08 enero 2024

La rebelión de los colores.

 




Sin previo aviso, de repente, y como suelen llegar las desgracias, el caos más absoluto comenzó a reinar, el cielo se teñía progresivamente de negro y el mundo perdía, poco a poco, la escasa cordura que le quedaba.

En el norte, en el congelador del polo, aislados y helados, los colores fríos se negaban a salir al exterior, reclamaban su poder único en el mundo, frente a los colores cálidos que, en el sur, se abrazaban a sus propios calores.

En esa terrible situación, en el medio, dos colores, el negro que comenzaba a dominar a sus anchas el mundo, consciente de las disputas que los colores fríos y cálidos mantenían y beneficiándose del conflicto; y, por otro lado, el blanco, el único que parecía tener algo de sentido común, que contemplaba, sorprendido, cómo el mundo se deshacía en las tinieblas de su contrario, el negro, y sus hermanos, el resto de colores, conseguían con sus disputas que el mundo perdiera el color, el ánimo y, si nadie lo solucionaba, la vida.

―El cielo no volverá a ser azul, ni tampoco el agua del mar, ni de los ríos… Reclamamos el poder único y absoluto sobre el mundo, nos negamos a volver a mezclarnos con los cálidos para formar otros colores y anunciamos nuestra renuncia a formar parte, nunca más, del arco iris. ―Expresó el General Azul Marino con su típico semblante frío y voz atronadora, mientras que el resto de azules, los verdes y grises lo vitoreaban.

En la parte opuesta del mundo, los cálidos escuchaban las palabras del General Azul Marino sin ninguna sorpresa por su parte y ante sus desafiantes palabras, comentaron.

―El Sol no volverá a brillar, desaparecerán los amaneceres y atardeceres y el mundo dejará de sonreír con nuestra calidez. Los colores cálidos nos negamos, igualmente, a mezclarnos con los fríos, reclamamos nuestro poder, pues nadie es nada sin nosotros y nos evaporaremos del arco iris en cuanto terminemos de decir estas palabras. ―Anunció el General Rojo Oscuro con la voz llena de ira, mientras que el resto de colores cálidos apoyaban sus palabras.

El negro se frotaba las manos y ampliaba un poco más su dominio; el blanco perdía su consistencia y comenzaba a ganar en opacidad perdiendo su brillo, su luz. El mundo moría y nadie podía hacer nada para arreglarlo.

De entre todos los colores, el gris perla y el crema abandonaron sus propios territorios, el norte y el sur respectivamente, y, protegidos por el blanco, acudieron a su auxilio.

―Debemos solucionar esto, tienen que reconciliarse. ―Clamaba el blanco.

―Los fríos no quieren saber nada de los cálidos y no les importa en absoluto lo que pueda pasar, no sé qué solución dar a este conflicto. ―Se lamentaba el gris perla.

―Lo mismo ocurre en el sur, los cálidos no quieren ni oír hablar de los fríos y no atienden a razones lógicas. ―Decía, apesadumbrado, el color crema.

―Pero, vosotros moriréis, igualmente, cualquier variación de color será absorbida por el negro..., hasta yo sucumbiré a las tinieblas, sin vosotros, sin los colores fríos y cálidos, el blanco no tiene nada que hacer, yo no tengo nada que hacer... Soy la luz, la pureza de la vida, pero sin vosotros no soy nada, os necesito…

El color blanco era el contrapunto del negro, ambos formaban una alianza que la ambición del negro había roto, provocada por el conflicto entre los fríos y los cálidos. Sin embargo, una puerta de esperanza se abrió de pronto.

―Ya sé lo que vamos a hacer, ―indicó el color blanco―, haremos que se necesiten. Volveréis con ellos y provocaréis situaciones en las que la unión de todos los colores sea necesaria, en las que se echen de menos y comprendan que tienen que permanecer unidos, que no pueden vivir los unos sin los otros.

El gris perla y el crema aplaudieron las palabras del blanco.

De vuelta en el norte, el gris perla comenzó con el plan establecido diciendo a todo el que se encontraba que echaba de menos el olor de las violetas. Los demás, de tanto oírlo, también comenzaron a añorar esa fragancia hasta que el General Azul Marino comprendió que para que las violetas existieran, él debía mezclarse con el rojo.

