Relato para el blog del Tintero de Oro
Ethan vagaba por la estación de King’s Cross buscando comida, como hacía de forma habitual, era su rincón ideal para comer. Vivía en las calles de Londres, alejado de hospicios, de los cuales siempre se escapaba, y subsistiendo con las monedas que le daban. La policía lo conocía bien, un pillo sin parientes que un par de años atrás había huido de su última familia adoptiva, desde entonces sobrevivía en la gran urbe de Londres.
Ese día había bastantes pasajeros por los andenes, niños con grandes arcones que llamaron su atención, en especial, una familia de pelirrojos que no dudó en seguirlos, la madre tenía cara de buena persona y seguro que le sacaba algunas monedas. Con sigilo se acercó a ellos, escondiéndose para no ser visto, cuando, de repente, observó cómo a uno de aquellos pelirrojos se lo tragaba la pared literalmente. Y después de él llegó otro y otro más. Ethan los miraba con la boca abierta mientras los muchachos atravesaban la pared justo entre los andenes nueve y diez. Después de ellos, un chico moreno y con gafas se aventuró tras la pared e, igual que los demás, desapareció.
Cuando la zona se tranquilizó, Ethan decidió inspeccionar la pared, se colocó de espaldas a la misma, mientras la palpaba buscando algún picaporte o ranura oculta hasta que, de pronto, la pared lo engulló, cayendo de espaldas a lo que parecía otra estación. Rápidamente se incorporó y vio un tren enorme, más antiguo de los que había visto nunca. Un gran cartel al lado indicaba que era el Expreso de Hogwarts. El tren pitaba y el revisor se afanaba en indicar a los pasajeros que subieran pues iba a partir. No lo pensó y saltó al último vagón del mismo junto a los baúles y resto de equipaje.
Se escondió y se quedó dormido, hasta que notó que había movimiento en el vagón, tenía que saltar antes de que lo pillaran, sin embargo, justo cuando iba a hacerlo vio a un ser enorme que se aproximaba, por lo que abrió uno de los baúles y se metió dentro.
No supo cómo, pero apareció en un gran castillo. Aunque él no temía a nada ni a nadie, le dio miedo, apenas había luz y era de noche, se oían sonidos raros y en las tinieblas parecía como si hubiera fantasmas. De la nada apareció un gato negro.
―¡Vaya, vaya, vaya! ¿Qué tenemos aquí? Muy bien Señora Norris por descubrir a este polizón. ¿Quién eres tú y qué haces aquí?
―Yo…, no…, sé… ―A Ethan le estremeció aquel ser y su gato negro―. Me escondí en un tren, me quedé dormido y he aparecido aquí…
―Tú eres un muggle…, pero, ¿cómo es posible que hayas llegado hasta aquí? Te llevaré con Dumbledore, él sabrá qué hacer.
El hombre lo cogió del brazo y le instó a andar hacia donde lo llevaba. Ethan no tenía idea de dónde se encontraba, por lo que no intentó huir.
Después de recorrer varios pasillos, acabaron ante una puerta, siniestra que no tenía cerradura.
―No te muevas de aquí, Dumbledore está en el Gran Comedor, pero vendrá enseguida. La Señora Norris se quedará aquí, si te escapas, te perseguirá y acabará contigo.
En otro momento de su vida, Ethan se hubiera reído de aquella amenaza, era un simple gato, sin embargo, todo aquello le parecía de lo más irreal.
De repente, vio cómo la puerta del mencionado Dumbledore se abría y una voz desde dentro le incitaba a pasar.
―¡Hola! Mi nombre es Dumbledore, no temas, no somos peligrosos. El señor Filch me ha comentado que te encontró merodeando por los pasillos… En mi libro de entradas no esperábamos a nadie más hoy, todos los nuevos magos están en el Gran Comedor cenando, acaba de finalizar la ceremonia de selección. ¿Cómo te llamas, muchacho?
―Mi nombre es Ethan, no tengo apellido, soy huérfano.
―A ver, déjame mirar… Sí, aquí estás, Ethan Cross, porque la estación de King’s Cross es tu casa, ¿puede ser?
―Sí, bueno, pasó allí mucho tiempo.
―Me parece que los elfos de la estación han visto en ti algunas cualidades y por eso estás aquí. ¡Bienvenido a Hogwarts, Ethan! Pronto comprenderás todo esto. Pero vayamos al comedor con el resto, tú también debes ser seleccionado.
“Elfos, cualidades…”, Ethan no tenía ni idea de lo que le estaba hablando, pero su sorpresa no acabó allí. Cuando llegó al Gran Comedor y vio todo lo que había, comprendió que su vida acababa de cambiar para siempre. El señor de la barba blanca lo dirigió hacia el escenario.
