30 junio 2024

Una despedida feliz.

 

Microteatro para el reto de junio



Se abre el telón y aparece el escenario dividido en tres partes, no se ve a los actores, progresivamente se irá encendiendo un foco de luz en cada una de esas partes.

Escena primera.

Se ilumina la parte del escenario de la izquierda y se ve a una mujer sentada en un puf escribiendo con una pluma en un cuaderno, al mismo tiempo que escribe, piensa y habla en voz alta.

Escritora 1.- De repente, la nave nodriza aterrizó en mitad de la batalla, extraterrestres y humanos cesaron su lucha, unos aplastados por la nave, otros salieron huyendo. Los que permanecieron atónitos ante aquella descomunal nave, observaron cómo la luz azul se posaba en un lateral de la ovalada embarcación y una puerta se abría. Una figura se posó en el umbral de la misma, mientras una escalinata se desplazaba en el inferior. Los extraterrestres no sabían si era una nave de las suyas; los humanos lo mismo. No tardaron en descubrirlo cuando sus ojos vislumbraron por fin la realidad de aquel ser: cuatro brazos, tres cabezas y flotaba, no tenía extremidades inferiores. Los humanos se estremecieron y los extraterrestres también, pues no era de su misma raza. De pronto, una risa estridente retumbó en todo el planeta, al mismo tiempo que los brazos de aquel monstruo emitían una ingente cantidad de humo. Cualquier ser vivo que pudiera respirar en la Tierra fue cayendo poco a poco, inerte. Tras unos minutos, la nave embarcó al ser y partió. En su base, un cartel podía leerse: bye, bye, Tierra.

Y así fue como la Tierra murió dejando de formar parte de una vez por todas de la Vía Láctea.


Escena segunda.

Se oscurece esa parte del escenario. Se ilumina la parte central, en la que una escritora sentada frente a una mesa de despacho con un ordenador portátil teclea efusivamente.

Escritora 2.- Pedro subió los escalones poco a poco, quería que todo aquello acabara, deseaba que los sucesos ocurridos en el último mes no hubieran pasado y, sobre todo, esperaba que su novia, a la que adoraba, le abriera la puerta y sellaran su amor con un beso. Sin embargo, reconocía que él había cometido ciertos errores, pero también ella; si él la había perdonado, ¿por qué no ella?

Con miedo, tocó el timbre. La puerta no se abrió. Escuchó y no oyó pasos ni señal de vida en el interior. Compungido por la ausencia de Elena, su amada, se volvió, encontrándose a la misma de la mano de otro hombre en el umbral. Entonces lo comprendió todo, ella había rehecho su vida o, más bien, uno de los motivos de su enfado, ahora mismo, le tomaba la mano y miraba a ambos como si en aquel momento una gran tormenta se fuera a desatar. Los dos habían sido infieles y, casualidades del destino, ambos habían sido descubiertos casi sin querer. No pudo evitar soltar una gran carcajada y con un “bye, bye, Elena”, abandonó el lugar para no volver nunca más.


Escena tercera.

Se oscurece esa parte del escenario. Se ilumina la parte derecha del escenario, en la que un escritor lee un enorme manuscrito al mismo tiempo que, a lápiz, realiza algún tipo de anotación en el mismo.

Escritor 3.- Así fue como la literatura se fue desarrollando, los juglares, poco a poco, perderían impronta en su papel de transmisores de la misma. La imprenta cumpliría ese rol y los libros serían el vehículo perfecto de la cultura de un pueblo. Estoy seguro que, en algún momento de la historia de la misma, alguien, con toda la ironía del mundo, escribiría: bye, bye, juglar, mientras emitía una sonora carcajada que retumbaría, incluso, en las enormes salas de los clérigos copistas, encontrándonos después toda una serie de garabatos en los márgenes y elucubrando tonterías sobre lo que realmente quería decir el copista…


Unos aplausos interrumpen la escena, el escenario se ilumina por completo, la sala está vacía y solo dos personas contemplan el espectáculo, el director (y dueño del teatro) y el guionista, este aplaudiendo, el otro muy serio.


Guionista.- No te veo muy entusiasmado, Gustavo, los actores lo han hecho genial. Quizá alguna pausa más para añadir dramatismo a la escena y algún adorno más en los decorados de cada uno de ellos, pero solo eso, no hay otra cosa que objetar…

Director.- ¿Y dices, Carlos, que la obra se llama Una despedida feliz?

Guionista.- Sí, eso es lo que representa cada uno: una despedida feliz en tres libros diferentes, una novela de ciencia ficción, una novela romántica y un ensayo.

Director.- ¿Y dices que luego el segundo acto será cada parte del escenario con los personajes de los que hablan en sus respectivos libros, verdad?

Guionista.- ¡Claro! Una obra diferente, totalmente novedosa…, ¡va a ser un bombazo!

Director.- Ya, ya, (hablando con ironía), ya veo el bombazo sí, además será una bomba que termine con un “bye, bye” bien sonoro y estridente.

Guionista.- Ja, ja, ja, ja, ¡qué bueno, Gustavo! Pues si quieres lo incorporamos como traca final, sería la…

Director.- ¡No! ¡No! No hace falta, con los “bye, bye” de la obra tenemos suficiente, ya está…

Guionista.- Bueno, ¿y qué opinas?


El director mira alternativamente a los actores y al guionista, abre la boca para hablar, pero sonríe, mientras el guionista se muerde las uñas de los nervios que la pausa dramática que provoca el director, adrede, le está causando.


Director.- (Incorporándose). O me presentas otra obra o estás despedido: bye, bye, Carlos.


Se marcha por el pasillo del teatro riéndose a carcajadas. Los actores, en el escenario, aplauden mientras ríen igualmente.


Guionista.- Bye, bye, bombazo; bye, bye, obra. Será mejor que me vaya de vacaciones si no quiero acabar con un “bye” de verdad, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja. ¡Hello, verano!




Mercedes Soriano Trapero
Para el reto del microteatro




10 comentarios:

  1. Una salida de escenario mejor imposible para despedir esta convocatoria y puesta en escena. Gracias, Merche por convocarla, espero seguir a la vuelta de curso. Un beso grande y disfruta de estos meses de verano. chao.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti, Campi, por participar. Disfruta del verano.
      Un abrazo. :)

      Eliminar
  2. Jaajajajajaja, muy bueno, la verdad, el bye, bye, un toque final con mucho estilo Merche, abrazo grande, Themis

    ResponderEliminar
  3. Muy bueno Merche, muy original y el final inmejorable. Lo disfruté. Que tengas un excelente verano. Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Una despedida en tres escenas a cada cual mejor efectuada. Una despedida a lo grande Merche. Gracias y feliz verano. Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, aunque al guionista le toca trabajar, jeje.
      Gracias, Nuria.
      Un abrazo. :)

      Eliminar
  5. Me he reído al final con el bye, bye obra. Muy bien llevado. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te haya gustado, Federico.
      Gracias por pasar.
      Un abrazo. :)

      Eliminar