En el sur, el crema hizo lo propio con sus congéneres, expresó que echaba de menos el olor de las rosas. Al resto le ocurrió lo mismo, pero el General Rojo Oscuro dijo que lo solucionaría haciendo una visita al blanco y así lo hizo.

―No podemos mezclarnos, necesitamos al color verde que ayude a la rosa a formarse, que haga crecer fuertes raíces y un gran tallo que alimente su fragancia. ―Expresó, esperanzado, el color blanco.

El General Rojo Oscuro comprendió su error y decidió, entonces, visitar a los colores fríos. Aunque fue recibido con seriedad, frialdad y hasta un poco de hostilidad, finalmente, ambos generales se pusieron de acuerdo en algo: el mundo los necesitaba, a ellos, todos juntos, unidos, cordiales.

El mundo recuperó sus colores, el arco iris se formó de nuevo y la vida brotó al compás de las flores, los olores y la alegría. El blanco brilló de nuevo y consoló al negro que, avergonzado, se escondía en una cueva. También era necesario y así se lo hizo ver, junto al resto de colores, pero no debía prevalecer ninguno, porque nadie es más que nadie y la unión hace la fuerza.   



   

Mercedes Soriano Trapero
Para el blog del Tintero de Oro



41 comentarios:

  1. Bello diálogo entre colores.
    Un placer leerte, espero que pueda subir comentario, llevo días con problemas unas veces si o tras no me deja ni tan siquiera en mi blog.

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    1. Hola Campi, a veces los blogs no nos ayudan en nada, jeje, a mí también me pasa a veces lo que comentas.
      Gracias por pasarte.
      Un abrazo. :)

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  2. Me ha encantado tu relato! Fiel retrato de una realidad más antigua que el mundo, que es la confrontación de las diferencias! Nunca se comprende que se necesitan y la combinación de ellas es más inteligente y más fuerte! Un abrazote!

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    1. Hola Marifelita, muchas gracias. Sí, así es...
      Gracias por pasarte. Un abrazo. :)

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  3. Colorida alegoría para hacer pensar sobre la oposición, la mixtura y la complementariedad entre los humanos. Saludo y gracias.

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  4. ¡Un aplauso, Merche! Lo has bordado. Toda una alegoría esta guerra de los colores en la que podemos ver la situación actual en este nuestro planeta Tierra. Ese final es lo que necesitamos.
    Un abrazo!

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  5. Hola Merche, qué sería de los humanos si el cielo dejase de ser azul. Buen texto. Un abrazo

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  6. Qué bonito, Merche. Un relato muy metafórico en torno a las consecuencias de una ambición desmedida y la falta de generosidad. Una historia en tono de cuento con un mensaje final muy positivo. Me ha encantado.

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    1. Hola Marta, muchas gracias, se me fue de palabras..., pero bueno...
      Gracias por pasarte.
      Un abrazo. :)

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  7. Me encantó y me encantó. Qué bien lo resolviste con ese final alentador cuando yo creía que no iba a haber esperanza. Amo los colores, la cromoterapia que se logra con ellos es maravillosa.
    Hacer de esto un conflicto como los que vivimos actualmente en el Mundo ha sido una idea genial, sólo a ti se te pudo ocurrir. Ojalá así se resolviera lo demás! Estubo delicioso Merche, muchas gracias y un abrazo.

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  8. ESTUVVVOOOOOOO
    Fue dedazo y daña a la vista, lo siento.

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    1. Jajajaja, no te preocupes, las prisas, los dedos que juegan con las teclas, etc. Muchas gracias.
      Un abrazo. :)

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  9. El planteamiento es ya de por sí sorprendente por su originalidad. Tu relato consigue transmitir la concordia entre dos visiones contrapuestas. Un paso muy conseguido es que el General Azul Marino comprende que para que las violetas existieran, él debía mezclarse con el rojo. Muy buen punto. Como la propuesta del rojo al blanco sobre que necesitaban al verde para fortalecer las rosas.
    el mensaje es claro y esperanzador.
    Me ha gustado.

