Y para qué lo quieres? No me digas que para tonterías que no estoy yo para bromas hoy…
Merche.- No, no, pues verá…, lo necesito para escribir, para leer, no tengo tiempo de hacerlo. ¿Podríamos hacer un pacto?
Chronos.- ¿Escribir? ¿Leer? Ja, ja, ja, ja (ríe estrepitosamente y el escenario se ilumina con haces de luz). Pero, alma cándida, si eso ya no se lleva, si ahora hay máquinas, inteligencias artificiales creo que las llaman, que te escribe un libro o te resume otro en menos de que esta arena caiga. Ja, ja, ja, ja… ¡¿Pactos?! Ja, ja, ja, ja, ni que yo fuera un vulgar político... ¡Yo no hago pactos con mortales!
Merche.- No me gustan esas máquinas, como dice, bueno, a ver, tienen su mérito y creo que para otras cosas están bien, pero yo disfruto leyendo y escribiendo, ¿qué sentido tiene recurrir a ellas para hacer algo que yo disfruto tanto? ¿Qué sentido tiene que una máquina escriba lo que a mí me gustaría escribir?
Chronos.- Ja, ja, ja, ja… Pues tiempo, mi ignorante mortal, tiempo, con eso ganarías tiempo…
Merche.- ¿Tiempo? Eso no es tiempo, eso es malgastar el tiempo y suplir tus propias aficiones…
Chronos.- Hay muchos mortales que lo hacen…
Merche.- Los peseteros, los avariciosos, los que tienen poca conciencia y mucha vanidad, los egoístas, los que no tienen escrúpulos, los que no les gusta escribir ni leer…
Chronos.- Vale, vale, me ha quedado claro. No sé…, déjame pensar, tus razonamientos te avalan… (Se apoya en el respaldo, agacha la cabeza y cierra los ojos; Merche, mientras, mira al público y se encoge de hombros).
(Dentro del escenario comienzan a oírse truenos y, de vez en cuando, un relámpago ilumina el escenario).
Chronos.- (Abriendo los ojos). Así uno no se puede concentrar, este hijo mío…, ¿a quién habrá salido? En fin, no puedo permitírtelo, alteraría la vida de los humanos si a ti te permito que tu día tenga 25 horas y a otros no. Tendrás que arreglarte. Ahora bien, te doy un consejo: no quieras multiplicar tu tiempo a costa de tu tiempo en la tierra, nada vale tu tiempo y solo tu felicidad merece tu tiempo, piensa bien en ella y actúa en consecuencia.
Las luces del escenario se apagan, las nubes desaparecen. Una cama ocupa el lugar de la silla, en ella, Merche se despierta, mientras la luz invade poco a poco la escena.
Merche.- Qué sueño más raro he tenido, a Maty le hubiera gustado verlo, se lo contaré algún día… En fin, ¡vivamos, que el tiempo vuela!
Jajaja, muy bueno Merche!
ResponderEliminarMe ha parecido genial esa "visita" realizada al "señor del Tiempo", aunque haya sido en sueños. Y muy buena, en un tono un poco más serio, esa defensa del derecho a seguir leyendo y escribiendo, a pesar de la irrupción de las nuevas tecnologías.
Un abrazo.
Sí, no caigamos en la IA, perderíamos, entonces, lo mejor, nuestra IH, inteligencia humana.
EliminarGracias por pasarte.
Un abrazo..🤗
Un micro, donde la moraleja esta en tiempo y tecnología .
ResponderEliminarEl tiempo es infinito, solo tenemos que saber administrarlo y aprovecharlo.
Un buen texto. Besos.
Gracias, Campi.
EliminarUn abrazo. 🤗
Estupendo Merche! Con una enseñanza estupenda. De esas cosas que damos por bien sabidas, pero que solemos olvidar. Ahhhhh muy honrada con mi mención.... sí, me encantó, claro que sí! ¡Cómo no! Lo desarrollas de una manera genial.
ResponderEliminarMoría porque llegara este día para leerte.
Un abrazoooo bien grande. 🎭🎭🎭
Como ves, Maty, Chronos no me concedió tiempo extra, lo intenté, pero de nada sirvieron mis súplicas...
EliminarGracias por pasarte.
Un abrazo..🤗
Hola Merche, como se nota tu dominio del microteatro. Muy original tu puesta en escena. El tiempo es lo que tiene, que sigue su curso. Me gustó de principio a fin. Un abrazo y feliz Halloween 🎃
ResponderEliminarHola, Nuria, muchas gracias, me alegra que te haya gustado.
EliminarUn abrazo. :)
El problema del tiempo no lo arreglan ni los dioses, jejeje. Qué original, me ha encantado, y esa entrada de Maty como un personaje más ha sido genial! Felicidades, Merche!
ResponderEliminarYa te digo, Mayte, jajaja. Gracias.
EliminarUn abrazo. :)
Los dioses están para ser invocados, no para solucionarte problemas. ;)
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas gracias, Alfred.
EliminarUn abrazo. :)
Hola Merche, he andado un poco desaparecida pero es que me ando mudando de casa y ahora sí que estoy como tu en tu obra, necesito tiempo jajaja. Se me hizo muy original y agradable. Bien comentado el tema de la IA. ¡Qué vergüenza de algunos de hasta presumir que la usan para hacer sus relatos! En fin... Me encantó tu microteatro, gracias por este buen rato Merche. Saludos.
ResponderEliminarHola, Ana, muchas gracias por pasarte, lo de IA es de vergüenza sí...
EliminarUn abrazo. :)
Un viejo cascarrabias y un vago: demasiado bien hemos saludo los humanos.
ResponderEliminarLas ias pasarán de moda. no creo que lleguen a escribir bestsellers ni ganen premios. Y si lo hacen , lo importante es gatera disfrutar al lector. pueden hacer premios y concursos psra ias. Al final todo se sabe.
JM García tenía un programa que se llamaba hora 25, seguro que tuvo esta misma entrevista.
abrazoo
Jjajajajajaj, algún dios habrá bueno, ¿no? Jajajaja.
EliminarGracias por pasarte, Gabi.
Un abrazo. :)
¡Hola, Merche! Pues estoy de acuerdo con dios Chronos, ja, ja, ja... 24 horas al día es más que suficiente, tanto como nuestra propia mortalidad. El tiempo es oro porque es limitado, si viviéramos doscientos años o fuéramos inmortales tendríamos toda la eternidad para no hacer nada. Lo único que quizá podría ser interesante es poder conocer de antemano cuánto tiempo se nos concede para vivir y así organizarnos mejor para que luego no nos entren las prisas. Estupenda escena. Un abrazo!
ResponderEliminarHola, David, sí, si tuviéramos más tiempo diríamos: luego lo hago que tengo tiempo... Así que mejor así. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
El tiempo suñe nos escurre como el agua en las palmas de las manos. Un abrazo
ResponderEliminarYa te digo, Federico. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
Divertido relato con un final increíble, esa visita al Dios del Tiempo y el consejo que a final deja plasmado, abrazo grande
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarAbrazo grande. :)
No dejas de sorprenderme, Merche.
ResponderEliminarEs todo un hallazgo buscar al mismísimo Chronos para pedirle ese tiempo que necesitas. Lástima que ni él te lo pueda dar. Creo que un tal Proust también acudió a él en busca del tiempo perdido.
Un fuerte abrazo :-)
Nada, no me hicieron caso, los dioses están muy ocupados para andarse con cuestiones tan mundanas. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)