Primeros capítulos de esta historia en este enlace.
5
Tushva sabía que si saltaba por la ventana no podría volar y acabaría como el resto de los dragones cuyos huesos estaban repartidos por el patio del castillo. Este tenía algún tipo de hechizo que, sin duda, le costaría la vida, pero era incapaz de averiguarlo. Su magia o sus todavía escasos conocimientos no se podían comparar a los que aquella fortaleza albergaba. No debía subestimar a su enemigo y, mucho menos, creerse más de lo que en realidad era. Tampoco debía caer ante el pesimismo, tendría que confiar en sus conocimientos y en su propia inteligencia y adelantarse a cualquier movimiento que los seres oscuros iniciaran contra ella.
Entre tanta divagación, decidió no saltar por la ventana y esconderse en algún rincón del castillo. Este se veía enorme y seguro que algún lugar encontraría. Se alegraba de no haber crecido todavía tanto como su madre Derblue o como su padre Rem. Volvió sobre sus pasos y halló una pequeña abertura en la piedra, suponía que por donde antes habían pasado los seres oscuros. Si bien, no era muy ancha. Agudizó sus instintos y se adentró en aquel pasillo angosto. A su paso, las antorchas que prendían del techo se iban encendiendo, mientras ella raspaba su piel con las piedras de las paredes, incapaz de moverse adecuadamente. Si los seres oscuros llegaban, ella no tendría escapatoria, ni siquiera era capaz de darse la vuelta. Por fin, descubrió varias puertas en uno de los laterales, puertas de madera, anchas, de una gran solemnidad, no como los barrotes de su celda. Se puso en guardia y lanzó un hechizo para comprobar qué había detrás de ellas. De las tres más cercanas, dos de ellas estaban vacías y en la otra notaba vida, aunque no sabía si de los seres oscuros o de alguien más, era una estancia bastante grande y tenía, por lo que podía percibir, varios compartimentos. Las otras, sin embargo, eran habitaciones de un solo espacio y no parecía haber nada donde poder esconderse. Quizá en la oscuridad de la estancia pasaba desapercibida, pero no era del todo seguro.
Iba a decidir por cuál entraba cuando una voz detrás de ella la alertó…
🐉
Mientras, a bastantes kilómetros de allí, Liuswel volaba buscando a los seres oscuros con los que se topó en días anteriores. En su momento, se lamentó de dejarles con vida, pero ahora se alegraba pues podía sacarles toda la información que necesitaba. En el bosque, entre los árboles, había una pequeña cabaña de leñadores, era el refugio perfecto para los seres oscuros, pues estos la utilizaba como guarida en sus traslados. Y tal como había pensado, allí se encontraban. Desde el aire comprobó que solo había dos, en el exterior pastaban sus monturas y un carro que portaban, con provisiones. Sabía que iban hacia el castillo, pero si los espiaba y seguía desde el aire, se arriesgaba a que fuera interceptado por ellos, por tanto, no quedaba otra opción que asaltarlos. Con toda la precaución y sigilo que pudo, se posó en la entrada de la cabaña y lanzó un hechizo. Esto los mantendría dormidos el tiempo suficiente para que él pudiera maniatarlos. Al entrar en la cabaña, comprobó que su magia había hecho efecto y los dos seres dormían. Después de atarlos y de hechizar las cuerdas para que, a su vez, los hechizos de los seres oscuros no pudieran hacer nada, comprobó el lugar para descartar sorpresas. La cabaña era bastante grande y podía moverse bien, aunque tenía que tener cuidado con su cola pues arrastraba todo aquello que encontraba. Lo que vio no le gustó lo más mínimo. Los seres oscuros estaban preparando pociones para matar dragones. Estaba claro que se estaban preparando para la información que pudieran extraer de Tusvha. Le dieron ganas de lanzar una llamarada y acabar con todo aquello, pero se contuvo por si los vapores de alguno de aquellos frascos le hacía daño a él mismo. Ashma y los demás deberían saber lo que aquellos seres estaban planeando, pero antes tenía que conocer el lugar en el que se encontraba el castillo.
Uno de los seres abrió los ojos y gritó, alertando a su compañero. Liuswel se preparó para el interrogatorio...
(Continuará)
Un interrogatorio que quizás no sea de su agrado, quién sabe. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Nuria.
EliminarUn abrazo. :)
¿Qué sucederá en el interrogatorio?, será contestado en la próxima entrega, abrazo grande Themis
ResponderEliminarMe alegra que te animes a seguir leyendo.
EliminarGracias, Themis.
Abrazos. 🤗
¡Ay, el interrogatorio! Me encanta esta dragona, y cómo escribe su autora, genial para narrar e idear historias. Una mente que no descansa. Enhorabuena Merche! Esperamos el siguiente! Abrazos!
ResponderEliminarGracias por estar ahí, Maty. Espero que te siga gustando.
EliminarUn abrazo. :)
A ver si Tusvha lograr frenar los planes de los seres oscuros. Saludos
ResponderEliminarA ver qué va pasando, Federico, jeje.
EliminarGracias.
Un abrazo. :)
A ver cómo se desarrolla el interrogatorio y qué surge de él, Merche. Ya veremos qué nos depara la historia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)
Muchas gracias por seguirlo, Miguel.
EliminarUn abrazo. :)
Super bien, me gusta la cautela de la dragona y el suspenso del final. Voy al que sigue...
ResponderEliminarBueno, siempre pintan a los dragones como muy fieros, Tushva tiene otros encantos...
EliminarGracias, Ana.