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  10. Hola Merche. Toda una metáfora de las divisiones muchas veces absurdas que atribulan a la raza humana, sean por religión, raza, ideología o simplemente cuestiones de poder. En realidad nos necesitamos los unos a los otros, como esos colores que sin su diversidad no son nada, enrocados en posiciones orgullosamente absurdas. Ojalá poner de acuerdo a la humanidad fuese posible del mismo modo que lo es en tu relato con los colores fríos y cálidos. un abrazo.

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    1. Ojalá, de verdad, ojalá... Gracias por tus palabras, Jorge.
      Un abrazo. :)

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  11. Muy lindo relato, muestra esa lucha constante que se expande a todo por querer preponderar, ser únicos y detentar el poder, muy hermosa la reconciliación y que la paz regresara, abrazo grande

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  12. ¡Hola, Merche! Bueno, el negro tampoco es tan malo, je, je, je... Al menos en cuanto a géneros literarios. Un estupendo broche a la convocatoria con esta epopeya cromática que nos has regalado. Un abrazo!

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    1. Hola, David, muchas gracias, sí, el negro es también un género, jeje.
      Gracias por pasarte.
      Un abrazo. :)

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  13. Hola Merche, un relato con un gran despliegue de imaginación y también con su mensaje incluído de unidad. Me encantó. Abrazos compañera.

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  14. La lu blanca se separa formando los colores del arco iris. La unión de los colores dda la luz blanca. Puede se un símbolo de la creación. Un abrazo.

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  15. Hola!
    Me ha gustado la ambientación, los diálogos con esos colores, muy ceñido al reto.
    Un placer leerte!
    Un abrazo

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  16. "Malditas sean las guerras y canallas las que las hacen" certera frase de un gran político como Julio Anguita, lo dijo tras la muerte de su hijo en una guerra, y las guerras las promueven canallas por motivo de fanatismo, poder o dinero, canallas todos ellos que las crean, gran post, un abrazo.

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  17. Hola Merche.
    ¡Como la vida misma! Nos duelen las guerras, sean donde sean, nos duelen las luchas, muchas veces absurdas, por religión, raza, ideología o poder. Nos necesitamos los unos a los otros, aunque nos cueste entenderlo. Nos necesitamos como esos colores que sin su diversidad no son nada. ¡Ojalá pudiéramos con una varita mágica, hacer entender a la humanidad que es posible! Podríamos llevar a la ONU o a quien esté "de moda" tu relato con la solución a la guerra entre los colores fríos y cálidos. A lo mejor, ¡quién te dice!
    ¡Me encantó! Un abrazo.
    Marlen

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    1. Hola Marlen, estaría bien que se pusieran de acuerdo con solo entender que se necesitan, que nos necesitamos todos, pero..., la realidad es bien distinta, por desgracia.
      Gracias por pasarte.
      Un abrazo. :)

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  18. Hola, Merche!
    Qué relato tan real a la par que imaginativo. Si es que has dotado a esos colores lo peor de la condición humana, a unos, y lo mejor a otros, que afortunadamente, acaban ganando. Me gustó mucho las metáforas de los colores cálidos contra los fríos. Has invertido la polaridad que le di yo a mi relato, donde el Rojo es el mal. Por cierto, que he visto tu relato y sí me apet ce mucho participar en tu reto, a ver si busco un hueco
    Un abrazo!

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    1. Hola, Pepe, me alegra que te gustase y, síiiii, te espero en el reto del microteatro. Gracias.
      Un abrazo. :)

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  19. Rso de " tenemos que hacer que se necesiten", me hs sonado tan humano que me ha parecido que la cosa iba a acabar mal.
    He temido por el verde y el morado, que si no se mezclan los cálidos y los fríos.... mal asunto.
    Me dio la impresión, a pesar de los "Generales", de que el blanco era la madre y el negro un padre a la fuga.
    Abrazooo

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  20. ¡Hola Merche! Bonito mensaje el que transmites. Al final en algún momento de nuestra vida vamos a necesitar de la ayuda de los demás y guerras como la que relatas son del todo innecesarias.
    Genial la idea que tuvieron el gris perla y el crema para solucionar la disputa.

    Un saludo.

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