―Tenemos un nuevo alumno entre nosotros, fue reclutado en el último momento, su nombre es Ethan Cross y estoy seguro de que será un gran mago… Por favor, Ethan, siéntate aquí para que el Sombrero Seleccionador pueda indicarte a qué casa perteneces.
Asombrado, Ethan se sentó, temblaba.
―¡Oh! Pensé que mi labor ya había terminado, pero veo que otro mago me espera. ¿De dónde eres tú? De todos lados y de ninguno, compruebo. Los elfos responden por ti, eso es bueno. Veamos: tienes una gran astucia por lo que de Slytherin podías ser; también eres inteligente, quizá Ravenclaw sea tu casa; hay valor en ti, mucha valentía y aplomo, en Gryffindor hallarías buen hospedaje; ahora bien, tu lealtad te define, quieres aprender y lo harás rápido, serás uno de los mejores alumnos, pero solo de ti depende, por tanto… ¡Hufflepuff!
La mesa del resto de alumnos de Hufflepuff rompió en aplausos, Dumbledore le quitó el sombrero y le indicó que fuera con ellos. Tan grato fue su recibimiento que aunque Ethan no salía de su asombro, sabía que aquellos serían su mejor y única familia a partir de entonces.
Hola Merche, un relato lleno de magia y fantasía al más puro estilo de Harry Potter. Un placer leerte de principio a fin. Un abrazo
ResponderEliminarHola Nuria, sí, al estilo HP, jeje. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
Me ha impresionado este relato que podría haber formado parte perfectamente de la historia de fama mundial. Muy bien desarrollado, intrigante, te mantiene atento en todo momento... todo un logro, Merche.
ResponderEliminarMi más sincera enhorabuena. Votado y comentado en tu blog.
Un abrazo.
Muchas gracias, Marcos.
EliminarUn abrazo. :)
muy bonito texto, Merche.
ResponderEliminarEchando ha encontrado una familia que es el regalo más mágico que pudiera desear. Toda ña magia que aprenda con la beca elfica no podrá igual esa suerte.
abrazooo
Jajajaja, beca élfica, jajajaja, así es... Mil gracias, Gabi.
EliminarUn abrazo. :)
Hola, Merche, que bonita historia enlazas al libro de Harry, le has dado un derecho muy merecido a ese huérfano callejero que resultó tener cualidades muy valiosas. Me encantó ese giro a la historia, donde se destila bondad y compañerismo. Un aplauso a tu relato.
ResponderEliminarQue pases bonitos días de navidad y el 2024 te llene de alegría, amor y paz.
Muchas gracias, Harolina.
EliminarUn abrazo. :)
Me encanta el universo Harry Potter. Seguro que tendrías éxito con novelas con historias paralelas. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Federico.
EliminarUn abrazo. :)
Genial, Merche. Qué bien has recreado el tono y el ambiente de la historia original. Parece una escena más de la novela. Muy buen relato.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta.
EliminarUn abrazo. :)
Pues bien se lo podrías pasar a J.K.Rowling para que lo sume a una serie de Historias de la Escuela de Magia. Has captado el tono, el clima y el aura del texto poniendo sus personajes al servicio del niño callejero de una manera genial. Felicidades, y mu felicies Fiestas. Un abrazo
ResponderEliminarHola Juana, jo, sería un honor que Rowling lo viera, pero creo que tendrá otros asuntos como para mirar este blog. Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo y feliz Navidad. :)
EliminarHola, Merche. Un relato puro de fanfic tomando la saga de Harry Potter. Yo no soy muy fan, pero me leí dos libros (los últimos) y me vi todas las películas, aun así, no recuerdo ningún personaje de Hufflepuff. Bueno, ahora sí, ahora tendré a Ethan como referente, aunque sea en un universo alternativo.
ResponderEliminarMe gustó mucho el relato, el ambiente y la serendipia de ese joven que vio recompensada su d al fina una vida un poco dura.
Un fuerte abrazo!
Hola Pepe, sí, a Ethan le pegaba ser de esa casa, pero creo que su aventura termina ahí, jeje, luego ya que cada uno se imagine el resto. Gracias por pasarte.
EliminarUn abrazo. :)
Hola Merche me ha encantado tu relato, perfectamente podría ser parte de una saga sobre el mundo de la magia. Gracias por traernos por estas fechas esta historia. Feliz año y un abrazo.
ResponderEliminarHola Ainhoa, mil gracias.
EliminarUn abrazo. :)